Por Pablo Vargas.

La última vez que hice un análisis de FIFA fue en el 2008. No porque no consumiera cada una de sus entregas anuales, sino porque simplemente no sentía que lo mereciera. Compra tras compra, cada entrega siempre parecía calcada a la anterior, presentando pocas novedades con respecto a su versión predecesora, situación que se acrecentaba gracias a un IA no solo que fallaba anualmente en el propósito de presentar un verdadero reto al jugador forjado en las brazas del juego, sino que también seguía repitiendo el mayor dolor de cabeza desde su creación: un sistema decente de porteros.

No importará cuán alto subieras el estándar de los arqueros en versiones anteriores, siempre serían el equivalente a tener a Doña Rotunda entre los tres palos. Tiro a marco era gol fijo. Y no importaba tanto sufrirlo en carne propia. El problema era ver sufriendo al portero rival encajarlos.  Daba igual si era Casillas, Buffon, o Courtois. Dominic Oduro -espero realmente que nunca se retire-, era capaz de reventar el arco sin darle oportunidad al arquero. Cada gol anotado era una cachetada al orgullo propio al sentir que el rival no presentaba mayor reto. Y eso algo que siempre se lo resentí a FIFA.



Cada año prometían mejorarlo. Y cada año terminaba al final de la liga con más de 100 goles a favor. Promesa tras promesa, las palabras se las llevaban el viento y terminaba anidadas en el marco rival. Quizás por ello, tras conversar hace unas semanas con Sebastián Enriquez, productor ejecutivo de FIFA 15, tengo que reconocer que las expectativas se encontraban por el suelo. Sin embargo, este año algo finalmente cambió en FIFA.

FIFA 15: realismo en su estado más puro...


Lo sentí en el primer partido. Nivel legendario. Ajustes por defecto. Boca Juniors vs River Plate. Partido de ida y vuelta. Más de veinte remates. Marcador 0-0. Reprise. 0-1. Partido perdido. Frustración al máximo. Reprise. 0-0. Tercera vuelta. Minuto 47. Jugada milimétrica, pared en los linderos del área, Castellan remata esquineado. El portero se lanza. La toca. Rebote que queda en Martinez. Remate que el arquero saca de la línea, balón que queda en los pies de Carrizo. Tiro a quemarropa. 1-0. Éxtasis en su máxima expresión. Partido cerrado. Ida y vuelta. Cambios de estrategia. De la ofensiva pura a la jaula del pájaro. Últimos minutos del partido. Orión se hace gigante. Brazos arriba. Primera victoria. Sudada. Sufrida. Con sabor a gloria.

La última vez que sentí esa sensación fue a finales del 2008. El sabor de la victoria agónica. Esas que cuestan y te hacen sentir poderoso. Durante más de dieciséis años jugando la saga, FIFA me negó esa satisfacción. Siempre fue el apartado pendiente. Y en esta edición finalmente han cumplido la promesa. FIFA 15 supera con creces el legado de sus antecesores y por alto las expectativas sobre el futuro de la saga. La clave: los pequeños detalles que hacen esta versión la más completa de todas sus entregas.


Y es que su apartado gráfico -que luce realmente apabullante-, es apenas la punta del icerberg. FIFA 15 sobresale más allá de un motor gráfico que ha encontrado su punto de equilibrio entre el destello visual y el grado justo de jugabilidad. Su base se encuentra en pulir cada uno de los detalles relacionados con el manejo de los jugadores y las reacciones naturales que cada uno de ellos tiene en el terreno de juego -según las circunstancias de cada partido-, transmiten un grado de realismo que hasta la fecha no se había experimentado en la saga.

Desde la fluidez en los movimientos y transiciones de juego, -rivales perdiendo tiempo en la esquina para aguantar el partido y jugadores estresados ante la negación del gol-, pasando por un sistema de remate realista y preciso que complica a los más expertos -anotar en su dificultad más alta ahora es un verdadero reto, especialmente en la configuración manual-, hasta la eliminación de los correcalles tradicionales de otras entregas para apostar por un juego más directo, táctico y realista que obligan a sacar lo mejor de uno para sumar puntos en la tabla general.



Lo que antes era un paseo directo en el modo carrera-entrenador, ahora se ha convertido en una escuela de pruebas y errores para encontrar la estrategia correcta para vencer al CPU, dejando de lado el sistema de "una sola vía" para ajustar nuestras formaciones, movimientos y estrategias con respecto a lo que sucede en el partido -incluyendo las tácticas personalizadas en cada tiro de esquina-, haciendo valer realmente la astucia del entrenador para mover los engranajes de su equipo según la situación del juego y evitar experimentar en carne propia como la máquina te encaja un gol de último minuto que le da vuelta al partido y haga válida la expresión "tanto nadar para morir en la orilla".

