Por Revista Level Up.

Quienes nacimos a finales de los 70's y mediados de los ochentas y 90's podemos considerarnos una generación privilegiada. Una generación que tras concluida la jornada laboral de ocho horas, a través de esas barbas desaliñadas y trajes ejecutivos, escondemos un niño que sus treinta y tantos años, sigue siendo fiel fan de Batman o Iron Man, sueña con viajar en el tiempo en un DeLorean, y no tiene temores a esconder su pasión por Die Hard y Super Mario. Somos parte de lo que los especialistas llaman los "kidult". Una generación de niños que se niega a crecer. Por eso, hoy en nuestro día, queremos rendir  homenaje a ese niño(a) interno que resiste a dejar sus sueños. 

Para ello nuestro equipo de especialistas en Level Up contestó a la pregunta ¿cuál videojuego marcó tu infancia? y ha realizado un pequeño viaje en el tiempo para recordar cuáles fueron esas entregas que dejaron huella en la memoria, y estas fueron las joyas que cada uno desempolvó:

Gabriela Salas - Chrono Trigger


Tuve la oportunidad de jugar Chrono Trigger cuando tenía solo 7 años, apenas sabía leer y escribir, pero aún así ese juego tenía algo que me llamaba la atención, por eso debía jugarlo. Para ese entonces me guiaba mucho por los “dibujos”, por lo que me contaba mi hermano y por las horas que duraba para buscar una palabra en un diccionario, sino, no podía avanzar, por ello, cada vez que pienso en Chrono Trigger recuerdo muchas cosas de mi infancia, pero principalmente lo importante que fue para mí el juego en esa etapa. 

"In our world, every storm has an end. Every night has a new morning. Whats important is to trust those you love, and to never give up. We must all keep hope alive." –Nun, Cathedral, 600 AD

Gracias a Chrono Trigger empecé a tener un gusto por los viajes en el tiempo, los robots y la ciencia. Así como también descubrí mi amor por los gatos. Además, aprendí que la amistad es para siempre y no tiene distinción, no importa si tus amigos son sapos, robots, princesas o vienen de otra era, ellos siempre van a estar ahí apoyándote. Que la voluntad y la valentía deben siempre estar presentes en nosotros para afrontar las pruebas de la vida (más cuando se trata de salvar al mundo). El amor lo encuentras en donde menos te lo esperas. Y el futuro siempre se puede cambiar, pero siempre recordando que cada acción tiene sus consecuencias.

Rafael Vargas - Street Fighter II



Si tuviera que elegir un juego que marco mi infancia ese sería Street Fighter II de Super Nintendo, era 1995 y en aquel momento no se conocía en nuestro país ni el 64 ni a Playstation por lo que era increíble poder ver esas peleas que parecían más caricaturas, algo bastante llamativo para un niño de apenas 4 años. 


Cuando lo jugué por primera vez, en la sala de videojuegos de mi hermano (que solo tenía Super Nintendo y Sega Genesis) el título de RyuKenBlanka y Bison marcaría mi infancia y empezaría mi amor por este bellísimo séptimo arte. Al día de hoy sin ser mi saga favorita o tan siquiera mi género favorito, sigo amando Street Fighter por todo lo que significó en mi niñez.

Johan von Lindeman - Asteroids


Asteorids de Atari fue el primer juego el cual me hizo tomar un control en mi niñez, por horas. No es que fuese bueno jugandolo, simplemente algo de esos gráficos lineales y el llegar lo más lejos posible, me hicieron querer adentrarme más en los video juegos. 



Atari fue mi primera consola. Recuerdo tener uno de esos casettes con 300 juegos o más, sin embargo Asteroids me mantenía regresando por más. Porque yo no veía los gráficos cutres, yo veía mi nave cursando el ciberespacio, y destruyendo todo los asteroides que me impedían llegar a casa. 

