Por Revista Level Up

"My name is Guybrush Treepwood and I want to be a pirated!". Hoy se cumplen 25 años de haberse escuchado una de las frases más míticas que nos brindado el octavo arte. Fue un 4 de septiembre de 1990 que el mundo presenciaría por primera vez la legendaria introducción de The Secret of Monkey Island, el juego que cambiaría para siempre la industria de los videojuegos.


De vuelta a 1990...

En su 25 aniversario, rendimos homenaje a su inconmensurable legado a través de la voz de Rosa Leitón, Noelia Clemente, Pablo Quesada y Diego Delfino para repasar cuales fueron los momentos más significativos que capturaron su atención y que sin importar el paso del tiempo, siempre conversarán en su memoria. Así que agarren su jarra de grog, leven anclas, izen velas, que The Secret of Monkey Island nos espera. 

Ask me about Loom -  Rosa Leiton 


Hace muchísimos años, recuerdo haberme sentado frente a la computadora con mi hermana y conocer a Guybrush. Él era un simple muchacho con un gran sueño: Quería ser un pirata. Y es que, ¿quién no ha querido ser un pirata en su vida? Así que decidimos acompañar al personaje con el nombre más particular en la historia de los videojuegos -¿quien se llama Guybrush Trepwood?-, en su aventura por cumplir las tres pruebas del pirata y encontrarnos en el camino con el terror de los siete mares: el abominable pirata LeChuck y experimentar este mundo donde abundan el grog, donde "que apropiado, peleas como una vaca" te puede hacer ganar una justa y donde un mono de tres cabezas es la excusa perfecta para huir de cualquier situación, eso sin olvidar su línea directa para jugadores -algunos usuarios que no podían resolver el misterio del diskette 22 llamaban para pedir ayuda-, de la que hicieron mofa en su segunda entrega y sería la base del trailer remasterizado en el 2010.


Remasterización en su estado más puro

Además, en este juego conocí a Elaine Marley, la gobernadora de la isla, la única que se postuló para este trabajo. La cual es una mujer tan fuerte, inteligente e independiente que se salva a sí misma cada vez que el pirata fantasma LeChuck la secuestra (coff. coff. Peach. coff coff) y que incluso saca a el torpe de Guybrush de todos los apuros que se mete gracias a su manera tan especial de resolver las cosas. Todo esto es lo que hace a Monkey Island un juego tan brillante gracias a una historia que no olvidarás nunca. Una gran aventura que atesoraras como uno de tus más grandes botines. So, tell me about LOOM".


Monkey Island: Un mundo que te engancha de principio a fin - Diego Delfino


¿Porque Monkey Island es uno de mis juegos favoritos? Primero, la música, que todavía hoy sigue sonando en mi cabeza cada vez que siento la necesidad de escapar de la realidad. Lo segundo (que va de la mano con lo primero) es la ambientación. A pesar de todas las limitaciones técnicas a nivel de audio y video de la época los diseñadores y programadores del juego lograron crear un mundo tan convincente que era inevitable quedar enganchado de inmediato. Apenas arrancaba el juego ya uno se sentía en las botas de Guybrush. Lo tercero y más importante: el humor. Una aventura gráfica funciona cuando emociona y entretiene por partes iguales. 



Risa, susto, enojo, alegría, congoja, pena ajena, absoluta felicidad, Monkey Island lo tenía todo. Para mí fue es y seguirá siendo por siempre, el juego perfecto. Bonus: Te obligaba a usar la cabeza. Podía ser inmensamente frustrante, no había internet, tardabas semanas intentando avanzar. De hecho, en mi primer intento, no logré terminarlo. Nunca encontré la puta raíz (eso es lo peor, casi casi lo había concluido) por lo que tuve que esperar más de 10 años para conseguirlo de nuevo y darme el gusto de cerrar ese capítulo. Valió completamente la pena.

Una doncella que no necesita ser rescatada - Noelia Clemente


Monkey Island fue el juego con el que aprendí a leer. Fue mi cartilla de lectura desde que mi padre se negó a leer más textos en voz alta mientras yo jugaba, con apenas 4 años. Mi edad fue el motivo principal por el que, por aquel entonces, y para mí, este mítico título fuera de humor y suspense a partes casi iguales. Por esa misma razón, me impactó profundamente el momento en el que el bueno de Meathook mostraba el monstruo que le arrebató la mano. El temible engendro que, explicaba, le había desfigurado, me estuvo persiguiendo en mis pensamientos durante largo tiempo. Recuerdo con gran detalle, en mi mente, cómo los ojos de Guybrush se teñían de un brillo verdoso mientras este aparecía. Parecía un simple loro, ¡más seguro que debía de esconder algo realmente amenazante! 


