Por Moisés Mora. 

El 22 de Setiembre de hace 125 años surge en Japón una pequeña empresa encargada de hacer cartas hanafuda, luego cambiaría radicalmente aunque siempre dentro de la industria del entretenimiento, a su vez también se condujeron otros negocios (como hoteles de paso) hasta llegar a lo que es hoy en día.

Fundada por Fusajiro Yamauchi, Nintendo se ha hecho de un nombre dentro de no sólo la industria del videojuego sino además dentro de la industria del entretenimiento en general. Bautizada literalmente como: "Que el viento decida" el aporte al octavo arte por parte de la japonesa ha sido tanto y tan basto que no bastaría una entrada para compilarla.


Cartas Hanafuda

No solamente es un asunto tecnológico lo que mueve la empresa, tampoco lo es meramente monetario, sino su filosofía particular lo que hacen que Nintendo se distinga de los demás fabricantes de videojuegos. A estas alturas la influencia de la empresa que fue Nintendo sigue acompañandola hoy en día, y es que, su enfoque como una "hacedora" de juguetes sigue patente dentro de la industria.

La particularidad propia que un artesano imprime en sus creaciones es la misma con que diseña Nintendo  cada uno de sus juegos. Los relatos imaginados y plasmados por la empresa en sus consolas no son una representación fiel de cómo es la vida sino de cómo debería ser. Son una invitación al juego (más allá del entretenimiento), un aprendizaje inconcluso que se completa con cada repetición de acciones.

Sin más una vista rápida por la historia de la Gran N nos permite dislumbrar un enfoque retórico y lúdico dirigido no a una población en un rango etario sino a una imperecedera costumbre humana de satisfacciones lúdicas. No es sólo hablar de juegos infantiles como muchos "versados" en la industria llaman, sino es hablar de aquello que nos hace humanos, aquello que parece se pierde con el paso de los años.


El arte de Nintendo, Itoi y nuestra imaginación
Ahora bien esta carta no va dirigida a una empresa en particular, sino a su legado. Hablar de los de Kyoto no es hablar de una compañía más, es hablar de la más innovadora empresa en el ámbito y probablemente en el mundo, es también hablar de una empresa que siempre toma riesgos de maneras insospechadas, de mundos ocultos que nos son develados.

Nintendo no es sólo Mario y Zelda (aunque haya muchos, de eso no hay duda). Nintendo también es el compañerismo de jugar sentado con mi mejor amigo, es ver a mi mamá jugar (y divertirse de paso) por primera vez con una consola, es haber tenido discusiones con mis hermanas para usar el televisor, en fin son un conjunto de anécdotas que van desde Mother hasta Xenoblade. Es un festina lente y un aire fresco dentro de una industria que muchas veces no entiende que lo que queremos es diversión.


¡Gracias Nintendo!

***

Moisés Mora - Politólogo. Apasionado de la música, el manga, los videojuegos y el séptimo arte. En su tiempo libre, disfruta de hacer mezclas, y escribir sobre sus pasiones en nuestra sección de Cultura y Videojuegos.

Postea un comentario

Siempre es un honor tenerte por acá. Gracias por compartir tu opinión con nosotros.

Revista Level Up
Revista Level Up