Charlie Odow - Pokémon Silver


Este año es el turno de Pokémon en mi espacio. Y sí, Netflix ha influido en mi decisión ya que recientemente se ha agregado la Liga Indigo a su maravilloso catálogo. Aunque creo que siempre alguna entrega de Pokémon debería tener su espacio en las lista de juegos de infancia, por su calidad, longevidad, impacto, diversidad y por supuesto porque marcó toda una generación y al parecer lo seguirá haciendo, porque sin importar el número de monstruos de bolsillo que aparezca cada año, o entregas de consola, siempre esperamos con ansias conocer ese nuevo pueblo, derrotar a los líderes de gimnasio, conocer las rutas y sus misterios y por supuesto escoger nuestro compañero de viaje, brindándole respuesta a una de las decisiones más fuertes de todo amante de la serie: ¿agua, fuego o  planta?


Hablando de generaciones, ¿sabían que para la sexta generación el número de Pokémon registrados ya supera los 700? 

Por eso Escogí Pokémon Silver. Porque es mi juego favorito de la serie, sistema de día y noche, nuevos comienzos en un mundo familiar, viajar por Johto y luego la increíble sorpresa de regresar a Kanto, Totodile... En fin, mi niño interno le agradece en este día a Pokémon Silver, ya que por aventuras como estas se mantiene vivo y sonriendo, más fuerte que antes. Y dónde personas solo ven un simple juego, uno encontró y atrapó valores como  responsabilidad, lucha, perseverancia, amistad y familia.



Daniel Solís - A Link to the past


El juego que me marcó desde niño fue The Legend of Zelda A Link to the Past. Ese juego me hizo ser perseverante en lograr las cosas que quiero en la vida. Esto porque es un juego difícil, pero por suerte lo suficientemente genial para mantenerte enganchado a la historia, tanto que fue el primer juego que me hizo amanecer jugando.



Caminar de la escuela a la casa para volver a jugarlo se convertía en una gran aventura en mi niñez. Me sentía como Link en el recorrido, esquivando carros y personajes imaginarios, simulando tener una espada y derrotando monstruos en el camino, continuando mi aventura tanto dentro como fuera de Hyrule. Porque no importase que dijese mi mamá: Yo era Link

Paul Venegas - Dragon Ball GT: Final Bout


Para muchos, el día del niño les trae recuerdos de infancia. Salir en las tardes a jugar con los amigos, subir a los arboles etc, Pero para otros, como en mi caso, solo trae recuerdos de aquellas partidas épicas de videojuegos, donde uno buscaba siempre ser el mejor del barrio, como me pasó Dragon Ball GT: Final Bout en PS1. Para mi este juego fue uno de los que más disfrute a lo largo de toda mi infancia. Empezando porque Dragon Ball estaba en su mejor época y aunque aún es un anime que deseamos ver y disfrutar. En ese momento eran otros tiempos. 



Recuerdo que destruimos los controles ya que muchas veces habían un choque de poder y el que ganaba dicho choque era el que mas rápido presionará un botón en especifico a tal punto que ese botón al poco tiempo dejaba de funcionar y había que comprar un control nuevo. Los torneos de barrio siempre eran a más no poder y si no era porque nuestros padres llegaban por nosotros creo que nunca acabarían, y aún siguen presentes en mi memoria. 

Josue Araya - Legacy of Kain: Soul Reaver



El juego que marcó mi infancia fue sin dudas Soul Reaver, el primero de la saga. Recuerdo que un amigo siempre me hablaba de un juego "sul reibor" "sol reiber" o algo así; no recordaba bien el nombre y mucho menos podía pronunciarlo correctamente -no es como ahora en las escuelas que les recetan inglés a diestra y siniestra, uno se la jugaba con lo básico-, pero con tan solo 10 años me fascinaba oír de aquel misterioso juego de vampiros.



