Por Luis Rodríguez
Breath of the Wild sigue demostrando ser un juego maravilloso. Estoy consciente de que ya muchos jugadores a lo largo del mundo ya han finalizado el mismo, más aquí estoy yo, vagabundeando por la basta geografía de Hyrule, dando lo mejor de mis horas en explorar y descubrir, en búsqueda de los sitios para encontrar a los dragones, una multitud desesperante de kologs, muchas misiones laterales, y sobre todo, siguiendo la pista a los recuerdos de Zelda e intentando dar con la Espada Maestra.



Pero alarmado por no quedarme muy atrás, decidí adelantar mi camino un poco. A la distancia los destinos se dibujaban sencillos de seguir, casi desde cualquier punto de Hyrule se les puede divisar. Al Este la Montaña de la Muerte está siempre ahí, imponente y gigantesca, pero igualmente de una u otra forma, en el horizonte se verá volando de un lado a otro a la bestia divina encargada a la raza orni. Ese sería mi destino, la bestia Van Medoh.



Tras activar la torre de Tabanta para obtener el mapa de la zona, pude ver que los orni tienen su aldea en un sector llamado Lago Orniton. Aquí se da un detalle bastante interesante, llegar a Orniton es realmente sencillo, y fuera de la oposición de algunos enemigos, no existen situaciones en las que Medoh obstaculice mi camino, como sí lo hiciera el calor del desierto y Van Naboris, o bien las lluvias inclementes de Van Ruta. No, para mi que voy a pie no existen problemas, más que escuchar los rugidos de la bestia a la distancia, la amenaza está arriba, muy arriba, allí donde los orni necesitan estar.



No obstante, la mayoría de los orni no muestran una actitud particular de “por favor ayúdanos” que sí se presentaba entre las gerudo y los zora. La presencia de Medoh en los cielos es obvia, pero después de eso se negaban a hablar del asunto, inclusive, ninguno ha reconocido a Link o su Sheikah Slate, como que sucedía inmediatamente en las otras aldeas. ¿Por qué?



Al llegar al patriarca de la aldea, un viejo búho llamado Tecón, este sí parece tener una mejor actitud, explicándome que dos de sus mejores guerreros han intentado derribar a Van Medoh, pero sin tener éxito en la empresa. Inclusive uno ha resultado herido y el otro, llamado Teba, se ha auto desterrado de la aldea hasta que consiga derrotar la gigantesca bestia. Reconociendo la Sheikah Slate, no como un objeto único, me cataloga como un heredero del campeón que luchó junto a Revali, el gran campeón de la antigüedad. Creo que ya voy oliendo por donde va la cosa.



Así que para conseguir mi objetivo de recuperar el control de Van Medoh, me es obligatorio aliarme con el guerrero Teba. Su esposa me indica que se encuentra en el lugar conocido como Zona de Entrenamiento, lugar que han usado los mejores guerreros orni, para desarrollar sus grandes habilidades como arqueros. En el cielo, Medoh surca el horizonte una vez más, al visualizarlo, una nueva memoria acude a la mente de Link, que de pie en la Plaza Revali, recuerda a su antiguo camarada, más el recuerdo no es precisamente agradable.



Revali, desde el inicio se muestra despreciativo hacia el campeón hyliano, a quien de forma abierta lo califica como inmeritorio del galardón que los otros pueblos le otorgan, por el mero hecho de llevar la Espada Maestra, la cual tampoco le impresiona. Inclusive llega a afirmar, que con sus habilidades sería suficiente para derrotar a Ganon


Esto me explica el por qué nadie en orniton reconoce a Link, al pensar que Revali debió vivir bajo el refrán de que las águilas no comen moscas; Revali simplemente nunca le habló a nadie del papel de Link, y seguramente se limitó a contar sus glorias, evitando que la figura del hyliano se transmitieran con las generaciones.



En fin, saliendo de la aldea, con camino hacia una zona nevada, se encuentra la Zona de Entrenamiento, allí encuentro a Teba, aquel guerrero que juró no regresar a la aldea hasta devolver la paz a los cielos de Tabanta. 



A duras penas, se le puede convencer de permitir a Link acompañarlo, dado que Teba rechaza la idea de que el Patriarca le cuente a cualquiera sobre los problemas de su pueblo. Más, al demostrar que Link es también un habilidoso arquero, su frialdad se disipa inmediatamente; y sin más dilación, ambos nos encontramos en el aire, trazando un plan para derribar los cañones y defensas de Van Medoh.



En el aire, a la mayor altitud que pienso el juego permitirá, Link y Teba se separan, para que el último atraiga hacia sí los disparos de la bestia, y así, Link con el uso de la paravela, se acerque lo suficiente para disparar flechas explosivas contra las armas y abrir el camino hasta el interior de Medoh.



El mecanismo interior de la bestia es por mucho, más sencillo que el de Van Naboris, limitándose a inclinaciones a la derecha o izquierda, pero es ésta limitación la que nos obligará a ser imaginativos para conseguir la activación de las terminales. Y es que una vez puesto un pie en Medoh, la voz de nuestros antiguo “camarada”, que nada más para empezar, le reclama a Link por tardarse 100 años en llegar.




Sin su ayuda, Link idea como utilizar el mecanismo de Medoh, para activar las terminales y obtener una poco decidida aprobación del mal agradecido fantasma. Una ventila en el piso, casi a la entrada de Medoh, nos ayudará para que con la paravela, subamos al piso superior de Medoh, el cual se encuentra al aire libre.



Allí encontraremos la unidad central, la cual intentar activar, revelará la presencia del engendro de Ganon que controla a Medoh, y el cual, hace 100 años, mató a Raveli. En su presencia, el espíritu del orgulloso orni parece olvidarse de su enemistad con Link, y aunque con un poco de dificultad, llega a pedirle a nuestro héroe haga venganza de su caída. 



La Ira del Viento no es un jefe particularmente difícil, de hecho la simpleza con que flechas y el uso de la paravela pueden hacerlo caer, lo convierten en un excelente candidato para ser la primera elección al comenzar el juego, dejando para después quizás, a Rayo y Agua.



Al finalizar la pelea, hubiera esperado que Raveli cambiara su actitud, y que le diera al menos un gracias a Link, pero no, desearía que este pollo sobre vitaminado estuviera a un paso de convertirse en un Po. 



Al menos admite que Link es un gran guerrero, pero por supuesto esto le tomó 100 años de reconocer, y no pareciendole poco, se atreve a insinuar que Link deberá agradecerle a él cuando lo ayude en el Castillo de Hyrule. Vaya actitud.



Así, la paz ha regresado finalmente a Orniton, Medoh se localiza ahora sobre la gran roca en el centro del lago, amenazante a cualquiera que intente dañar a los orni, y desde ya, teniendo en su mira a Ganon. La lucha final se acerca, relativamente, todavía hay mucho que explorar en Hyrule, y una espada que encontrar.


La región de los orni parece ser la zona idónea para arrancar la caza por las bestias divinas, aunque su campeón ocupe el lugar del menos agradable de los campeones. En comparación con Mipha y Urbosa, sinceramente, te puedes quedar muerto Raveli.

***


Luis Rodríguez - Ingeniero informático y escritor. Fiel defensor de Megaman y Metroid. Apasionado de los vídeo juegos de la Gran N. Escribe regularmente en nuestra sección de Nintendo CR.

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