Por Deborah Herrera

La tercera entrega de la adaptación cinematográfica de la saga de Los Juegos del Hambre comienza justo después de donde termina su antecesora. Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) se encuentra en el Distrito 13 (hasta entonces desaparecido, oculto de la opinión pública por parte del Capitolio), después de destrozar los Juegos para siempre. Sufriendo síndrome de estrés postraumático, recogiendo las cenizas de lo que quedó del distrito 12 y con la incertidumbre de si Peeta (Josh Hutcherson) sigue con vida.

En esta nueva película se observa el liderazgo de la comandante Coin (Julianne Moore) en una cruzada contra el Capitolio, donde KatnissEl Sinsajo es el símbolo de guerra y esperanza que el distrito 13 intenta distribuir (literalmente), entre los demás distritos y derrotar al presidente Snow (Donald Sutherland) de una vez por todas.

Esta premisa mencionada, se queda en eso precisamente, en una premisa, un antes del climax esperado, un preámbulo al gran final, una preparación, que resulta ser decepcionante, insípida e innecesariamente prolongada. Su principal problema es que el libro no está hecho para ser dividido en dos partes, en tamaño y calidad es mucho menor que sus antecesores, por lo que la primera parte se vuelve un prolongado puente entre los dos primeros filmes y el final a estrenarse dentro de un año.

Los efectos especiales no están pulidos como la anterior entrega, el guión es plano de principio a fin, con algunos picos de emoción pero que no envuelven toda la película, aún así se las arregla para resultar emocionante para los fanáticos del libro. Entre lo positivo, la escenografía y diseño de producción se encuentran bien logrados, junto con una banda sonora que precisa y trasmite las emociones que se quieren contar.

Phyllip Seymur Hoffman y Julianne Moore son desaprovechados en esta primera parte de la entrega final.

En el apartado interpretativo, Jenniffer lawrence logra una gran actuación con el poco material que tiene para ello, rozando la delgada línea entre lo dramático y lo ridículo pero manteniéndose siempre firme, como buena actriz que es. Los demás miembros del reparto, tienen poco tiempo para demostrar el desarrollo de sus personajes, dejando a algunos haciendo diminutas intervenciones, para que el público no se olvide de ellos. Phyllip Seymur Hoffman y Julianne Moore son desaprovechados en esta primera parte de la entrega final; mostrando un lado muy sútil, casi como victimas que no les hace justicia ni a sus personajes y a sus habilidades histriónicas.

Por último, la adaptación del libro está muy bien realizada, los principales fallos son arrastrados desde su versión literaria y la calidad menor del mismo; aún así se toman ciertas libertades en el guión que se espera sean justificadas en la película final. El resultado es menos estimulante que en los dos primeros filmes. Habrá que esperar, entonces, al desenlace para ver si, el clímax de la saga recupera el esplendor inicial que en esta tercera parte sólo aparece de a pocos.


Ficha técnica.
Título original: The Hunger Games: Mockingjay - Part I
Año: 2014
Duración: 123 min.
País: Estados Unidos.
Director: Francis Lawrence
Guión: Danny Strong (Novela: Suzanne Collins)
Música: James Newton Howard
Fotografía: Jo Willems
Reparto: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Philip Seymour Hoffman, Julianne Moore, Stanley Tucci, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Donald Sutherland, Jeffrey Wright, Natalie Dormer, Sam Claflin, Gwendoline Christie, Robert Knepper, Stef Dawson, Elden Henson, Evan Ross, Mahershala Ali, Wes Chatham, Sarita Choudhury
Productora: Lionsgate Films / Color Force.

Webs Consultadas:
Calificación final: Level 6 - Interesante pero no indispensable, adquirir en descuento
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Deborah Herrera – Politóloga. Amante del buen cine, el buen animé y los buenos libros. Colaboradora de nuestra sección de cine de nuestra Zona Geek.

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