(Cine) Christopher Robin | Revista Level Up

Christopher Robin (2018)

De los estudios de Walt Disney nos llega esta película del famoso oso animado come miel Winnie the Pooh y sus amigos del bosque, en su versión "CGI" y con actores reales. La película cuenta la historia del amigo humano de Winnie the Pooh, Christopher Robin, quien le da el nombre a la película, y de cómo luego de terminar formalmente sus aventuras con el simpático oso, debe irse a un internado a estudiar.

Por Daniel Vargas | dvargas@revistalevelup.com

Dirigida por el alemán Marc Forster, esta entrega nos ubica en la Inglaterra post-primera guerra mundial y se centra en contarnos cómo Christopher Robin, protagonizado excelentemente por Ewan McGregor, creció y se hizo una vida "normal"; olvidando a su amigo oso en el proceso, o más bien enviándolo a lo que él creía era la esquina de su mente donde estaban todos los inventos de su imaginación. Robin, ahora con una esposa y una hija (Hayley Atwell y Bronte Carmichael respectivamente, y ambas con actuaciones brillantes) es un infeliz hombre de negocios en una empresa que fabrica maletas y nos presenta además, la aventura de Winnie Pooh emprendiendo un viaje para buscarlo y pedir la ayuda de Christopher, ya que no encuentra a sus amigos: Conejo, Búho, Topo, Cangu y Rito y por supuesto, Tigger.

El personaje de Winnie Pooh se apega casi perfectamente al que conocemos de sus aventuras animadas; habla lenta y apaciblemente, es sumamente despistado pero sabio en su inocencia infantil, extremadamente goloso con la miel y sobre todo de un corazón enorme. Similarmente es con sus amigos animales, quienes en su mayoría, proveen el aspecto cómico de la entrega. Esto contrasta enormemente con el Robin adulto; amargado, estresado, grosero y apresurado en todo lo que hace. Vive por su trabajo más que por su familia, lo que lleva al conflicto principal de la película. Esta personalidad en un principio puede parecer necia y molesta al espectador, pero sirve de trampolín para el clímax de la producción.

Pooh y sus peludos amigos

Los valores de producción son sumamente altos; la dirección de fotografía, la cinematografía y la dirección son soberbias. La música es sutil pero sumamente efectiva en llevar de la mano al espectador en el viaje de nostalgia, comedia y pura ternura que transmite esta película. La animación por computadora es especialmente efectiva también, ya que, en una muy interesante decisión de los productores, Pooh y sus amigos, aun siendo animales del bosque, siguen siendo a su vez, animales de peluche (efecto magníficamente logrado por el estudio).

La película, aunque, predecible en su conclusión, deja un muy buen sabor de boca y una gran sonrisa en los labios. Es una producción que ciertamente tendrá un poco más de contexto para los adultos que crecimos viendo las aventuras animadas y libros de este adorable oso, pero definitivamente promete una bella velada para toda la familia. Para más análisis del séptimo arte, sigue pegado con Revista Level Up.