Esto sumado a una ambientación que hace que realmente te sientas en la cancha gracias a los cánticos de los aficionados locales que alientan cuando vas abajo, anuncios a través de los altavoces que indican que alguien dejó un auto mal estacionado -y la respectiva silbatina del público al afortunado-, suma puntos brillantes en la recreación de los estadios y los sentimientos que se viven fuera del terreno de juego, así como también en la exactitud de las narraciones en términos históricos o actuales de cada club o selección, los comentarios de Mario Kempes y Fernando Palomo sobre como te fue en el último partido -incluidos el marcador del mismo y si jugaste bien o mal-, los detalles sobre las convocatorias de jugadores a selecciones, o hechos relevantes como el pésimo rendimiento de México en la eliminatoria -referencia incluida al aztecazo de Costa Rica a pesar de su ausencia-, te hacen sentir que realmente estás disfrutando de una transmisión televisiva en vivo, brindando una experiencia de realismo que supera todo lo mostrado hasta ahora, sino que también presentan bases a la importancia psicológica que EA parece querer darle al juego en esta y sus futuras entregas.

El modo online...


'Ultimate Team' también ha vivido de cerca los vientos de cambios que se viven en FIFA, aunque siendo honestos, estos son menores en comparación con las versiones anteriores del juego, sin embargo mantienen la esencia de la saga hasta la fecha, e incorporan diferentes modificaciones que favorecen la transparencia en el modo online, buscando garantizar la paridad en los encuentros, y el castigo de los cheaters en esta modalidad a través de un sistema más justo de emparejamiento y de administración del juego.

Uno de los cambios más destacados es la eliminación del intercambio de fichas entre jugadores y la integración del modo "cesión" que nos permitirá traer futbolistas a prueba a nuestro equipo con el fin de testear su rendimiento y tomar la decisión de si mantenerlos en nuestro club, o dejarles libres para buscar mejores opciones que se incorporen a la estrategia que mejor nos convengan, algo que nuevamente tendremos que tener muy en cuenta para no pasar por la pena de descender de categoría en la modalidad temporada -en su nivel más alto-, y planificar bien cada juego para hacer frente al reto de coronarse como campeón de nuestra división.



A ello se suma el tradicional 'Day Match', 'Club Pro', y 'Temporadas Cooperativas' que agregan a la experiencia de  juego cientos de horas con amigos y rivales aleatorios para aquellos que no se limiten a disfrutar del modo carrera y quieran hacerle frente al reto de emparejarse con rivales de alta calidad, o revivir los partidos más destacados de la jornada actual a través de la modalidad 'Momentos de la Semana', que brinda la cuota extra de diversión para los aficionados de la modalidad en línea.

El mejor simulador en la actualidad...


Seis años han pasado desde la última vez que le dedique unas palabras a FIFA. Mucha agua ha pasado debajo del puente y al final del camino queda esa sensación de que la saga nuevamente se encuentra en un punto de cambio que hará crecer al juego en los próximos años. Ya se no trata de las grandes variaciones en el apartado técnico, sino de los pequeños detalles que hacen grande la experiencia del juego. El sentimiento de que se esta viviendo al máximo lo que ocurre en la cancha. 

FIFA 15 es para a criterio personal la mejor entrega de la saga hasta el momento. Sus modificaciones en la jugabilidad buscando ser realista y al mismo tiempo competitiva dividirá a los jugadores entre aquellos que se aferren a las antiguas versiones y los que disfruten los cambios implementados en esta nueva entrega, al entender el concepto del deporte rey y poder trasladarlo finalmente a quien tiene el control en sus manos.



¿Qué faltan cosas por mejorar? Sí. Muchas. El camino es largo para FIFA, pero están apuntando en la dirección correcta y eso es algo que se agradece en esta nueva entrega. Al final, Sebastián tenía razón. Jugabilidad, control y respuesta son las claves para decir, seis años después, que finalmente FIFA 15 es el mejor simulador del deporte rey que existe en la actualidad.

Calificación final: Level 7 - Entretenimiento de calidad, recomendación de la casa


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Pablo Vargas - Escritor. Ingeniero industrial. Director y fundador de la revista digital Level Up. Autor de la novela “El Hombre de la Rosa Negra” (ULACIT, 2009), el microrrelato “Un café para celebrar” (Editorial Costa Rica 2012) y el blog "Rincón de un escritor". Actualmente se encuentra trabajando en su nueva producción "Nueve minutos para la media noche" y escribe regularmente en los blogs de la casa de 89decibeles.

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