Una sola palabra sirve para
que los jugadores llenen su mente con un sinfín de juegos, y es que bajo esta
exitosísima marca se encuentran identificados veinte juegos diferentes,
incontables expansiones y múltiples accesorios.
El original es un simple
juego de cartas producido por Steve Jackson Games (Ogre, Car Wars, Frag), donde
un grupo de aventureros exploran las catacumbas pueden conseguir clases,
cambiar de raza, género y equipar armas, armaduras o cargar pócimas o conjuros.
El objetivo es ser el primero
en llegar al décimo nivel, los niveles se obtienen venciendo monstruos,
vendiendo ítems por 1,000 monedas de oro o a través de poderes especiales;
excepto para pasar del noveno al décimo nivel donde solo se acepta vencer a un
monstruo.
La mecánica del turno es muy
sencilla, se abre una carta del mazo de puertas y se resuelve, si es un
monstruo se pelea, si es un objeto se recoge y si es una maldición pues ni modo.
Para las batallas se
comparan los niveles del héroe y el monstruo, los que pueden ser modificados
por efecto de varias cartas y el que tenga el mayor número al final del
encuentro gana. Si el héroe pierde, tira
un dado y en caso de seis o cinco, logra escapar y sino, se atiene a la paliza
que le da el monstruo.
Justo durante las batallas, es cuando las cosas se ponen interesantes ya que un
jugador puede aliarse para combatir al monstruo mientras los demás, si lo
desean, pueden dificultar el reto al mejorar el monstruo, poner más monstruos
en la batalla o debilitar al héroe.
En este momento, la gente se
mira a los ojos y deciden si te sobornan para que los dejes ayudar y se queden
ellos con todos los tesoros o si más bien quieren algún arma tuya o sino
cooperas ya verás ese patito de hule nivel dos convertido en un feroz terror de
nivel veintidós, o si simplemente tiran una bomba para joderte y vengarse por
el turno anterior.
Definitivamente, es un juego
para caer mal y si usted es de los que ama jugar UNO y cree que aún tiene
alguna amistad que le quede, pase adelante y pruebe que tan fuerte es.
Las demás versiones de este
juego de cartas lo mudan a ambientaciones diferentes que van desde el
apocalipsis zombi, espías de la guerra fría, el viejo oeste hasta los
superhéroes y tiempo de aventura, por nombrar algunos.
Sin embargo, parece ser que
la mejor versión es la del juego de tablero; usando las mismas mecánicas le
agrega reglas adicionales que pulen la experiencia del juego (resolución de
batalla con dados, ayuda solo de cuartos aledaños, trampas), y un aspecto
físico resultando en una experiencia inmersiva (exploración de corredores,
héroes y monstruos desplazándose por cuartos, pasajes ocultos o bajo llave).
Toda la ilustración de esta
marca corre a cargo de John Kovalic (Dork Tower, Dr. Blink), quién pone graciosas
ilustraciones para recordarnos que esto es solo un juego, mejor ríase y vea
cómo devuelve la maldad.
El juego dependiendo del
número de personas y la intensidad con qué se juegue puede durar tal vez un
poco más de lo que se quisiera idealmente para un juego ligero, pero eso más
bien permite que los que venían rezagados le den caza al primer lugar y hasta
puedan coronarse. O cómo diría un amigo:
“no es suficiente ganar, sino que todos los demás pierdan”.
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