Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com

Son tiempos donde los recuerdos no son más que flor de un día. Las posibilidades de acceso a medios digitales han hecho que cada vez sea más difícil que algo permanezca de forma prolongada en la memoria. Libros, videojuegos, películas. Productos de consumo masivo. Pasan tan rápido de nuestras manos como de la memoria. El tiempo se ha convertido en juez y parte a la hora de definir que se queda, y que se va. Guardamos en el corazón lo que realmente importa. Lo que nos hizo sentir. Pocas son las obras que pueden presumir de ello. Hoy, la gran diferencia la marcan aquellas que hayan tocado nuestras emociones. 

Desde su brillante arranque hasta su sublime final, la más reciente producción de Quantic Dreams emerge como una obra distinta a lo que estamos acostumbrados, adoptando el legado de su predecesora (Heavy Rain, 2010) para brindar al jugador un experiencia integral a lo largo de su aventura -alejándose de la mecánica tradicional a la hora de contar su historia-, mediante un relato intenso, emotivo y desgarrador con el cual es imposible no sentirse identificado con los pequeños éxitos o penurias que vive la protagonista en su travesía. Ofreciendo un obra admirable y sincera que no busca otro objetivo más allá que contarnos un relato que permanezca para siempre en nuestra memoria.


El arte de contar grandes historias...


En cada detalle a lo largo de los quince años que recorremos en la vida de Jodie Holmes -interpretada de forma excepcional por Ellen Page (Hard Candy, Inception)-, David Cage, nos sumerge en la mente y emociones de nuestra protagonista, una joven que nace con un extraño don, que poco a poco se ha ido convirtiendo en su mayor maldición, alejándola de su familia y de todo lo que ama, y encaminando su destino hasta encontrar la verdad oculta detrás de esa inexplicable entidad a la cual sólo conoce como Aiden y que ha estado atada a ella desde los primeros instantes de su vida.


Su estructura de narrativa no lineal justificada por la perdida de la memoria de Jodie en el prólogo, le permite al jugador conocer a cuenta gotas los detalles y personajes que giran alrededor de Holmes siendo testigos de su evolución personal y sintiendo en carne propia sus sueños, frustraciones, éxitos y temores, algo que David Cage ha perfeccionado desde su debut oficial como director en Heavy Rain; y cuya visión de aportar productos con enfoques muchos más maduros y reafirmar los videojuegos como verdaderas obras de artes se encuentra presente en cada detalle de la historia. La tecnología de captura de movimiento ha sido un instrumento al servicio de la historia, y no a la inversa, y es algo que realmente se agradece.


Cada gesto reflejado en la pantalla, gracias a una tecnología de captura de movimiento que supera con creces lo mostrado hasta la fecha, aporta al juego un tratamiento cinematográfico de altura y sumerge al jugador en lo que está sucediendo frente a él, dotando al juego de fuertes emociones que son reforzadas por  un equipo de secundarios que mantiene el ritmo de la historia con brillantes actuaciones que transmiten emociones muy intensas que no dejan indiferente al jugador durante el desarrollo de la trama que no busca mejorar nuestros reflejos, sino tocar nuestro corazón. Y es precisamente eso lo que hace que Beyond: Two Souls se convierta en una pieza de revisión obligatoria para los amantes del octavo arte.


Para nuestra generación -aquella que creció con un control de NES debajo el brazo-, es interesante ver la evolución que han tenido los videojuegos en los apartados gráficos, desarrollo de personajes, y la complementación de bandas sonoras. Lo que antes era una rareza hoy se convierte en una constante que salvo algunas excepciones logra mantener los estándares de calidad en todo lo alto. Beyond: Two Souls no decepciona en dichas expectativas. Cada uno de sus apartados cumple a cabalidad, destacando entre ellas la banda sonora compuesta por Normand Corbeil -juntamente con The Last of UsNi no Kuni una de las más hermosas que hemos escuchado este año-, sin embargo el punto más alto del juego sigue siendo su emotiva historia.


David Cage había señalado antes del lanzamiento de su juego que con Beyond: Two Souls no hay términos medios. Lo amas, o lo odias. Hoy más que nunca creo que tiene razón. Detalles como la jugabilidad pesan bastante en algunos aficionados acostumbrados al tradicional "correr, esquivar, disparar", y al igual que en otras producciones del género, es difícil evitar algunas fases cerradas y lineales que puedan hacer a algunos perder la paciencia, provocando retiras prematuras antes de completar el juego, no obstante la historia que Quantic Dreams nos expone logra impactar lo justo y necesario para mantenernos enganchados de principio a fin, presentando un cierre espectacular capaz de tomarte desprevenido y llegar hasta los huesos con su emotivo desenlace que hace que valga cada segundo invertido en la aventura.


Beyond Two Souls: Un homenaje al octavo arte...



Al momento de escribir esta reseña, han pasado unas cuantas semanas desde que terminé por primera vez Beyond: Two Souls. Fue necesario abandonarlo unos días, jugarlo de nuevo, y volver a dejar enfriar las emociones antes de poner las manos sobre el teclado. La introspección no deja lugar para las dudas. En tiempos de consumo masivo, producciones como está, llegan para quedarse en la memoria y convertirse en referentes de nuestro amor por los videojuegos, al presentar joyas que no menosprecian la inteligencia del jugador, sino que más bien buscan rendir homenaje a este maravilloso arte.


De la misma forma que en el pasado grandes genios como Miyamoto, Rubin, Houser, Kojima, o Kato, la industria de videojuegos necesita visionarios como Cage y compañía, dispuestos a dejar atrás los temores a la crítica, para desajustarse los moldes tradicionales del mercado y arriesgar en grande con el fin de desarrollar nuevas formas de contarnos maravillosas historias, como las que Beyond: Two Souls nos ha regalado. Esas que, en medio de la cultura de usar y desechar, se aseguran para la posteridad su lugar en el corazón y la memoria.

Calificación final: Level 7 - Entretenimiento de calidad, recomendación de la casa

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Pablo Vargas - Escritor. Ingeniero industrial. Director y fundador de la revista digital Level Up. Autor de la novela “El Hombre de la Rosa Negra” (ULACIT, 2009), el microrrelato “Un café para celebrar” (Editorial Costa Rica 2012) y el blog "Rincón de un escritor". Actualmente se encuentra trabajando en su nueva producción "Nueve minutos para la media noche" y escribe regularmente en los blogs de la casa de 89decibeles.

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