Por Luis Rodríguez

A mi propio ritmo, prosigo el camino por Hyrule para salvar al reino y ayudar a la Princesa Zelda, eventualmente, y es que en el camino la búsqueda de kologs, los templos, la casería, misiones secundarias o simplemente conocer el lugar, me distraen de mi tarea principal. Una de estas acciones por ejemplo, antes de decidirme por cual bestia sagrada proseguir, es detenerme en la aldea de Hetalia para comprarle una casa a Link.


Karud es un vendedor de bienes raíces bastante pintoresco, que durante mi primera visita a la aldea me ofreció una casa en ruinas, por la módica suma de 3000 rupias y 30 montones de madera. Así que tras vender varios centenares de dientes de bokolins y otras menudencias, conseguí reunir la cantidad demandada y un poco más para no quedar en banca rota.


No obstante la casa es un cascaron vacío al cual Link deberá poblar poco a poco de las comodidades necesarias para vivir allí. Una de los primeros pedidos hechos a Karud, además de una cama, fueron dos muestrarios de armas y escudos para guardar los regalos que Urbosa me otorgó tras conquistar a la bestia sagrada del desierto. Poco a poco será un lugar al que se le pueda llamar hogar.


En esta ocasión la decisión fue más sencilla, la bestia más cercana era Van Ruta, que era dirigida por la campeona de los zora, Mipha. Me encaminé a una zona oscura todavía en mi mapa, marcando con la ayuda de la tableta Sheikah la torre que divise más cercana; más no fue un camino sencillo, dado que la zona está poblada de enemigos más poderosos que en la entrada al desierto; aquí los encuentros con guardianes fueron más frecuentes, pero usando la técnica de reflejar el disparo con el escudo, pude seguir avante, no sin antes haber perdido varios escudos en el proceso.



Logré llegar a un punto alto, en donde a pesar de una lluvia copiosa, se observaba un valle inundado, pero repleto de casas destruidas, quemadas. Mirando el mapa pude notar un dato inquietante, todas esas construcciones se encuentran en medio de dos puntos importantes: el Castillo de Hyrule y la muralla de Hetalia, lugar en donde supimos que hace 100 años se dio una batalla a muerte. Así que podemos deducir que los pueblos en la zona, que habrían gozado de un ambiente rico de vida y comercio para movilizarse entre Hetalia y el castillo, fueron arrasados por los guardianes cuando ocurrió el cataclismo. Toda la escena me hace pensar directamente en el mundo de George Martin, en los capítulos cuando Arya recorre el reino devastado tras la guerra en Clash of Kings,


Superados estos puntos, alcancé la torre que controla la región de Lanayru, y en su sección superior pude encontrar a un zora que me reveló, se encontraba buscando a un hyliano por ordenes de su príncipe Sidon.



Sabiendo que mi objetivo era la región de los zora, emprendí el camino, topando en cada arroyo a otro zora que repetía que igualmente estaba en búsqueda de un hyliano, lo que me convencía de que el apremio era critico. Así que al poco rato, a la entrada de un gran puente, pude conocer a Sidon, el cual es un tipo, digo, tiburón, bastante carismático



Sidon le explica a Link, que la región de los zora es victima de fuertes lluvias, que aunque no los ha afectado por obvias razones de manera inmediata, sí han llegado a punto en que el embalse principal está por desbordarse, lo que causaría una gran inundación que los acabaría a ellos y al resto de Hyrule. Además, que todo este problema es causado por la Bestia Divina Van Ruta, la cual tiene la capacidad de producir agua de manera indefinida.


El camino hasta la región de los zora no es sencillo, esta plagado de enemigos que usan la electricidad, y dada la fuerte lluvia producida por Ruta, la necesidad de usar pócimas para la resistencia eléctrica se convierte en una de primer orden. Al llegar al palacio de los zora, se vuelve claro que los ancianos guardaban un fuerte resentimiento hacia Link, a quien reconocieron de inmediato.


La razón de esto, es que los zora parecen tener un tiempo de vida mucho mayor a los hylianos o las gerudo, dado que muchos de los zora, inclusive algunos jóvenes, estuvieron vivos durante el cataclismo y saben que cuando Ganon emergió, la princesa Mipha no sobrevivió y culpan a Link directamente del gran dolor que esto les produjo. 



No obstante, Sidon y el Rey Dorphan son más cautos en esto, y entienden que Mipha cayó luchando por una causa en la que creía, y están dispuestos a ayudar a Link, a pesar de que Muzun, consejero real, dirige el odio que los ancianos tienen hacia el hyliano. En el pasado, Muzun educó y entrenó personalmente a Mipha, y la ayudó a convertirse en una hábil guerrera y por ende, en la campeona de los zora, por lo cual Muzun veía a la joven como a una hija, lo que explica su gran resentimiento.



