Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com

Navidad. Época de compartir y celebrar en familia. Pero también, la Navidad es una temporada muy especial para disfrutar de lo que más nos apasiona. Como aquellos años, en lo que llenos de ilusión, abríamos nuestros regalos en medio de la incertidumbre de saber, si lo que se escondía en ese mar de papel de regalo, era el obsequio que tanto habíamos esperado.


Hoy, a pocas horas de la noche buena, en Revista Level Up queremos volver a revivir ese mágico momento y compartir con nuestros lectores y lectoras esos instantes de alegría entorno a los regalos que marcaron nuestras vidas.

Daniel Vargas - Mi primera NES


Fue en una Navidad de los 90's. Por allá de 1992, o al menos cerca. Yo realmente no sabía lo que era un NES, ya que rara vez en mi vida, a mis 11 años había visto uno. Y no había sido mi primera experiencia con video juegos, ya que mi padre con mucho sacrificio nos había comprado antes una PC. Pero nunca pude imagina la magia que me esperaba debajo del árbol esa Navidad. Sería, sin lugar a dudas, una experiencia que cambiaría mi vida como gamer para siempre, en forma de un bello y pequeño rectángulo blanco y rojo vino.

Al abrir el paquete, encontré aquella maravilla que decía por afuera "Family Computer", con dos hermosos controles rojo con dorado, una pistola gris y un par de juegos, entre ellos uno de mis favoritos al día de hoy: Super Mario Bros. 3. Si, yo jugué Mario 3 aún antes que Mario 1. A lo mejor por eso estoy parcializado, pero me sigue pareciendo el mejor juego de Mario hasta la fecha. Recuerdo haber pasado esa Navidad absolutamente maravillado explorando esos nuevos mundos que estaban disponibles en la punta de mis dedos. Esa Navidad tomó todo un nuevo significado para mi y me marcó como gamer de ese punto en adelante. Gracias a mis padres por ese regalo que fue mucho más de lo que ellos pudieran haber imaginado.

Rosa Leitón - Mi primer juego de PC


Cuando era niña recuerdo que era el día en que mi hermana y yo íbamos a recibir 2 juegos de vídeo, no por que nos compraran uno a cada una, sino por que uno era un regalo de navidad y el otro lo comprábamos entre ella y yo con todo el dinero que habíamos ahorrado en el año. En esos años los únicos lugares que vendían juegos de PC eran Arcadia y PC Doctor, el primero tenía los últimos juegos y el segundo solo traía saldos de USA, así que preferíamos comprar en Arcadia.  Esa Navidad no solo recibíamos juegos de vídeo, sino que terminábamos recibiendo algún componente nuevo para la PC, ya que como buenas niñas que somos, nunca leíamos los requerimientos de sistema, así que cuando el juego no corría mi papá se daba cuenta que había que cambiar la tarjeta de vídeo, la RAM e incluso una vez tuvimos que comprar un nuevo monitor con mayor resolución.

Muchos de los juegos que compramos todavía los conservo, sin embargo cometimos grandes atrocidades como recortar las ilustraciones de las cajas de cartón o simplemente botar las cajas. Actualmente recibo de regalos de navidad por parte de mi novio, esos juegos que tuve de niña y me emociono cuando viene con su respectiva Big Box. Ese sentimiento de ver la caja, sus ilustraciones, manuales y demás "extras" no se siente con ninguna compra de Steam... Extraño esos tiempos de Big Boxes con demos o publicidad de otros juegos y no una simple caja de DVD con un disco o en su peor caso, un código de descarga.

Marino Donato - Mi primera SNES


Recuerdo que pase la mejor parte de los 90's jugando en casas de mis primos y amigos juegos de Nintendo. Para un niño de escuela, el concepto de juegos como Mario Bros 3, Wizards and Warriors y Battletoads era el epitome de una tarde entretenida. Aprovechaba cada segundo que podía para jugar un 'Continue' más antes de irme a mi casa donde no poseía tales artefactos mágicos. Durante el 92 tuve que haber hablado tanto de lo que me entretenía jugar en consolas que finalmente mis padres me regalaron un Super Nintendo.

