Por Moisés Mora Parra

A poco más de un año de que la actual generación arribara, es hora de realizar un equilibrio, ver qué tanto se han movido las cosas y en qué estado nos tienen las tres consolas de las compañías más famosas de nuestro medio. Ahora bien, esto no se trata de crear una entrada incendiaria (aunque muchos la verán así) sobre quién gana y quién pierde la octava generación de consolas, pues argumentar tal insensatez corresponde a los sofistas y fanáticos quienes viéndose en la obligación de defender un punto, no encuentra otra mejor alternativa que descalificar a la competencia.

¿Qué hace a una consola una consola?



Hablemos de lo importante: ¿por qué razón nos compramos una consola? Si bien todos tenemos razones válidas para adquirir o no un producto, por lo general existen dos tipos de consumidores en esta bella industria. En primer lugar tenemos al consumidor fiel a una marca, que, a falta de recursos o de reconocimiento hacía la buena labor de otras empresas decide comprar solamente la marca que le reporte mayor satisfacción personal, es decir, son personas que solamente aportan al mercado con una marca; en segundo lugar tenemos al consumidor crítico, esta persona ya sea porque tiene los recursos o porque desea experimentar todas las experiencias que ofrecen las distintas marcas, compra una o más marcas.

La palabra marcas en el párrafo supracitado no es una mera ligereza de mi parte, sino que, en realidad los consumidores no compramos una consola, compramos una marca con todo lo que de ello deriva; comprar un Play Station 4, un Xbox One o un Wii U son sinónimos de preferencias según nuestros gustos por una marca particular, la cual se compone no sólo del hardware que cambiamos cada generación, sino además del software que consumimos, los servicios y el tipo de personas con las que jugamos. 

Dicho esto, a la consola (que está compuesta por piezas de software en un ejercicio de ingeniería) no la hacen sus componentes, la hace su especialización para correr juegos y sus juegos. Esto no es un apunte de mera ligereza, el poder, los servicios basados en web y la resolución son añadidos estériles si no se cuenta con lo básico para que una consola funciones: juegos.

¿Qué hace a una consola mejor que otra?




Como dije anteriormente, este es un debate subjetivo, podemos estar de acuerdo que una máquina es más o menos potente, que está mejor construida o que brinda mejores servicios. Sin embargo, lo que realmente hace una consola mejor a otra es la calidad de sus juegos, y éste es el punto medular no sólo del título, sino del presente editorial. 

Hablar de un fracaso es repentino para cualquiera de los tres colosos que se disputan  nuestros gustos, pero lo que sí ha sido un fracaso hasta el momento ha sido la oferta que ofrecen las compañías de entretenimiento. A excepción de juegos que han brillado por calidad en el Wii U, todavía no experimentamos un juego en el que podamos decir: ¡para esto es que ocupan tanto poder! Y no hablo únicamente de títulos exclusivos, hablo también de títulos de terceros que han quedado a deber como Assasin's Creed Unity o Evolve, quienes prometiendo la mayor de las revoluciones en las consolas, tuvieron que conformarse con poder jugarse (en el primer caso) y con comprar un juego dependiente de internet y que además te venden en secciones bajo un esquema de DLC forzado.

Existen eso sí contadas excepciones como Far Cry 4, o el reciente Dying Light, que pueden invitar a quienes no lo hayan hecho a adquirir una consola nueva, sin embargo, estos también están en PC y probablemente puedan ser adquiridos a un precio mucho menor en esta plataforma y con mejores ediciones. Dicho lo anterior, lo preocupante es ver que ningún título exclusivo ha logrado transmitirnos la idea de estar en una generación que merezca ser consumida.

El asunto relevante en el caso de esta generación es que pareciera que la consola que está haciendo las cosas bien es la colera de toda la generación y que la consola que tiene buenos juegos pero que no ha llenado las expectativas de quienes la adquirieron siga vendiendo como pan caliente. Estos son dos enfoques que hablan de los consumidores de la industria, no compramos consolas por lo que nos ofrecen, las compramos por la promesa de lo que nos ofrecerán.

Si bien en la generación pasada el Play Station 3 tuvo juegos increíbles incluso hacia el final de su ciclo de vida, esto respondía a una lógica que no es de recibo en esta generación: tenía una arquitectura tan compleja y poderosa que era muy difícil hacer buenos juegos en dicha plataforma, hasta que los programadores se acostumbraron y pudimos disfrutar de ports muy buenos y además de exclusivas insuperables como The Last of Us, Ahora con una nueva consola con arquitectura de computadora e idéntica a la de la competencia, es difícil entender porqué no hemos tenido el juego que haga irresistible al Play Station 4  o al Xbox One.

