Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com

El pago de periodistas especializados no es noticia nueva. Desde los ambientes deportivos cargados de críticas completamente parcializadas, pasando por las visiones de diarios que no se quitan la camiseta política, hasta los artículos promocionales que inundan la red para ofrecer productos y servicios que nadie quiere adquirir. Estrategias baratas de mercadotecnia con las que el lector promedio ha tenido que lidiar desde los inicios de la prensa escrita, y que se han aumentado gracias a los blogs batería hasta convertirse en un verdadero cáncer para quienes buscan críticas e imparciales.

Imagen filtrada de la promoción vía e-mail que enviaba Machinima

Por ello es que la revelación de un acuerdo de Microsoft con la página Machinima en el que pagaría 3 dólares por cada mil visitas a vídeos con el hashtag #XB1M13, haciendo referencias a la excelencia de la Xbox One, y prohibiendo por contrato el hablar negativamente de la consola, así como publicar que habían cobrado por ello, es tan solo la punta del iceberg. No es la primera empresa que lo hace, ni lamentablemente será la última, por lo que rasgarse las vestiduras tendría el mismo efecto que criticar a la celebridad que pauta con una marca para brindarle publicidad a cambio de un ingreso extra en su cuenta mensual, sin embargo hay un hecho puntual que no podemos dejar pasar, y es el impacto moral que este acuerdo ha causado en la comunidad de videojugadores.

El tweet que "nunca" debió haber visto la luz

Lo ocurrido como Microsoft Machinima no trasciende únicamente por ser un campaña publicitaria que ha buscado incrementar las ventas de una consola en su llegada al mercado -que como tal nunca hubiese sido visto de mala manera-, pero al ocultar la verdad a los lectores, y hacerles creer que las opiniones transmitidas son una verdad del autor, y no una opinión comprada por la compañía -como realmente estaba sucediendo-, es lo que enciende las luces de alarma sobre los caminos que está tomando la industria de los videojuegos, donde los primeros han perdido el norte, mientras que los segundos han traicionado la sagrada la confianza de sus lectores para vender su palabra al mejor postor, todo por un cheque.

Según el acuerdo, el hashtag #XB1M13 era la clave en cada video posteado

Personalmente, no los critico ni los condeno. Al final de cuentas, dejando atrás el romanticismo literario, cada profesional que hay en nuestro entorno, -doctores, abogados, ingenieros, periodistas y escritores-, buscan asegurar su futuro y ver el fruto de las inversiones académicas realizadas en el pasado. No obstante, hay una gran brecha entre escribir de lo que creemos, y que nos paguen por ello, y recibir un pago por escribir de los que otros quieren que digamos. Lo primero es ejercer una profesión, y lo segundo es simplemente es prostituir nuestra vocación. Lamentablemente, este mal ha impregnado casi todos los sectores, incluidos la prensa especializada que hoy representamos, y que el diario "Ultimas Noticias" ilustró hace unos años en un brillante spot.

Los que se venden. 
Los que responden a intereses. 
Los que se mueven a donde sople el viento...

Cuando pienso en esto, recuerdo las palabras de mi padre al iniciar mi carrera profesional: "No hay dinero en el mundo que le pueda permitir a un hombre recuperar el honor que intercambió por una vulgar cifra de dinero". Diez años después, sigo atesorando esas palabras en el corazón. El honor y la palabra no se venden. No ha sido el camino más fácil, pero sí el más satisfactorio. Hay cuentas que pagar, pero ninguna es más grande que la deuda de honor adquirida con aquellos que han depositado la confianza en nuestros hombros. Es el principio que rige nuestros pasos, y la ruta que hemos trazado en la Revista Level Up.

Escribimos de lo que nos apasiona

No buscamos fama ni gloria. No nos interesan los post's incendiarios que arrastran visitas, mucho menos las fotos provocativas que denigran el género que representan nuestras compañeras. Hacemos esto no por dinero, sino porque que nos apasiona. Escribimos de lo que nos gusta o disgusta. Pero siempre con honestidad y transparencia. Nunca condicionados por las regalías de una compañía, sino con el peso de de resguardar la confianza depositada por cada uno de nuestros lectores, que nos siguen fielmente y a quienes agradecemos su apoyo incondicional. Pero sobre todo, hacemos esto pensando siempre en al niño interior que yace en nosotros. Ese que ama el octavo arte y sigue siendo nuestra principal motivación para ir detrás de este sueño, uno que estamos dispuestos a dejar, antes que traicionar por una vulgar cifra de dinero.

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Pablo Vargas - Escritor. Ingeniero industrial. Director y fundador de la revista digital Level Up. Autor de la novela “El Hombre de la Rosa Negra” (ULACIT, 2009), el microrrelato “Un café para celebrar” (Editorial Costa Rica 2012) y el blog "Rincón de un escritor". Actualmente se encuentra trabajando en su nueva producción "Nueve minutos para la media noche" y escribe regularmente en los blogs de la casa de 89decibeles.

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