En una época donde no teníamos acceso a Internet, ni trailers, ni publicidad de videojuegos de ningún tipo: La experiencia de tener una consola de nueva generación fue irrepetible y excepcional. Super Mario World, Secret of Mana y Super Ghouls and Ghosts cambiaron por completo mi perspectiva a lo que era posible y al potencial de entretenimiento e inmersión que me proporcionaba el gaming. Al día de hoy lo conservo (y sí, aún funciona) y es una de mis posesiones más valoradas y por mucho mi consola favorita de todos los tiempos.

Eimy Jimenez - Mi primera PlayStation


Era el año 2000, yo tenía 7 años y anteriormente ya había tenido un par de PolySations o consolas que servían para matar el rato con uno que otro juego entretenido. Yo sabía de la existencia de la nueva consola, la del momento y algo en mi, siendo apenas una niña incursionando en este mundo geek, me hizo necesitarla.

Fue en la Navidad de aquel año cuando al abrir el regalo de mis papás, mi felicidad alcanzó su tope máximo. Un PlayStation 1, de las cajotas originales, con un control y dos juegos incluidos. No hubo nada diferente que hiciera durante mis vacaciones, que no fuera jugar y jugar. Ese día fue el que marcó mi amor a este mundo e incluso guardo intacta y funcional hasta el día de hoy, la consola y cada uno de sus juegos. ¡Sin duda el mejor regalo!

Diego Villa - Mi primera Nintendo 64


Fue un 24 de diciembre del año 2000 con la edad de 5 años, yo como todo niño en vísperas de Navidad estaba ansioso de que ya me dieran mis nuevos regalos para poder jugar con ellos y disfrutar de mi niñez al igual que mis primos qué estaban igual de ansiosos que yo. En mi familia teníamos la tradición de que todos los niños se sentaban al frente de los regalos y uno de mis tíos se encargaba de repartir los regalos; yo en ese tiempo lo que mas esperaba era un Max Steel nuevo que le pedí a mis padres porque yo era muy muy fan de estos muñecos de acción (los de esos años, ahora Max Steel podría fácilmente ser el hombre con el que Barbie engaña a Ken).

Después de que me dieran el regalo que yo más esperaba, yo no pensaba recibir otro puesto que ya me habían dado el que yo quería, pero no fue así. Fue de parte de un hermano de mi papá que llegó a mis manos una de las mejores consolas creadas por la gran N, y este fue un Nintendo 64. En ese momento yo no sabía que decir, y no por el asombro, sino porque era algo que yo no esperaba para nada y sin embargo llegó hasta mí; y fue ahí donde comenzó mi gran afición por los videojuegos, jugando muchos títulos de Mario como Mario Kart 64, Mario Tennis, el grande e inigualable Super Smash Bros entre muchos otros que me obligaron a levantarme a las 6 a.m. un fin de semana para poder aprovechar el dia y jugar, ahora me acuesto a las 6 a.m. después de jugar desde el día anterior como desde las 2 p.m. En fin, a pesar de que la consola que verdaderamente me hizo introducirme a fondo en el mundo del gaming fue el PS3, si yo no hubiese recibido ese Nintendo, yo no sería la persona que con mucho orgullo y honra soy ahora: un Gamer.

Álvaro Víquez - Mi primer juego de Pokémon


Era el año 2006, mi papá a principios de diciembre nos comentó a mi hermano menor (año y medio de diferencia) y a mi que nos daría 30 mil colones a cada uno para lo que quisiéramos, en ese momento yo tenía 11 años y deseaba con todo mi ser el nuevo juego de Pokémon, hablo de Pokémon Mystery Dungeon: Red Rescue Team, para el Game Boy Advance.

