[Opinión] Death Stranding: Un juego que trata de restablecer la conexión en un país, pero divide a la comunidad de jugadores.

 Por Mauricio Herrera | Escritor

Hideo Kojima se convirtió en el Moisés de la era de los videojuegos y con una entrega llena de misterio y confusión, dividió el mar que conforman sus seguidores. El productor japonés de 56 años de edad se reintegró a los encabezados del entretenimiento electrónico con su última propiedad intelectual, Death Stranding. Luego de que fuera revelado en el E3 del 2016; generó incertidumbre entre la comunidad por su regreso luego de la repentina separación de Konami. Por fin el título debutó el 8 de noviembre de este año. Sin embargo, lo que se esperaba que fueran respuestas, terminó generando aún más preguntas, y por si fuera poco, separando a todo el “fanbase” de Kojima Productions.

Encarnando la piel de Sam Bridges, interpretado por Norman Reedus, el jugador destaca el papel de un transportador de paquetes que lleva cargas de un punto A hacia un punto B. En primera instancia suena aburrido, casi comparado como un simulador de entregas de comida. Kojima decide atacar temas más profundos y abstractos como lo es la desolación del humano, la separación de la sociedad y la distanciación como recurso para un mejoramiento de esta. Por medio de este sistema de entregas, el juego busca la unificación de un país. Esta sinopsis no es sino una repasada por la mera superficie que es este juego. No obstante, es la premisa que dividió las críticas y opiniones de los seguidores de Kojima.

Kojima siempre fue criticado y alabado por sus únicos estilos de juego y la calidad de su narrativa. Un ejemplo fue el debate causado por las supuestamente excesivas cinemáticas en Metal Gear Solid V para Play Station 3. Muchos catalogaron esta entrega como “una película interactiva”; a pesar de ello, muchos consideran esta una de las mejores entregas de Kojima-san en sus tiempos de Konami. Esta pronunciada división ha renacido con su más reciente entrega. Argumentos como el exceso de actividades innecesarias como orinar dentro del juego, branding excesivo, la inclusión de un modo “cine” entre otros, han generado polémica dentro de los jugadores más ávidos.

En síntesis, es normal que haya críticas divididas a través de los jugadores. Los videojuegos producidos por Kojima Productions se definen como un “ámalo u ódialo”. Juegos como Metal Gear Solid han vivido de opiniones divididas; algunos los aman por el espionaje táctico, otros por el storytelling, y otros simple y llanamente no pueden siquiera intentar jugarlos porque los consideran lentos y aburridos. Sin embargo, los juegos de Hideo Kojima tienen un factor común que no todos consideran: el hecho que, enterrado bajo una superficie de estilos de juegos inherentes y complicados, hay una historia rica, llena de emociones, giros de trama e impactos. 

Se puede decir que Kojima Productions tiene una vida por delante, la cual tiene un fanbase con brazos abiertos esperando lo mejor de ellos. Se sabe a ciencia cierta que Kojima no teme a romper un esquema, y si fuera necesario, traer un género completamente nuevo al mundo de los videojuegos.

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Mauricio Herrera

Escritor de Revista Level UP