Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com

"Al grano. Directo y sin escalas. Con la cabeza fría, lo diré de una vez: Todo lo que han escuchado sobre Grand Theft Auto V; la historia, el apartado gráfico, la banda sonora, los personajes, el guión. Cada elogio realizado en los últimos días, cada alabanza de los fans más enardecidos por el hype. Todos, y cada una de la lluvia de atributes virtudes que han escuchado sobre tema, son ciertos. Si tenían alguna duda sobre lo que Rockstar Games estaba preparando, permitanme confirmarlo: Grand Theft Auto V es la obra cumbre de nuestra generación".


Así iniciamos nuestro análisis de Grand Theft Auto V hace ya seis años, en Revista Level Up, cuando recibimos de forma anticipada uno de los títulos más esperados a mitad de la década y predijimos que GTA V entraría en la prestigiosa categoría es de esos juegos que "No se cambian. No se venden. No se regalan". Y el tiempo, nos ha dado la razón. La producción estrella de Rockstar Games es una verdadera pieza de colección que sigue creciendo como la espuma y no para de recolectar records de ventas, al alcanzar este año las 110 millones de copias vendidas, seis años de su lanzamiento en todas las plataformas posibles: Xbox 360, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox One y PC. 


Lo señalamos con atino en su momento "la obra de Dan House es una joya para disfrutar una y otra vez. Cada detalle, cada escena, cada personaje diseñado, cada elemento vivo en el entorno en que se desarrolla el juego es una experiencia irrepetible e inolvidable". En retrospectiva, lo que Dan Houser y compañía hicieron es simplemente majestuoso e inconmensurable en una producción que elevó la forma de hacer títulos de mundo abierto, cargada de pequeños detalles que marcan la diferencia y te hacen, aún a la fecha, perder la cabeza, reinventandose cada cierto tiempo y en cada nueva versión, asimisma. 


Desde el mismo prólogo, hasta el grandioso final, GTA V se convierte en una oda a sus jugadores y confirma porque los videojuegos se han convertido en el octavo arte. Grand Theft Auto V puso en manifiesto cuanto han madurado en Rockstar como narradores, pero sobre todo, cuanto les interesan los jugadores que crecieron de la mano de sus juegos, con una producción que no se anda por las ramas ni medias tintas. Entretenimiento para adultos en todo el sentido de la palabra. Un homenaje seco y puro a clásicos como Heat (Michael Mann), Reservoir Dogs (Quentin Tarantino) y Carlito's Way (Brian De Palma).


Cada detalle plasmado en el juego es un fiel reflejo de nuestra generación, sus problemas, crisis y anhelos, y es a través de sus personajes -integralmente diseñados-, que nos sentimos identificados en cada una de sus facetas en la búsqueda del sueño americano. Y es aquí donde GTA V crece brutalmente con una campaña de antología que cumple con todo lo que los avances habían prometido; alejándose de la escalada criminal que caracterizaba las anteriores entregas, y apostando más por la experiencia definitiva de control y libertad de nuestro mundo y las acciones que realicemos en él.


La madurez argumental que GTA V adquiere en este sentido es lo que ha hecho valer la pena cada centavo invertido. Las parodias marca de la casa siguen vigentes y son más descaradas que nunca -se agradece  la subtitulación de sus programas de televisión-, que nos harán "perder" el tiempo en la red, con tal de no dejar escapar ningún detalle del regreso de personajes míticos de la saga. Dicho sea de paso, la modalidad de guardado desde el teléfono móvil aún, a estas alturas de la década es de aplaudir, no más visitas al piso franco al terminar una misión, todo está en tu iFruit: contactos, compras, inversiones en la bolsa, acceso al Life Invander, hasta tus series favoritas sin moverte a ningún lugar.


"Dos meses son suficientes para visitar Los Santos. Ven a Chicago el 21 de noviembre", decía un anuncio de Ubisoft a pocos días del lanzamiento de Grand Theft Auto V tratando de no dejar en el olvido a Watch_Dogs y presentarse como su principal contendiente. Y es que la obra de Ubisoft era enorme. Pero nadie, ni el propio Hideo Kojima -quien señaló cuanto le marcó GTA V para convertir a MGS en un open world-, imaginaron lo que Rockstar Games estaba preparando. Aún hoy, seis años después, siguen siendo insuficientes para visitar y disfrutar a plenitud Los Santos, un territorio en el que es imposible aburrirse, la variedad de opciones son incontables. Desde abatir ilegales en la Patrulla Civil de Fronteras, cazar animales salvajes, robar objetos a famosos, recoger piezas de naves alienígenas o submarinos, buscar paquetes y pistas escondidas sobre un asesinato en los 70's, son tan solo una pequeña lista de las miles de actividades que puedes realizar.


Sin dejar de lado el principal componente de estrategia online que debes tener siempre en cuenta para construir tu imperio y tendrás que dedicar tiempo a planificar cada movimiento en tus atracos, -desde las máscaras hasta sus integrantes-, sin embargo el espíritu de San Andreas está más vivo que nunca. El juego te da libertad absoluta para ser quien tu quieras en un mundo repleto de opciones, lugares y objetivos donde invertir tu dinero y obtener ventajas por ello.  Al final de este retro review, queda la certeza de que existen vendedores de humo, y grandes como Rockstar. Como lo mencionamos en su momento y sin cambiar una sola letra, nuestra perspectiva no ha cambiado en lo absoluto:


 "En los últimos días he dedicado la mitad de mi vida a este juego, y como mencione anteriormente, no vale la pena acabar tan pronto. Hay que disfrutar cada segundo, y al ver los créditos en la pantalla ponerse de pie y aplaudir. Lo que Dan Houser y compañía han hecho es simplemente majestuoso. Prometieron el cielo y las estrellas y no fallaron a las expectativas. Grand Theft Auto V es es la forma perfecta de despedir una generación y poner el listón demasiado alto para lo que viene en camino. Lo siento por la competencia, pero dos meses no son suficientes para disfrutar está gran joya que supone un antes y un después en la historia de los videojuegos. Es necesario jugarla una y otra. ¿Obra maestra? Sí. Lo es. Con todas sus letras".

Sí. Una obra maestra. Con todas sus letras...

Calificación recibida, 2013: 10/10

Calificación recibida, 2019: 10/10

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