Un día en un kioskito de juegos quemados de PlayStation -sí, eran otros tiempos-, lo vi: Legacy of Kain: Soul Reaver. Ahí empezó la aventura de aquel juego de mapas confusos y puzzles de gran dificultad todo con una estética oscura y sangrienta para finalmente cerrar con una complejisima historia, que era cronológicamente perturbada por viajes temporales. Raziel en persona tomó mi alma y la dejo unida a este juego maravilloso. Por toda la eternidad. 

Valeria Castro - Metroid Fusion


No hay una sola palabra que pueda describir mejor mi infancia que Metroid Fusion. Cada segundo que no pasaba en la escuela lo disfrutaba frente al ordenador disfrutando las aventuras de Samus en mi emulador de Gameboy Advance. ¡Hey! No me miren así. Apuesto a que más de uno también lo jugo en un emulador al no tener la consola. En fin, recuerdo que en esa época tenía como tradición pasar todo el juego en un día, ya que era sencillo una vez que llegaba a memorizar todo lo que se hacia en cada sector para avanzar, además de que sabía en que momento me iba a esconder por que aparecía el famoso "SA-X", quien me daba escalofríos cuando aparecía. 


Metroid fue una de las adicciones de mi infancia, pasaba toda la tarde jugando, si acaso me levantaba para comer o ir al baño, pero de ahí en adelante nada me levantaba de la silla, y mi mamá no entendía porque me gustaba tanto. Pero ese sentimiento de jugar y jugar sin parar, e ir descubriendo la historia del juego era tan maravilloso, que por eso y más Samus fue parte siempre de mi infancia y ahora de mi presente. 

Geovanny Mendoza - Resident Evil 3


Como fanático que soy de la saga, sin lugar a dudas este juego lanzado en 1998 despertó el sentido de curiosidad en mí. Como todo niño, la inocencia se desborda en nuestras mentes, no sabemos qué pasará, desconocemos en muchas ocasiones el trasfondo del juego, pero todo esto al invadir nuestras pequeñas mentes nos llevaba a sumergirnos en la historia, examinar cada uno de los ambientes, elementos con tal de conseguir algo para sobrevivir y conocer que estábamos haciendo en ese momento. 



Me identifico con esta entrega, porque a pesar de que infundía gran temor por sus escenarios tétricos, grandes sustos que te provocaban soltar el control, no eran impedimento para seguir jugando (aunque todo el cuerpo te tiemble); lo que es muy importante en la vida, ya que siempre es necesario enfrentar miedos y animarse a seguir adelante a pesar de que las cosas no pinten del todo bien, siempre llegaremos a un resultado positivo. 



Luis Rodríguez - Mega Man 4



Cuando a mi casa llegó el primer NES venía tan solo con dos juegos: Super Mario 3 y Mega Man 4, siendo este último el juego con el que me enganché con más intensidad. La acción, la música y el asombroso gameplay me marcó de forma increíble, Mega Man se convirtió en un héroe que por ahí de los 9 o 10 años era mucho poder para que mi imaginación infantil lo pudiera manejar serenamente. 


La belleza de sus escenarios, la épica música de las batallas de jefes y uno de los juegos más balanceados de Robot-masters y sus respectivas armas son uno de los recuerdos de mi infancia gamer. El giro de trama del Dr. Cossack a Dr. Willy me dejó sin habla. Una y otra vez volvía jugarlo después de la escuela. Porque aunque jugábamos muchísimo el Super Mario 3, era cosa normal que entre mi hermano y yo, todos los días, nos sentábamos a pasarlo de nuevo, primero yo o él, y luego ver como el otro hacía lo mismo, fueron muy buenos momentos, muy fraternales. De lo mejor de mi infancia y mi videojuego favorito de todos los tiempos.

