Por Mariana Artavia.

En un mundo post-apocalíptico en el que toda dinámica social cambia, el que no logra dejar su pasado atrás, lo terminará matando. Lo que uno fue en el pasado ya no importa y ya no existe. Poco conocíamos del pasado de Daryl, y este episodio nos revela un poco sobre su historia, mientras que su relación con Beth evoluciona de una forma interesante. Para ser un episodio en el que se pasan la mitad del capítulo buscando alcohol para que Beth tome su primer trago, el desenlace hace que el argumento se sostenga y que tenga sentido el por qué Beth y Daryl terminaron juntos.





En un principio, cuando vimos la forma en que se dividió el grupo, lo que muchos pensaron con respecto a Daryl y Beth fue que terminarían desarrollando un interés romántico, porque hubiera sido lo más predecible. Afortunadamente no fue así, al menos por ahora y durante este episodio dedicado exclusivamente a ellos. 

Ambos tienen personalidades muy distintas. Daryl es de carácter fuerte, sabe bien cómo defenderse, siente que no necesita la ayuda de nadie, pero a la vez tiene problemas de confianza, y es negativo. Beth, por su parte, ha aprendido a defenderse y lo sabe demostrar, es positiva, pero sigue siendo una adolescente, no sabe muy bien qué quiere ni cómo tomar las mejores decisiones. Como adolescente, tampoco sabe qué hacer con su vida después de haberlo perdido todo, y a veces simplemente necesita atención. Como parte de eso, decide que quiere tomar su primer trago, porque su papá nunca la dejó, y al parecer ahora es una buena idea ya que Hershel no está. Daryl no le hace caso al principio, de hecho con costos cruzan alguna palabra, él se limita a buscar comida y mantenerse indiferente. Eventualmente termina acompañando a Beth y llegan a un campo de golf. Aquí es donde el episodio se pone interesante.

En un mundo como el de The Walking Dead, poco importa el dinero que alguna vez se tuvo, los walkers no discriminan por clases sociales, y el estado del club campestre al que llegan es la prueba de ello. Sin embargo, igual podemos ver que ya alguien estuvo allí rayando las paredes, alguien que probablemente despreciaba el tipo de vida de la clase adinerada, pero que en un mundo normal no hubiera podido manifestarlo de esa forma. Una muestra más de que los roles de la sociedad pasada quedan en el olvido.

Finalmente, Beth encuentra una botella de licor de durazno, y de acuerdo con Daryl, su primer trago no puede ser licor de durazno, así que se marchan a una casa que Daryl había encontrado con Michonne, y encuentran alcohol casero. De nuevo como adolescente, Beth quiere jugar “Yo nunca”. Mala idea. Con las respuestas de cada uno se evidencia lo diferentes que son. Daryl explota y saca todo lo que siente respecto a Beth. Mientras él tuvo una infancia difícil, ella tenía una vida perfecta con su familia antes de los walkers


También le reclama su necesidad de llamar la atención, su actitud de “colegiala que quiere emborracharse” después de todo lo que ha pasado y después de haber perdido a tanta gente. Sin embargo, Beth también tiene su respectivo colapso emocional. Ella sabe que para él, ella es solo “una chica muerta”, que no tiene las habilidades de Michonne, o Carol o Maggie. Pero también sabe que antes, él era como ella, tenía esperanza, y ahora ha entrado como en un estado de indiferencia y negativismo, y no deja que nadie se le acerque. Beth insiste en romper ese caparazón, y logra que él muestre lo que realmente siente. Daryl guarda muchos sentimientos de culpa por lo que pasó con El Gobernador, por no haber podido evitar la muerte de Hershel, por haberle fallado al grupo.


Después de desahogarse terminan en una conversación más calmada que revela más detalles sobre el pasado de cada uno. Beth confiesa que siempre pensó que su padre iba a llegar a morir de viejo, tranquilo, con nietos, y que admite que es estúpido de su parte haber pensado así. Daryl le cuenta que antes de que todo se desatara, él no era nadie, no era nada, era algo así como la sombra de Merle, y hacía todo lo que él dijera. Al final, Beth le dice algo a Daryl que probablemente cambie completamente la forma en la que él la ve. De acuerdo con Beth, él podría ser el último hombre vivo en la Tierra. Daryl fue hecho para un mundo como el que viven ahora, no importa lo que fue, lo que importa es que él cambió y que sino deja su pasado atrás, lo terminará matando. Como acto simbólico de dejar ese pasado atrás, deciden quemar la casa en donde estaban. A olvidar y seguir adelante.


Ciertamente el episodio fue muy diferente a los anteriores, hubo un ambiente más tétrico, reforzado por la música, los sonidos, y sobre todo la iluminación. Los juegos de luces y sombras en escenarios interiores, la escena del principio en la cajuela y las escenas en el club de golf, realmente lograron crear suspenso y un ambiente que logró funcionar bastante bien. Sin duda alguna lo fuerte de este episodio fue el desarrollo de los personajes, algo que se ha venido reforzando en esta segunda mitad de temporada. Quedará para futuros episodios ver si Beth sigue tomando un papel más fuerte y en cómo termina su relación con Daryl

¿Qué nos espera en el episodio 13: "Alone"? Al parecer veremos más de Daryl y Beth, y también de Maggie, Bob y Sasha. También parece que la ambientación de terror continuará en este episodio.

¿Dónde verlo? The Walking Dead se transmite todos los domingos en AMC, con su estreno en Latinoamérica todos los lunes a las 10 pm por FOX.



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Mariana Artavia - Productora Audiovisual. Defensora a muerte del Caballero de la Noche, los cómics y la ciencia ficción. Responsable de nuestra sección semanal de Cine y Televisión.



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