Por David Arias | darias@revistalevelup.com

Luego de una larga espera, finalmente ha llegado a los cines de Costa Rica y el resto de Latinoamérica, la más reciente entrega de Toei Studios titulada Dragon Ball Super: Broly.  Una adaptación traída de la mano de Akira Toriyama, creador original de esta franquicia y que en anteriores proyectos cinematográficos no estuvo tan involucrado.


En esta oportunidad se nos presentará una visión diferente de lo que los fans más viejos de la saga conocíamos, introduciéndonos nuevos personajes y también contándonos una visión distinta de la raza Saiyajin y su labor como especie dentro de un inmenso cosmos gobernado hasta ese entonces por el emperador del mal Freezer.  Esto no significa que la historia sea cambiada, por el contrario, esta nueva película viene a enriquecer aún más la mitología que encierra la historia de Goku y Vegeta, además de introducirnos un nuevo Saiyajin que hasta entonces era desconocido dentro del canon de la historia principal de Dragon Ball.


Dragon Ball Super: Broly es una carta de amor para los fans, un llamado a la nostalgia, una invitación a volver a ser niños.  Todos los afortunados que ya han tenido la oportunidad de ver la película, comparten el mismo sentimiento.  Para los verdaderos fanáticos que crecieron con estas historias, era imposible no sentirse conmovidos, dejar escapar una lágrima, morir de risa o simplemente aplaudir maravillados por la gama de colores e imágenes que se podían observar en la sala de cine.  Está película es hermosa y caótica a la vez, presentándonos a los personajes principales que mas amamos, enfrentándose a una amenaza como nunca antes la habían conocido.

Y es que a pesar de ser una película pensada especialmente para los fans, también es una puerta abierta para introducir a las nuevas generaciones que no han conocido la saga de Dragon Ball, o que apenas están comenzando a tener contacto con ella.

Uno de los grandes detalles de esta película fue la mezcla de animación 2D con escenas 3D. Además de rescatar mucho de la esencia original de Dragon Ball, especialmente en su etapa Z, también retoma la historia actual de Dragon Ball Super, recupera elementos de películas muy famosas de la saga como Broly, Bardock y Fusión, y además introduce historias del manga que no se habían visto en el anime. Luego de todo esto antes mencionado, esta nueva película viene a limpiarse la cara por el bajo desempeño que tuvieron las dos entregas anteriores, Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses y Dragon Ball Z: La Resurrección de Freezer, adaptaciones que a pesar de ser disfrutables, no lograron satisfacer todas las demandas de los fans que lo que más queremos ver es a nuestros héroes luchar hasta el cansancio.


A pesar de todo lo bueno que podemos hablar sobre esta película, también hay pequeños detalles negativos.  Uno de ellos que podríamos mencionar es el nivel de animación, ya que a pesar de que en la gran mayoría del tiempo era bastante aceptable, si hubo momentos en los que la animación era bastante descuida, con trazos mal logrados o con personajes que literalmente no tenían rostro y que descompensaban por momentos la calidad de lo que se estaba viendo.

A nivel de historia podemos decir que se mantiene la fórmula básica de Dragon Ball, historias sencillas, poco pretenciosas, que suelen ser un poco explicativas, especialmente para aquellos que no están familiarizados con la saga, pero que al final son una excusa para darnos batallas magistrales al mejor estilo de la raza Saiyajin.

Dragon Ball es un fenómeno que une a tres y hasta cuatro generaciones distintas, muy recomendable para que la disfruten los abuelos, padres, hijos, etc.  Si creciste viendo estas historias, esta película simplemente la amarás y si eres mas joven y no estás tan conectado con la saga, esta película es una invitación perfecta para que investigues y te empapes más de este tema.


En cuanto al antagonista de la película, podemos decir que el sujeto es un verdadero prodigio, muy diferente del Broly que los fanáticos conocíamos, una integración fresca y renovada del personaje dentro del canon de las historias a las que no había pertenecido hasta entonces.  Sus motivaciones son diferentes, no se trata de un tipo  malo, sino simplemente mal orientado, que no ha tenido contacto con otras personas o culturas y que lo único que conoce es porque se lo ha inculcado su padre.

Por otra parte tenemos a Freezer, malvado, manipulador y despiadado como siempre lo ha sido, retoma el papel que le pertenece y cuya única misión principal en la vida es vengarse de Kakarotto (Son Goku)

También tenemos la inclusión de Paragus, otro personaje que se rescata de las viejas historias no canónicas del Dragon Ball y se introduce dentro de la continuidad e historia principal.  Un Saiyajin con un profundo odio y resentimiento contra el Rey Vegeta y toda su estirpe.

Sin duda alguna las piezas de este rompecabezas se acomodaron a la perfección para darnos una historia bastante entretenida.


Hablando un poco de nuestros héroes, nos toparemos con un Vegeta que logrará brillar en esta película, dejando de ser ridiculizado como lo ha sido en diferentes historias y que esta vez dará la batalla hasta el final.  Por otro lado Goku no se quedará atrás y a pesar de dar bastante pelea, ciertamente en esta cinta terminará mordiendo el polvo en varias ocasiones, llevándolo más allá de sus límites y poniendo su orgullo Saiyajin a un lado para hacer equipo con Vegeta y poder así hacerle frente a esta amenaza.

En conclusión, Dragon Ball es una invitación más que recomendable para ir al cine con nuestros hijos, amigos, padres y todo aquel que haya crecido y ame estas historias. Sin duda alguna una película salida del corazón de su creador para todos los fans.

Calificación final: Level 7 - Entretenimiento de calidad, recomendación de la casa

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