Por Angie Loría | prensa@revistalevelup.com
¡No llegues tarde! Con estas palabras acordaron la cita que sucedió mucho tiempo después... El amor del Capitán América y la directora de SHIELD floreció de repente, dolió en cada momento y duró para toda la vida.
La Historia
El joven y delgado Steve se enlista para servir a su país durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando aprueban su solicitud conoce a la agente Carter, quien estaba ahí para supervisar las operaciones de los candidatos a recibir el suero del Super Soldado.
El corazón, valentía y astucia del recluta llamaron, inmediatamente, la atención de Peggy. El inexperto Steve se enfocaba en hacer lo correcto y demostrar que lo que llevaba dentro lo hacía merecedor del suero; claro, en el proceso no solo ganó el suero sino también el amor de la implacable agente.
Sin embargo, su declaración de amor no se dio sino hasta que Rogers tomó la decisión de sacrificarse. Ella era una gran estratega y la manera más efectiva de asegurar el regreso de su amado después de la misión era concretar una cita; una donde cumplirían la promesa de un baile.
Aunque la misión fue exitosa, no se supo nada de Steve durante 70 años; ella envejeció con su recuerdo y con la sensación de ese primer y último beso que selló su pacto de amor. Él fue encontrado en el hielo, cuando despertó y se enteró que había pasado mucho tiempo sólo pudo pensar en la cita que tenía con su amada.
Ella no viviría eternamente, ahora su tiempo se había acabado y a él no le quedaba más que cargar su ataúd, quebrarse por dentro con la idea de una vida juntos y buscar fuerza en una fotografía sin color.
Una vez que nuestros héroes derrotaron a Thanos; Steve toma las gemas del infinito para regresarlas a la línea del tiempo a la cual pertenecen. Ante él, se abrió la posibilidad de viajar al pasado y disfrutar la vida que Tony siempre le dijo que debía tener. Sin dudarlo, nuestro honorable Capitán, regresó para tener ese emotivo baile y ahora brillan sus canas y una dorada sortija de matrimonio en su mano izquierda.
Después de tanto sacrificio y entrega -por el bien de la humanidad- ellos merecían desarrollar su historia, dejar el beso de despedida para otro momento y regalarse cada minuto de vida. Ni la muerte, ni el tiempo y mucho menos "no saber bailar" impidieron que el amor que sentían uno por el otro triunfara.
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Este artículo representa el criterio personal de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de la Revista Level Up.
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