Por Luis Rodríguez | lrodriguez@revistalevelup.com

El capítulo de esta semana de The Walking Dead, “Monsters”, significo con su tercera entrega, una importante mejora con respecto al capítulo anterior en donde los constantes cambios de escena hacían incomoda la experiencia de disfrutar el capítulo. En esta ocasión, aunque la atención se sigue centrando en los mismos escenarios del capítulo 2, un mejor manejo de la duración de cada segmento y su cronología permitieron adentrarse más en lo que estaba ocurriendo.



La acción regresa justo en donde quedamos antes, con el grupo de King Ezequiel decidiendo si continuaban con su misión dado que estaban al tanto de que los Saviors los estaban esperando. El rey muy elocuentemente, secundado por Carol, les hace ver que aunque sus enemigos podrían tener ventaja en números, ellos tenía la estrategia, y que por ello ganarían, que inclusive lo harían sin perder a nadie. Usando emboscadas, el grupo conseguiría varias victorias sencillas. En otro punto, Aaron lleva a Eric a rastras hasta un lugar seguro, mientras que detrás de ellos la pelea prosigue. La charla entre la pareja es dolorosa y emotiva, por cuanto Erick le insta a regresar a ganar esta pelea por él por todos. El proceso es difícil pero Aaron accede y se marcha.



Cerca de allí, Rick sigue encañonado por Morales, la discusión de ambos deja en claro para nuestra perspectiva, y la de Rick, que los dos recorrieron un camino muy similar desde Atlanta, que él -Morales- nunca pensó que el Rick de quién escuchaba fuera precisamente él. Aprendemos que la familia de Morales pereció poco después y que fue ingresado dentro de la organización de los Saviors donde también se convirtió en Negan. Y esto último es principalmente importante por cuanto Rick le increpa con la forma en que Negan asesinó a Glenn, a quien Morales conociera, y que lo hizo frente a su esposa embarazada. Esto sorprende a Morales, primero por cuanto ambos encontraran el amor en este nuevo mundo, y que fuera Maggie precisamente la viuda de la cual escuchaba también.



Pero a los ojos de Morales, Glenn y su familia no fueron los únicos en morir, también él y Rick en su versión del oficial amigable, todos murieron en algún lugar del camino y ahora son monstruos que tuvieron que hacer lo que fuera para sobrevivir. Pero este no iba a ser el mejor día para Morales, su espalda estuvo desprotegida todo el momento, y aunque Rick intentó detenerlo, Darryl termina con la triste vida de Morales con una flecha en su espalda. Para cuando Aaron regresó a su puesto de batalla, los Saviors parecen haber recibido el mensaje original de Morales de replegarse y asistir a su posición, por lo que los sobrevivientes al ataque con caminantes abandonan el lugar. Rápidamente acorralan a Rick y Darryl, dejándolos en serios problemas por las pocas municiones que tenían. Todo hubiera terminado sino fuera porque el grupo dirigido por Aaron tomaron la espalda de los agresores doblegándolos. La pelea allí había terminado.



En el grupo de Morgan, Tara y Jesus las cosas siguen tensas, los dos primeros siguen opinando que tomar prisioneros es peligroso. Morgan está colmado, sostiene su paciencia precariamente, y uno de los Saviors, el asesino de Benjamin en la temporada anterior, esta haciendo su  mejor esfuerzo por sacar de sus casillas a Morgan. El intento casi tiene éxito, por cuanto Morgan se aprestaba a asesinarlo o al menos golpearlo, pero un grupo de caminantes arremete desde una colina, causando temor entre los Saviors que caminaban atados los unos de los otros. No obstante, la confusión es aprovechada por la hilera de Saviors en la que estaba el hombre que hostigaba a Morgan, para echar a correr intentando escapar. 



Morgan les alcanza y está apunto de ejecutarlos cuando es interrumpido por Jesus, que insiste en que la decisión debe ser tomada en Hill Top por Maggie. La situación no da para más, y Morgan agrede a Jesus quien se defiende hábilmente. Para cuando la refriega termina, Morgan anuncia que no puede seguir siendo parte de esto y abandona el grupo.



Cuando consiguieron llegar hasta Hill Top, Maggie tampoco se nota muy convencida, pero pareciera estar de acuerdo en no asesinarlos. La visión humana de Maggie se hace evidente, cuando también parece perdonar al cobarde de Gregory que regresó con el rabo entre las patas. No obstante, la presencia de los  Saviors capturados y la de Gregory, podría a futuro significar una amenaza para la comunidad. Para cuando la pelea en la base que los grupos de Aaron y Rick estaban atacando, había terminado, lo único que quedaba era recoger lo que pudiera ser de utilidad. Aquí hay que hacer notar que el grupo de Rick, y el mismo Rick, ha iniciado una costumbre similar a la de los Saviors, de tomar polaroids de las muertes, hecho que puede ser usado para afirmar la tesis de Morales, de que sus versiones humanas murieron mucho antes.



Sin las armas pesadas que buscaban, todas las muertes habían sido inútiles. En especial la de Eric, que para cuando Aaron regresó a buscarlo solo le pudo encontrar a la distancia, ya convertido en un caminante. Y como la muerte quita y la vida da, Aaron le pide a Rick que le permita cuidar de la niña llamada Gracie que encontraron dentro del complejo. Al menos mientras que la lleva a Hill Top. 



Ya al final Rick y Darryl se encontraban solos, cuando una serie de disparos dieron contra sus autos. Tras ponerse en resguardo y negociar con el asaltante, ven que es solo un muchacho, al cual interrogan sobre las armas con tal de no hacerle daño. Resulta que las mismas sí existieron, y que apenas un día antes habían sido transferidas a otro sitio dirigido por Gavin



En este momento aprendemos que el grupo de The Kingdom, dirigidos por Ezequiel y Carol se encuentran precisamente allí, tras sus victorias se relajaron y dispersaron. A lo lejos se observan varios edificios altos, cuando Ezequiel concentra su mirada en estos divisa armas dirigidas hacia ellos. La alerta pareciera haber llegado muy tarde.

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