Conocer toda la potencia de una consola lleva tiempo, ese es un asunto que le pasó cara factura a Nintendo  con el Wii U (sumado a la que probablemente sea la peor campaña de marketing de sus consolas hasta ahora) sin embargo, un año después de lanzada la sobremesa de los de Kyoto pudimos disfrutar de juegos increíblemente buenos y que incluso ya estaban disponibles desde antes como Pikmin 3 o The Wonderful 101. En el caso de Xbox One y Play Station 4, y aunque sabemos que llevan poco más de un año en el mercado, seguimos esperando un juego que aunque sea poco rentable sea todo un éxito en la crítica.  

Ahora bien, al día de hoy podemos hacer una aseveración sin considerarnos fanáticos de una marca en específico, la consola de Nintendo tiene el mejor y más variado catálogo hasta el momento, de eso no hay duda, el problema no es el catálogo actual de la consola, es su futuro. Quienes tuvimos Wii la generación pasada comprenderán a la perfección lo que les digo cuando hablo del abandono en el último año de vida de una consola que definitivamente daba para más.

Quienes tienen Play Station 4  probablemente entenderán del compromiso de Sony  con sus consolas a largo plazo, ahí probablemente radica la fidelidad y el éxito en ventas de su nueva plataforma (y una campaña de marketing brillante que se aprovechó de las debilidades de su contraparte estadounidense).

Para aquellos que poseen un Xbox One entenderán además que Microsoft tiene dos puntos importantes a su favor: una estructura en línea sólida que consolida su posición en la nueva dirección de los juegos (servicios en línea más allá de ser productos completos) y una cantidad de dinero abrumador que le permite hacer inversiones de riesgo. Esto sumado a un giro en su campaña de marketing han logrado que la consola tenga buenos resultados.

Para terminar, llamar a la industria: "una industria al revés" no es asunto fortuito, seguimos consumiendo igual o mayor contenido que antes, pero no de mayor calidad como se nos prometió por parte de Microsoft y Sony, sin embargo, Nintendo quien realmente se ha preocupado por sus consumidores con juegos que cumplen su objetivo no ha logrado despegar en un éxito que replique a su consola antecesora. Al final nosotros como consumidores tenemos un poder enorme, sólo que tendremos que recordar la famosa frase del Tio Ben: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad".



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Moisés Mora - Politólogo. Apasionado de la música, el manga, los videojuegos y el séptimo arte. En su tiempo libre, disfruta de hacer mezclas, y escribir sobre sus pasiones en nuestra sección de Cultura y Videojuegos.

4 Comentarios

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  1. Buenas estoy completamente de acuerdo con este anailisis, en lo personal soy consumidor de pc mas que de consolas, siempre he comprado las de nintendo, mas por fan que otra cosa pero cuando me preguntan sobre nintendo siempre doy con sus fallas, no las obio... te felicito por tu critica franca

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  2. Buen articulo la verdad de las consolas de nueva generacion solo tengo el wiiu pero me gustan los videojuegos y no me encasillo a una sola consola ya que tengo de las 3 principales marcas aun asi mi inclinacion es por nintendo donde sus promesas son a corto plazo y sus juegos son completos nada de producctos a medias que necesitan parches de muchas gigas cada ves inicio la consola ademas de que ps4 y x1 para mi son practicamente la misma maquina y algunos de sus juegos aun salen en la anterior generacion .

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  3. Como puse en el facebook

    Estuve leyendo la nota, pero no la pude comentar en su momento, estoy de acuerdo con la mayoría de puntos, excepto cuando dice: "a falta de recursos o de reconocimiento hacía la buena labor de otras empresas decide comprar solamente la marca que le reporte mayor satisfacción personal"

    Yo soy bastante apegado a Nintendo, por x o y razones. Pero eso no quiere decir que deje de reconocer lo que las otras empresas hacen, son bastante buenas, pero no apelan a mis gustos. Por tanto, aún pudiendo, no adquiriría sus productos, a pesar de que Shadow of Mordor me tentó fuerte de adquirir un ps4. Pero habiendo intentado con el ps3, no terminan de llenar lo que espero de los video juegos. El ejemplo de The Order, un juego que se muestra pleno de lo que la producción actual ofrece, pero la "experiencia cinematográfica" no es parte de lo que espero, tampoco los shooters que me parecen cansones y propagandistas del armamento.

    Yo espero de un vídeo juego, una experiencia divertida y/o retadora, con los cuales se pueda pasar un buen rato con amigos o solo, además de satisfacer un factor nostalgia de poder seguir jugando franquicias con las que crecí, y pues ahí es Nintendo sería la única opción.

    Aunque también adquiera en ocasiones juegos en PC.

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