Por Eimy Jiménez | ejimenez@revistalevelup.com

El momento de la guerra por fin ha llegado y es hora de que ambos bandos finalmente den por concluido un enfrentamiento que se arrastra desde la temporada seis. En prácticamente tres años de la serie se ha vivido con intensidad la amenaza de los “Los Salvadores” y de su líder Negan (Jeffrey Dean Morgan) quienes con su forma de vivir han atemorizado a diferentes comunidades incluidas las lideradas por Rick (Andrew Lincoln), Maggie (Lauren Cohan) y Ezekiel (Khary Payton). 


Al dar inicio con el último episodio de la octava temporada titulado “Wrath” (Ira), se observa como los personajes de Hilltop y el Santuario comienzan a prepararse para la batalla. Negan por su parte llevará a cabo su idea de engañar a Rick con un plan falso y para el mismo sacrificará personas de su mismo equipo. Además, decide llevar al padre Gabriel (Seth Gilliam) en el viaje y probar una de las balas creadas por su fabricante estrella, Eugene (Josh McDermitt). 



Por otra parte, Rick y su grupo se reacomodan y a pesar de que están listos para irse, aún continúan con dudas al no saber si lo que les están tendiendo es una trampa donde los emboscarán en el camino. Aun así, deciden continuar su camino todos de manera unida y en Hilltop, con la llegada de un grupo de Salvadores, todos se esconden y emprenden un camino de escape por el bosque, incluyendo a los Salvadores que solían ser rehenes.



Conforme avanza el episodio, Negan le cuenta a Gabriel su plan de engañar a Rick y hacerlos creer donde se encuentra él para al final atacarlos y asesinarlos. En cierto momento Gabriel abre la puerta del auto y se lanza a la calle donde al terminar de dar vueltas, se levanta y sale corriendo sin idea de a dónde dirigirse porque su vista aún tiene problemas. Eugene lo encuentra y lo amenaza con asesinarlo de un disparo si continúa intentando escapar y con el perdón de Negan regresan al auto y continúan su travesía.



Rick y compañía realizan algunas matanzas y muerden el cebo de Negan hasta finalmente quedar acorralados en una parte de la colina. Negan con aire victorioso y una voz de satisfacción comienza a burlarse de Rick dándole a entender que él aún tiene el poder y hará lo que quiera con el mismo para acabar con cualquier amenaza que se le presente. Por medio de un conteo regresivo, Negan prepara una sorpresa para el grupo de Rick. Al llegar aparecen en lo alto de la montaña una fila de salvadores al mismo tiempo dispuestos a atacar.



Acto siguiente, el repartidor de sorpresas terminó siendo sorprendido cuando al disparar todos los salvadores, incluyéndose él para matar a Gabriel, les salió el tiro por la culata. Así es, quien menos se esperaba fue el héroe de la guerra, la cual en lugar de comenzar terminó antes de dar sus primeros pasos. Eugene fue el personaje más odiado durante toda la temporada, incluso por encima de Negan, sin embargo, aún había algunos que guardaban esperanza y a esos les llegó su momento de satisfacción al darse cuenta que el científico realizó un boicot y arregló las balas para que no fueran disparadas de la manera que se deseaba.



Negan es golpeado por Gabriel y por Dwight (Austin Amelio) además de la herida de bala que ya llevaba en su mano y sale corriendo con Rick pisándole los talones. Rick dispara quebrando un vidrio y al disparar de nuevo ya no tiene municiones por lo que decide usar sus manos, pero Negan le gana en ventaja y lo amenaza con Lucille. Antes de golpearlo, Rick le habla de Carl (Chandler Riggs), le dice que le de 10 segundos para explicar cómo la vida puede cambiar sin necesidad de luchar. Es curioso porque siempre que se trata de Carl, Negan luce totalmente indefenso, triste, sin ánimos e incluso pueden apreciarse lágrimas en sus ojos y es justo en ese momento de debilidad que Rick decide actuar y sin pensarlo dos veces le corta el cuello con un vidrio quebrado.



A pesar de que los pronósticos en esa escena parecían que ya la victoria estaba tomada por la pronta muerte de Negan, Rick cambió de opinión y decidió salvarlo provocando en Maggie ira y tristeza al no poder acabar con quien asesinó a su esposo y fue la causa de toda esta batalla. La victoria fue tomada al preferir la paz sobre la guerra y al preferir construir una nueva civilización en lugar de vivir cada día tomando vidas y rogando por sobrevivir.



Al finalizar el episodio, se observa como los salvadores comenzaron a acoplarse a las nuevas leyes de vida dictadas por Rick Grimes y cómo en conjunto comienzan a construir algo mejor para cada uno. Por otro lado, Daryl decidió perdonarle la vida a Dwight dejándolo vivo y obligándolo a irse lejos y este aprovechó para regresar a la casa donde solía vivir con su esposa y así poder reencontrarse.
Rick, al igual que su contraparte en el comic, decide dejar en una cárcel a Negan para que se pudra por el resto de sus días mientras observa desde primera fila cómo el mundo efectivamente puede ser mejor y crecer sin necesidad de vivir en una opresión y amenaza constante como Negan solía manejar las cosas en el pasado. Sin embargo, no todo es paz y felicidad porque por el lado contrario a los planes y decisiones de Rick, se encuentra Maggie, Jesús y Daryl quienes están totalmente en desacuerdo con los lineamientos de vida del líder principal y planean hacerlo cambiar totalmente de decisión por sus propios medios.



Para concluir, en este final de temporada The Walking Dead logró cerrar muchos caminos que se abrieron desde la temporada seis y ha logrado dar fin a muchas historias de incertidumbre que se vivían entre aficionados. Ahora solo queda esperar lo que los escritores y directores tienen preparado para esta novena temporada que sin duda tiene todo el potencial para reivindicarse en la historia y cambiar el ritmo al que ya tenían acostumbrados a los seguidores en las últimas tres temporadas.

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