Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com.
Need for Speed: Unbound nos lleva de regreso a la aclamada saga de Electronic Arts, en un título de nicho que se mueve entre el realismo y el arcade, apoyado en una historia clásica del underdog, donde los jugadores tendrá la oportunidad de ascender desde los barrios bajos hasta abrirse camino en el mundo de las carreras y convertirse en un corredor callejero de primer nivel.
Ambientado en la ciudad ficticia de Lakeshore, inspirada en Chicago, juegas como un trabajador de garaje a tiempo parcial, corredor callejero a tiempo parcial. Después de perder el auto de tus sueños, debes comenzar desde abajo y correr hasta llegar a la cima. El objetivo simple, pero lleno de fuertes emociones: compite contra el tiempo, supera a la policía y enfréntate a las eliminatorias semanales para llegar al Grand, el desafío de carreras callejeras definitivo de Lakeshore.
La presencia de elementos tomados de otros títulos de carreras se mantiene a la altura, con una historia que nos recuerda a las primeras películas de la franquicia Fast and Furious -con todo lo bueno y malo que ello significa-, cargado de un grupo de interesantes personajes que buscan dejar su huella en Lakeshore City con sus respectivas subtramas de la traición, venganza y trucos en la pista.
El sistema de riesgo/recompensa funciona lo suficientemente bien para crear tensión e inyecciones de adrenalina durante todas las partes de una carrera, no seremos el mejor desde el inicio y tendremos que mejorar nuestros vehículos para avanzar, por lo que el juego nos obligará a sacar lo mejor de nosotros si queremos llegar a lo más alto; solo obtendrás el primer lugar en una carrera si eres el mejor; esto puede parecer exigente, pero es una recompensa justa para de que los jugadores dedican más tiempo a conocer los matices de sus autos, serán los que realmente triunfen en la pista.
La mecánica de juego se fundamenta dos ejes: dinero y riesgo (heat). Para crecer como corredores, debemos competir, y competir disparará nuestro heat, entre más alto el heat, más policías irán por nosotros (de la misma forma que funcionan las estrellas de búsqueda en GTA). Cada carrera muestra cuánto heat obtendrás después de completarla, y los niveles de calor van de uno (pasivo) hasta 5 (persecuciones en toda la ciudad con helicópteros y coches de policía mejorados).
Lo interesante de esto, es que aparte ganar en las carreras, podremos apostar a nuestro favor y también realizar apuestas paralelas con los corredores participantes y nuestro efectivo/ganancias no estará seguro hasta que regresemos al garaje o a la casa de seguridad, por lo que si la policía lo arresta, perderemos todo su dinero, lo que hará que cada post-carrera sea una inyección de adrenalina por cuidar nuestras ganancias, tanto de las carreras como de las apuestas.
El juego también rompe con la convención de carreras moderna al no tener una función de rebobinado y limitar la cantidad de veces que puedes volver a intentar una carrera para el día del juego, lo que hace que sea más interesante de jugar y nos obligue a dar lo mejor de nosotros en cada carrera, tanto en la previa -conociendo el vehículo y mejorándolo para cada reto-, como durante la pista.
Al final del camino, Need for Speed: Unbound es una interesante propuesta a nivel jugable y visual, que tiene sus defectos, pero nada tan grave como para arruinar la experiencia global, con ideas que podrían ser ampliadas en futuras entregas y servir así de plataforma para llevar a la saga carreras de EA al siguiente nivel.
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