Por supuesto, según pasaba el tiempo, iba comprendiendo que escenas como ésta estaban hechas para arrancar una sonrisa del jugador. Pero todavía recuerdo con cariño el terror que me causaba dicha escena u otras, como la batalla final o el escenario de los caníbales. Podría mencionar grandes momentos que recuerdo con especial ilusión, como la batalla contra la Sword Master (siempre admiré a Carla), la fiesta de Mardi Gras, los duelos de insultos, el hundimiento del barco, la pelea con banjo. Pero, si debo hablar de uno en concreto, tendrá que ser, sin duda, del principio del desenlace de la primera entrega. 



Cuando, tras irrumpir Guybrush en la iglesia para detener la boda -al mejor estilo del graduadado-, Elaine descubre el plan ideado por ella misma para evitar casarse con LeChuck. Si bien debemos ser nosotros quien terminemos de una vez por todas (o eso pensábamos) con el vil pirata fantasma, el ingenio y la audacia de la gobernadora la convirtieron en una gran heroína para la niña de 4 años que una servidora era por aquel entonces. Y hasta ahora.


La conversación más hilarante de mi vida - Pablo Quesada


¿Cómo no amar un personaje al que le ponen el nombre de su archivo? ¿Quién hubiese pensado que diseño al que sus creadores tan solo llamaban como 'el tipo' (Guy) -y de extensión .brush-, se convertiría en uno de los piratas más legendarios de la industria? Si algo define a Guybrush Threepwood y toda su aventura es precisamente la razón detrás de su nombre. Eso y la receta del Grog cuya fórmula contiene: queroseno, glicol propílico, endulzantes artificiales, ácido sulfúrico, ron, acetona, tinte rojo nº2, SCUMM, grasa para ejes, ácido para baterías y pepperoni. Una verdadera delicia que incluso destacó hace unos años a través de la noticia de que algunos jóvenes habían visto la receta y buscado recrearla. Oh. Las nuevas generaciones.


Worf. Wuf. LeChuck?

Sin embargo, uno de los momentos que más recuerdo del juego fue encontrarme con Spiffy en The Scumm Bar y ser participe de una de las conversaciones más hilarantes que disfrutado en mi vida, al ver como Guybrush era capaz de traducir el lenguaje perruno y entender cada palabra que Spiffy le decía sobre lo que estaba aconteciendo en el juego. Una palabra: legendario.


Monkey Island: Donde todo comenzó - Pablo Vargas


The Secret of Monkey Island fue el inicio de una edad de oro para Ron Gilbert y Tim Schaffer, llegando a consolidarse, más de dos decádas después como el mejor ejemplo del legado dejado atrás por Lucas ArtsCon un guión cargado de autoparodias y referencias de la época, Ron Gilbert nos presentó la historia un protagonista impensable que sueña con ser un pirata. Un simple deseo que llevará a Guybrush Threepwood a través de una travesía sin precedentes a lo largo del mar caribe hasta encontrarse con el temible capitán  LeChuck, no sin antes disfrutar de una aventura de antología llena de humor a graneles, personajes secundarios que nunca sacarás de la mente y una isla que nunca podremos olvidar.


1-900-740-JEDI

Piratas que se baten en duelos de insultos, fantasmas con hambre, caníbales que cuidan su dieta, vendedores de barcos, un pollo de goma que sirve de polea, un árbol que te pide insertes el único diskette que no tienes en tu colección, y un bar con perro incluido en el que sirven grog y tras la muerte de Lucas Arts terminaría convirtiendo en la motivación para escribir sobre videojuegos y dar vida a este proyecto, cuando comenzamos The Scumm Bar, el padre espiritual de lo que hoy es Revista Level Up, y la razón principal que encabeza este especial en su 25 aniversario.



Si nunca tuvieron la oportunidad de jugar esta joya del octavo arte en su versión original, hace un par de años salió la versión de colección para PC, Xbox 360 y PS3 que hace realmente honor a la palabra remasterizada, al ser no solo una belleza gráfica -todos los diseños fueron hechos nuevamente a mano-, sino que también incorpora las voces originales de su tercera entrega -las primeras dos en 1990 no tenían audio-, y una serie de extras que realmente les sacarán más de una sonrisa, como el siguiente trailer que habla un poco de la experiencia de sus creadores de rehacer el juego de nuevo. Una pequeña muestra de lo grande que es Monkey Island



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