Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com

¿Por qué tarda tanto en llegar e irse el invierno en Westeros? Un nuevo estudio de la Universidad de Bristol desarrollado por Samwell Tarly y que ha sido adscrito esta semana a la Philosophical Transactions of the Royal Society of King’s Landing tratar de resolver el misterio. El estudio publicado en inglés, dothraki y alto valyrio trata de explicar la razón detrás del largo invierno en Game of Thrones en una ficción humorística muy didáctica que intenta basarse lo máximo posible en la ciencia actual que conocemos.

El estudio fue publicado en inglés, dothraki y alto valyrio por un tal Samwell Tarly

En la obra de George R.R. Martin hay numerosas referencias a que los días invernales son más cortos, y eso supone necesariamente cambios en el movimiento orbital del planeta. La Tierra, por poner el ejemplo que conocemos, tiene estaciones debido al ángulo de inclinación de su eje de rotación respecto al plano de su órbita y respecto al Sol.

"La tierra gira sobre si misma torcida, por decirlo de manera burda, y eso hace que durante unos meses del año, el hemisferio norte quede más apartado del Sol, y por tanto reciba su luz de manera más indirecta. Son los meses de invierno. En la otra mitad del año sucede exactamente lo contrario. El hemisferio norte está orientado hacia el Sol y eso hace que la luz sea más directa y las temperaturas suban. Llega el verano. En el hemisferio sur sucede exactamente al revés, por eso sus estaciones están invertidas. Cuando en un lado es invierno, en el otro es verano. Ese mecanismo cósmico es muy regular. El invierno llega puntualmente en la misma época del año, pero en el mundo de Juego de Tronos no ocurre así. El invierno tarda años en llegar y no lo hace siempre igual. A veces tarda más y otras menos" explican nuestros amigos(as) de Gizmodo en Español.


La clave, según el estudio, es un movimiento pendular circular del ángulo de rotación del planeta en 10 grados. En otras palabras, que el ángulo de rotación del planeta de Game of Thrones varía en 10 grados describiendo un círculo completo que se corresponde con cada rotación de un año. De esta manera, el hemisferio norte queda atascado en la misma orientación siempre. El modelo resultante, durante el verano, es un mundo cálido en todo el planeta salvo una pequeña porción helada en el hemisferio norte. Cuando el movimiento pensular cambia, la porción helada aumenta de manera extrema y llega el invierno, que dura los mismos años que el verano.

El propio estudio reconoce que su modelo climático tiene un problema, y es que un movimiento pendular en el eje de rotación no es algo que cambie así como así. Hace falta una perturbación gravitatoria notable en términos astronómicos, y encima es una perturbación que tampoco llega de manera regular. El investigador apunta algunas hipótesis como el famoso cometa imaginado por George R.R. Martin o la magia de los siete, pero descarta a su vez algunas de las más famosas planteadas por los fans.

Les dejamos el estudio completo para aquellos que quieran profundizar en la problemática detrás de Westeros y que señala en su cierre final que el mundo de Game of Thrones está sufriendo un calentamiento global de 2.1 grados Celsius provocado por la liberación excesiva de gases de efecto invernadero. El investigador recomienda limitar el uso de dragones en conflictos bélicos y reforestar las extensiones de bosque perdidas durante la construcción de las fuerzas navales de ambos bandos. [Universidad de Bristol vía Gizmodo En Español]
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