Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com
Han pasado 24 años desde la primera vez que jugué a Chrono Trigger en la SNES en la salita de una compañera de escuela en nuestra natal Atenas. A pocos días de cumplir los 12 años de edad, derramos por primera vez lágrimas de felicidad en un mar de emociones que ambos no pudimos controlar, al disfrutar de su hermoso final.
Es la mezcla de tristeza y felicidad, de despedirnos de ese primer amor de verano de colores. Estás feliz por lo que has vivido a su lado, pero te embarga una profunda tristeza y nostalgia por tener que decir adiós a esa persona que te marcó de tan bella manera y con quien juras, a pesar del tiempo y la distancia, mantenerte en contacto.
Y para nunca olvidar tu promesa, por primera vez, escribes. En 1998, en un viejo cuaderno Jean Book de 50 hojas de Norma, con ilustrado con recortes de una Club Nintendo, plasmo sin saber el que sería mi primer review en nuestra primera "revista de videojuegos": "Chrono Trigger es el mejor juego que he jugado en toda mi vida".
Veinticuatro años después, nuestra opinión no ha cambiado en absoluto, Chrono Trigger es una verdadera obra maestra al que el paso del tiempo, solo incrementa su prestigio e inconmensurable legado. Nunca volví a experimentar ese mar de emociones y sentimientos encontrarnos, hasta que nos encontramos, casi 17 años después, con la obra suprema que es #TheWitcher3.
Y es la razón por la cual, cada año, en medio del centenar de títulos que recibimos para review en Revista Level Up, dejamos todo a un lado para cumplir por partida doble, nuestra promesa de mantenernos en contacto y reencontrarnos de nuevo, para revivir por un momento, esa aventura indescriptible que nos hizo, por primera vez, derramar lágrimas de felicidad... como lo haremos esta noche, una vez más...
"Pienso en Abril,
En la sencilla
Contradicción
Brilla la lluvia con el sol
En un pacto, un instante
O un tiempo más..."
(Malpaís, Abril)
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