Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com.

La compañía polaca CDProjekt RED llamó la atención, en el 2007, al lanzar The Witcher, un juego de PC basado en un conjunto de novelas e historia cortas realizadas por el autor Andrzej Sapkowski -y cuya adaptación llegará a Netflix el próximo 20 de diciembre-, que si bien no fue un juego muy bien realizado, se destacó entre otros RPGs modernos por su narrativa adulta, por sus influencias eslavas y por la excelente forma en que la compañía se interesó (pre y post-lanzamiento) en cumplir las expectativas de sus fanáticos/as.



Este intercambio culminó con The Witcher: Enhanced Edition, una edición mejorada del juego base, la cual se ofreció como un parche gratuito para los/as que ya poseían la versión original. Al estrenar, en el 2011, la aclamada secuela The Witcher 2: Assassins of Kings, el gesto fue repetido con The Witcher 2: Assassins of Kings — Enhanced Edition, mejorando la experiencia de un juego ya realizado genialmente.


Historia: La trama gira en cuatro ejes temáticos: intriga política (consecuencia de la lucha entre los monarcas que disputan el valle del Pontar, la región donde transcurre el juego), discriminación (elfos, enanos, hechiceros y brujos deben lidiar con el prejuicio de los humanos que han destruido su pasado, oprimido su presente y anulado su futuro), redención (el protagonista, el brujo Geralt de Rivia, busca recuperar su pasado para, irónicamente, poder librarse de él) y lo paranormal  (la magia y los monstruos son elementos cotidianos de todo brujo, pero Geralt debe enfrentar además a fuerzas sobrenaturales que lo acechan).


Muchas palabras clave se pueden emplear para describir el universo de The Witcher 2: violencia, amenaza, conspiración, megalomanía, discriminación, tabús, decadencia, misoginia, perversión, humor negro, misterio, magia, misticismo, camaradería, erotismo, romance, determinación, madurez y, especialmente, repercusiones. El juego deja claro, desde un principio, la magnitud de las acciones de Geralt y de sus consecuencias para la historia a corto y largo plazos. No obstante, tantos temas tratando de llevarse el protagonismo de la historia generó una escasez de personajes y misiones memorables, si bien los/as que sí logran serlo se roban el show con creces.

Jugabilidad: Éste es un ARPG (juego de rol de acción) en tercera persona y del tipo semi-sandbox. La jugabilidad base se divide en combate e interacciones. El combate, al estilo hack-and-slash, consiste en enfrentarse a enemigos diversos (monstruos, espectros, humanos, etc.) empleando estrategias variadas basadas de tres ramas de habilidades:
  1. Espadas: Geralt utiliza dos tipos de espadas: una de acero para combatir humanos, elfos y enanos; y otra de plata, para enfrentarse a monstruos y espectros.
  2. Magia: Todo brujo maneja cinco poderes mágicos dentro y fuera del combate: Aard (viento), Igni (fuego), Yrden (trampa mágica), Quen (protección) y Axii (control mental).
  3. Alquimia: El protagonista es capaz de fabricar pociones, aceites para espadas, trampas e incluso mejoras del equipamiento.

En el apartado de las interacciones con personajes, las decisiones realizadas por los jugadores, en diálogos y en misiones, generan consecuencias de impacto variado pero evidente, y éstas pueden afectar el transcurso y desenlace de la historia, lo cual se ejemplifica con 16 variantes del final del juego. Los problemas que se hacen notar en la jugabilidad se centran en los controles. El nivel de respuesta del personaje en ocasiones es molesto y poco ágil, lo cual crea frustraciones en algunas batallas e interacciones con el inventario.



Gráficos: Sin duda, uno de los puntos fuertes de The Witcher 2. La calidad gráfica no sólo es la más sorprendente vista en RPGs (en PC y con configuración alta, eso sí), sino que permite mostrar un nivel artístico sofisticado y crear atmósferas con bastante personalidad. Los bosques se ven espesos, las montañas emanan soledad, los pantanos emiten bochorno, las zonas desoladas se sienten tenebrosas, los pueblos se ven suficientemente habitados y sus residentes ajetreados, los castillos y fortalezas se muestran imponentes, las ruinas exudan misterio y las casas y cabañas dan una sensación acogedora; mucho de esto gracias al motor gráfico.

Pero no todo se ejecutó perfectamente. El aspecto gráfico más débil del juego son las animaciones, específicamente los gestos faciales y el nivel de respuesta de los personajes a distintas interacciones. Y, por supuesto, el motor gráfico no es amigable con hardware viejo, por lo que la versión de Xbox 360 sufre de limitaciones visualmente obvias.



Soundtrack: La banda sonora es peculiar por sus sonidos medievales con un carácter notablemente eslávico que hace memorable a muchos eventos del juego, y la personalidad de cada pieza se adapta correctamente a las situaciones enfrentadas por Geralt. Para escenas de acción, se añaden tonos de un estilo rockero, un tanto anacrónicos pero muy agradables. Para momentos tranquilos, se crea un ambiente folklórico con un poco de sentimiento nostálgico, mezclando tonos mágicos o sonidos severos.

El carácter general de la banda sonora se puede ejemplificar con el tema principal del juego: Assassins of Kings:


Diez años después...


The Witcher 2: Assassins of Kings, a pesar de tener varios defectos en el apartado de la jugabilidad, es un juego entretenido, visualmente precioso y sorpresivamente profundo, con una trama bastante cautivante y un sistema de decisiones que impacta en el destino del mundo y de las personas que rodean a Geralt es uno de los juegos más interesantes, memorables y hermosos que nos ha dejado está década.

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