Rosa Leitón - Monkey Island


Muchos videojuegos (especialmente en sus inicios) han usado la carta de salvar a una damisela en apuros, de mostrar a la mujer como un ser inútil e indefenso... Monkey Island llegó a parecer en un momento esta clase de juego, sin embargo nos sorprende de buena manera. En Monkey Island se nos presenta a Guybrush como el personaje principal, un aprendiz de pirata torpe y algo tonto, el cual se enamora de Elaine, la gobernadora de las islas Mêlée, Booty y Plunder. Desgraciadamente el torpe de Guybrush no es el único pretendiente de Elaine, por que el pirata fantasma LeChuck también se obsesiona con ella hasta llegar a secuestrarla. 



Elaine fue una gran modelo a seguir en mi infancia,  un personaje fuerte, inteligente,  capaz, independientemente... La única que se postuló al puesto de gobernadora sabiendo la suerte que habían tenido los anteriores (ya se imaginarán) y quien se convirtió en una figura de autoridad en un mundo de hombres (piratas) a quien todos respetan sin tener que influir miedo. A parte ella siempre se salva a si misma de todas las situaciones con planes inteligentes (que Guybrush arruina) y termina salvándolo a él,  por que a pesar de ser un tonto, ella ama su buen corazón. 



Elaine me enseñó a ser segura de mis capacidades, a tener iniciativa, a perseverar y luchar por lo que quiero aunque los demás me digan que fracasaré y a salvarme a mi misma de los tiempos difíciles, sin esperar sentada a que alguien lo haga por mi. Aparte de ella, Monkey Island (junto con otras aventuras gráficas) me enseñaron que la historia es lo más importante de un juego, a razonar, resolver problemas y pensar fuera de la caja (pollo con polea) y sobre todo, a divertirme sin tener que volarle los sesos a nadie.

Pablo Vargas - Indiana Jones and the Fate of Atlantis


Indiana Jones. En un juego de aventura gráfica. Desarrollado por Lucas Arts. Básicamente esas tres frases pueden definir a la perfección mi infancia. Un videojuego con una historia tan apegada a la esencia de la saga que bien pudo convertirse en la obra cinematográfica más destacada del Dr. Jones, y cuya trama se encuentra fundamentada en un guión adictivo, lleno de personajes memorables y villanos de galería, que nos sumerge en el búsqueda imparable de una reliquia relacionada con la mítica Atlantida. 



Para un niño que seis años que apenas está empezando a leer, Indiana Jones and the Fate of Atlantis fue una experiencia incomparable, Entiéndase descubrir Radio Colorín y a Pecos Bill en un mismo día -sí no sabe de lo que estoy hablando, hágase un favor y escuche está canción, que al final de cuentas hoy es el día del niño-, por lo que desde el primer momento el juego me capturó con sus personajes -lo siento ElaineSophia Hapgood siempre será mi primer crush-, sin dejar una aventura increíblemente vertiginosa que nos hacían recorrer escenarios tan diversos como la antigua Tikal, pasando por los clásicos Montecarlo y el desierto del Sahara, hasta la inolvidable Azores mientras el Tercer Reich siguen cada uno de nuestros pasos en una carrera contra reloj por hacerse con la pieza sagrada que puede definir para siempre el futuro de la humanidad. 



Amo The Secret of Monkey Island. Siempre lo amaré. Pero Indiana Jones and the Fate of Atlantis fue el valhalla de mi niñez. Una experiencia casi eclesiástica -como escuchar a Nancy Wilson interpretando Stairway to Heaven en el homenaje de Led Zeppelin-, que aún hoy sigue estando en el top de juegos personales que recomiendo cada vez que puedo (comprar aquí en Steam) y que marcaría para siempre mi vida, al construir a través de su historia cargada de acertijos, misterios, pistas indescriptibles y alta dosis de aventura un verdadero monumento en lo más profundo de mi corazón. 

Sin duda que los años pasan pero las experiencias nunca se van de nuestro lado. Grandes juegos que dejaron huella en nuestra niñez. Clásicos inmortales que nunca olvidaremos, y que hoy rendimos homenaje. ¿Y ustedes amigos (as)? ¿Cuales juegos fueron los que marcaron su infancia?


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