Solo la intermediación de Sidon, y la constancia de que Link ha recuperado la memoria del pasado personal con la hermosa Mipha, hacen que la manta raya quiera colaborar. Sidon, explica que su hermana amaba a Link, y la prueba de esto es la armadura zora que en el pasado, Mipha confeccionó a la medida para Link, tradición que estipula que las mujeres zora seguían para con quién deseaban casarse.

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Sidon le narra a Link, que hace pocos días otro zora pudo detener parcialmente la lluvia, al disparar una flecha eléctrica a los motores de Ruta, pero que poco después la bestia se recuperó, así que ha ideado el plan de que ambos arremetan equipados de muchas flechas, para detener por suficiente tiempo la maquinaría. Más para eso, deberé pasar por un gran predicamento.

El mapa revela la presencia de varios sitios llamados "Ruto"

Muzun explica, que para conseguir una cantidad suficiente de flechas eléctricas, debo ir al sector llamado "Salto de los Valientes", en donde habita un monstruo muy poderoso que dispara flechas eléctricas a todo lo que se mueva, la descripción me da un pésimo animo, y al llegar al lugar, gracias a las habilidades de la armadura zora, confirmó mis temores.



Se trata de un Lynel, o Centaleón, un ser con una sensibilidad muy alta al ruido y violentos ataques. La mera presencia de este enemigo es justificación para no elegir a Van Ruta como la primer bestia a intentar conquistar, dado que con pocos corazones, cualquier ataque del Lynel será fatal.


Para esta batalla necesitaremos pócimas de resistencia a la electricidad y alimentos que nos otorguen corazones extra, así como mejoras de defensa o velocidad, con el objetivo de resistir los ataques de este enemigo en caso de que no lo logremos esquivar. Y es que la técnica de esquivar será vital, para conseguir crear ventanas por donde podamos castigar a este formidable enemigo. También podremos usar el módulo de detener el tiempo de la tableta, para así, congelar por un lapso muy corto de tiempo al enemigo.


Una vez que derrotado el Lynel, solo habremos iniciado la verdadera prueba, ya que al borde del embalse nos estará esperando el Príncipe Sidon, para que juntos, nos aproximemos a Van Ruta.



El proceso requerirá un poco de habilidad en el uso del módulo de hielo de la tableta Sheikah, para así defendernos de varios cubos de hielo, que Ruta hará volar hacia nosotros. La idea es destruirlos con la herramienta, o bien colocar nuestros propios cubos para bloquear el camino, y cuando el momento sea preciso, escalar las cascadas que genera Ruta para disparar las flechas eléctricas a los motores.


El interior de Ruta no es tan convulso como el de Naboris, pero mucho de las acciones que deberá ejecutar Link se desarrollan en el exterior, en donde tendrá que controlar la trompa del elefante para modificar el chorro de agua y usarlo así, a nuestra conveniencia. 


El objetivo será siempre la activación de un grupo de consolas que controlar el funcionamiento de la bestia, para así, desbloquear la unidad central. Durante este proceso, Link será guiado por una voz familiar, que además de ayudarle, le estará recordando lo feliz que está de verlo allí, con vida.


El espíritu de Mipha, que ha estado todos estos años cautiva dentro de Ruta, ha despertado para darle la bienvenida para aquel a quién decidió entregar su corazón en una época que parecía más feliz.



La batalla con el engendro acuático de Ganon, que ha controlado a Ruta por 100 años, no es tan intensa como en el rayo, pero sus ataques son definitivamente poderosos y será necesario ultimar defensas


Una técnica útil será colocar bloques de hielo frente a nosotros, y así, defendernos de sus ataques principales y esperar un descuido para dañar con potencia o flechas al jefe que no nos dará mucha pelea.



El esfuerzo será ampliamente recompensado, en cuanto al momento de que Ruta haya sido activada de nuevo, Mipha acudirá a nosotros no solamente a darnos un nuevo poder, más sino a desahogar su amor y pena que 100 años de estar cautiva le produjeron. Su discurso es emotivo y desgarrador, pero es la campeona de los zora y está lista para continuar la batalla contra Ganon.



De nuevo, otra bestia divina recupera su fuerza para levantarse contra Ganon, la región de los zora ha sido salvada gracias al esfuerzo del hyliano, y el espíritu de Mipha por fin puede ser libre. Y como mayor éxito, los ancianos zora deberían dejar de ser tan cascarrabias. El personaje de Mipha se convierte en uno que me ha calado profundamente, un amor imposible que se sobre pone a la muerte y que se dobla voluntariamente ante el deber, hablan de la fuerza de este personaje. A manera personal siento que la canción, True Love Waits, de Radiohead, puede ser usada para rendirle un justo tributo.



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Luis Rodríguez - Ingeniero informático y escritor. Fiel defensor de Megaman y Metroid. Apasionado de los vídeo juegos de la Gran N. Escribe regularmente en nuestra sección de Nintendo CR.

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