Por Cristian Peralta | cperalta@revistalevelup.com.

Tres años atrás, Bungie -compañía a quien todos siempre asociaban con HALO-, daba un giro con su nuevo proyecto luego de abandonar las filas de Microsoft. Destiny llegó con la idea de poder implementar todas las ideas que Bungie había tenido guardadas a lo largo del desarrollo de sus juegos anteriores, al momento del lanzamiento el hype y las promesas sin duda fueron un tema fuerte en Destiny sobre un juego que demostraba el porqué sus creadores lo planteaban como un proyecto a largo plazo.



Ahora en 2017, Bungie nuevamente intenta demostrar todo lo que aprendió con Destiny 2 en una entrega que promete reforzar su historia, brindar nuevas experiencias y consolidar la confianza entre sus consumidores. En Revista Level Up nos sumergimos de cabeza en este nuevo mundo creado por Bungie. ¿Estará a la altura de las expectativas? Lo analizamos a continuación.

Destiny 2: La historia que nos merecemos

Una de las grandes críticas que recibió su primera entrega fue en cuanto a su trama -eso y el terrible doblaje de Peter Dinklage, quien sería posteriormente sustituido-, la cual algunos sintieron que fallaba a la hora de presentar su trama durante la primera entrega, a pesar de haber elementos que la extendían en los primeros DLC's recibidos. No obstante, en Destiny 2, la compañía norteamericana da un paso muy positivo en este aspecto, explicando mucho mejor la historia con el apoyo de cinemáticas, narrativa y misiones que se enfocan más en contar la historia que un simple reto.

En esta ocasión la última ciudad de la Tierra se ve amenazada debido a la invasión de Dominus Ghaul, líder de un grupo de Khabals denominados 'La Legión Roja' quienes logran expulsar a los guardianes de su fortaleza, capturar al Traveler y quitarle la luz que le otorgaba la fuerza a los guardianes. A partir de aquí abordaremos una historia en busca de recuperar el poder la luz, reunir al fireteam más famoso del juego: Zavala, Cayde-6  e Ikora Ray; además de conocer nuevos personajes a lo largo del juego -como Hawthorne-, esto mientras descubrimos los secretos que rodean a la Zona Europea Muerta, Titan, Io y Nessus.



De esta manera, la trama se divide a sí misma entre operaciones y aventuras, siendo la primera una serie de misiones para ir complementando la historia, pero que también traerá más información sobre los diferentes universos que visitamos. Es de alabar que ahora las aventuras tienen mayor peso en la historia, ya que están relacionadas de manera directa, este estilo ya será algo conocido para quienes jugaron "The Taken King" en el primer Destiny, dando una buena referencia del argumento que el juego trae entre manos.

La construcción de un universo más sólido e integral

Otro aspecto a mejorar en la secuela era la interacción entre sus universos. Para fortuna de sus seguidores, en esta ocasión no sólo los universos han recibido una mejoría en toda su estructuración integral -siendo más vastos y cargados de detalles-, sino también la forma en que nos movemos entre ellos. Como punto de mejora, ahora en Destiny 2 podemos navegar entre escenarios sin la necesidad de ir a la órbita lo que hace más rápido el moverse, los eventos públicos ya no son tan secretos y es más sencillo identificarlos con tal de conseguir el loot de cada escenario.



A diferencia de su primer entrega, en Destiny 2 no existe para la antigua generación, al permitir enfocarse en la generación actual y PC permite que los escenarios tengan más detalles sobre todo en la dirección artística, la cantidad de enemigos en los escenarios incrementa considerablemente esto acompañado de una banda sonora que trabaja muy bien, a pesar de haber perdido a Marty O’Donell en este apartado.

Y finalmente, lo que a todos nos importa...


Al grano: El multijugador online sigue siendo brillante. Para nuestra suerte, Bungie tiene mucho conocimiento en esta área y su primera entrega lo hizo muy bien en este aspecto, eventos como el Iron Banner estarán de regreso durante cortos periodos de tiempo como en su primera entrega. Para el crisol en general se decidió simplificar las cosas en partidas rápidas y modo competitivo. En el primero entraremos en una serie de modos de juego entre los que encontraremos el clásico capturar y defender zonas o el capturar emblemas cada vez que derrotas a un enemigo saliendo victorioso el equipo que mayor cantidad de emblemas consiga.


Los mayores beneficios que encontraremos en el multijugador serán gracias a la forma de la distribución de armas, en la primera entrega armas como el sniper o una escopeta desbalanceaban mucho las partidas del multijugador. En su secuela, estas armas pasaron a ser super armas por lo que su munición es muy escasa, lo que disminuye la posibilidad de campear o los clásicos escopeteros esperando en lugares cerrados, marcando así la compañía un golazo en favor de los jugadores.



Así como en el primero, Destiny 2 es un juego en el que el entretenimiento crecerá exponencialmente si dispones de jugarlo con varias personas o unirte a un clan. Es también de rescatar que la interfaz en estos modos ha mejorado significativamente, ya que provee más información sobre tus aliados, algo que se facilita mejor la estrategia de cada jugada, gracias a que todos los modos se basan en partidas de 4vs4, este último aspecto puede que sea positivo o negativo dependiendo de la persona.

Veredicto final...

Destiny 2 no es un giro de 180 grados en cuanto su primer entrega -algo que tampoco necesitaba el título al dejar marcados grandes hitos-, pero sí un giro muy positivo con un producto que demuestra todo lo que se aprendió en sus entrega anterior -de lo bueno y no tan bueno-, así como en sus expansiones, aunque gran parte de ello lo podemos notar desde Taken King, principal punto de referencia de lo mejor que dejó la primera campaña y que ahora es el encargado de definir las bases sobre las que emerge Destiny 2.
                                                 

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