Por Aarón Herrera | redaccion@revistalevelup.com
La comunidad Gamer es una de las comunidades más bellas de las que se puede ser parte. Es una comunidad que está unida por una misma causa: El amor a los videojuegos. Todos tenemos diferentes emociones ante un videojuego, pero lo indiscutible aquí es que amamos jugar, explorar y vivir las experiencias que estos tienen para nosotros. Pero, si es así ¿Cómo es posible que de esta misma comunidad haya nacido una de las guerras cibernéticas más tóxicas y cansinas de los últimos años?

Antes de dar una respuesta bajo mi punto de vista, quiero mencionar que, si el lector es una de esas personas que discute en redes sociales para demostrar cuál consola es mejor, por favor no se sienta ofendido por mi opinión. Mi objetivo con este artículo es invitar a una reflexión sobre como esta lucha nos hace daño a todos. Para dar un ejemplo de esto: Ya no es tan común sentirse unido con alguien por haber jugado el mismo videojuego; ahora lo más común es que se inicie una discusión porque uno lo disfrutó más "por haber jugado en una consola u otra". Con este tipo de discusiones sin sentido, convertimos lo bello de la obra en una competencia perversa en la que nunca hay un ganador.


Evidentemente la competencia es un factor muy positivo para la industria de las consolas; gracias a ella es que las compañías se esfuerzan por sacar productos cada vez mejores. El problema está en el fanatismo, que convierte a las personas en seres egoístas que tienen el objetivo de asesinar con palabras a todos aquellos que apoyen a la competencia (evidentemente sin recibir nada a cambio). Como ejemplo quiero mencionar a aquellos juegos que, durante varios años, fueron exclusivos de PlayStation y que ahora saldrán para otras plataformas. Muchos fans de la marca se sintieron enojados por esto, pero ¿Por qué limitar un videojuego a sólo un grupo de personas? Debería, más bien, ser visto como algo positivo; no solo porque traerá más dinero a la compañía (y con esto podrán financiar más proyectos), si no que también más personas podrán disfrutarlo,  hablar sobre él y el juego en general tendrá más popularidad. Al fin y al cabo para eso fueron creados, para divertirnos y disfrutar con ellos. 

Los juegos más exitosos de los últimos años han sido, en su mayoría, videojuegos en línea. Esto demuestra que a las personas les gusta compartir, les gusta jugar en compañía y les gusta disfrutar con sus amigos. ¿De qué sirve que tu consola sea "mejor", si al final vas a jugar sólo y no tendrás a nadie para compartir tus experiencias? En vez de separarnos como comunidad, deberíamos ser más unidos, impulsar cada vez más el "crossplay", respetar las preferencias de los demás y, si la consola del otro tiene cosas mejores que la tuya, entonces hay que aprender de ello e impulsar a las compañías para que vayan mejorando. Hay videojuegos increíbles que reciben miles de comentarios negativos sólo porque son exclusivos de una consola; esto es como el "meme" de Tom y Jerry en el que Tom se apunta a sí mismo con una escopeta...  

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