Recuerdo como si hubiera sido ayer el momento en el que inserté el cartucho en mi Game Boy Advance SP azul e hice el test de personalidad unas diez veces hasta que al fin el videojuego me identificó como si fuera un Charmander, todo esto para que, después de 100 horas de juego tuviera un Charmander nivel 100 junto a un Feraligatr totalmente imparables, siendo el Red Rescue Team, a la fecha, mi juego de Pokémon preferido.

David Laurent - Mi primera Nintendo 64


Hay momentos en nuestras vidas que nos forjan a la persona que somos ahora. Dichos momentos delimitan la cancha en cuenta a nuestra personalidad, gustos, forma de tomar decisiones y demás rasgas. El momento que marcó mi personalidad geek y amante de los videojuegos fue en diciembre de 1998. Recuerdo que había una caja un poco más grande de lo normal debajo del árbol, me pareció fuera de lo normal puesto que esa navidad no la pasamos en nuestra casa; lo que había dentro de ella me iba a sorprender.

La tan ansiada mañana llegó; una mañana fría pero con un radiante Sol hizo la atmósfera perfecta para la ronda de regalos. A cada uno nos pasaban un regalo; el que estaba más cerca del árbol tomaba la decisión. Poco a poco esa caja misteriosa se iba quedando sólo como si fuera un malévolo plan en contra de mi ansiedad y emoción. Por fin, llego el momento esperado; empecé abrir la caja cuidadosamente como si esperara una valiosa vajilla china. Lo primero que observo es una gran ‘N’ seguida de los números ‘64’. En ese momento supe que el mantenerme al día con el estudio me iba a costar mucho más. Abrir ese Nintendo 64 con Súper Mario 64 y pasar 30 minutos descifrando cómo conectarlo a un televisor viejo fue la mejor antesala para convertirme en lo que hoy soy: un Gamer.

Miguel Solano Romagosa - Mi primera PC Gaming


Antes era realmente emocionante que a uno le dieran cualquier cosa relacionada a videojuegos... ¡Y lo sigue siendo! Creo que esa emoción era más fuerte antes porque conseguir consolas o juegos era realmente un lujo. En estos días de Internet y con algo de plata (tampoco debe ser mucha: ¡Steam Sales!) casi que cualquiera tiene acceso y eso ha hecho que se pierda la magia “gamer” de antaño.

Viendo hacia el pasado, del 96 para abajo para ser específico; un juego original era realmente una cosa fuera de este mundo! Eran muy caros, y conseguirlos en Costa Rica era muy complicado! Por eso nunca se me va a olvidar cuando mi hermano me regaló Civilization 2, posiblemente el mejor juego de estrategia de todos los tiempos para su época! Fue un momento realmente memorable y 20 años después me acuerdo con todo detalle. ¡Eso sí era felicidad en su pura expresión!


Sé que pocos se identificarán con eso, pero bueno, eran tiempos de escasez en el campo del gaming tico! ¿Qué si me sigue emocionando que me regalen juegos? ¡Claro que sí! Es un acierto seguro en mis gustos! Hay cosas que raramente nunca pierden su encanto y claramente una de ellas es abrir un juego nuevo: ver el libro de instrucciones, artes, diseño del empaque (que era algo muy tuanis de los juegos de PC del pasado), instalarlo, leer la historia y revisar todo el contenido... Toda una experiencia. Es por eso que no me llaman mucho los juegos digitales, se pierde esa gracia, pero bueno... gustos son gustos.

¿Qué si soy inmaduro porque me gusten los juegos ya siendo adulto? La verdad, no me importa mucho si alguien piensa que uno es inmaduro o no por eso... Ahora los gamers son mucho más aceptados socialmente pero antes si lo veían a uno como algo raro, igual, si todavía lo vieran raro... ¿A quien le importa? Creo que si uno va a limitar la felicidad de algo que le gusta por lo que digan los demás, se está perdiendo de cosas realmente únicas, como lo es, abrir un juego nuevo en diciembre...
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