Por Matías Olmd.

Tom Cruise está dispuesto a colgar de la puerta de un avión en despegue, conducir en exceso de velocidad arriba de una motocicleta a través de giros y vueltas en una carretera, contener la respiración bajo el agua durante más de cinco minutos para salvar el mundo. Cruise siempre va más allá en su Misión Imposible, y su trabajo en Nación Secreta no es una excepción.



Ethan Hunt (Tom Cruise) vuelve, esta vez a la caza de The Syndicate, un grupo de espías renegados dirigidos por Salomón Lane, empeñados en cambiar el mundo a base de ataques terroristas. Normalmente esto sería un caso ideal para sus compañeros de equipo del FMI, pero ese programa ha sido cerrado por otro organismo gubernamental: la CIA. Sin inmutarse, Hunt se embarca en misiones que parecen imposibles, pero gracias a la ayuda de Luther (Ving Rhames), Brandt (Jeremy Renner) y el genio de las computadoras Benji (Simon Pegg), las tasas de éxito de la misión terminan buscando más bien lo posible. *Benji fue incluido en la tercera entrega como un personaje más, tomó mas protagonismo en Protocolo Fantasma y ahora no podría imaginarme una entrega de Misión Imposible sin él.


Una nueva gran adición a la saga es Ilsa (interpretada por Rebecca Ferguson), una espía de Lane. Ella es un misterio en un enigma envuelto en un enigma dentro de un misterio, pero su historia nunca llega a ser demasiado complicada. Nación Secreta mantiene sutileza la historia de su personaje, pero nunca sale simplista. En cuanto a su acción, que coincide con la de Ethan Hunt, incluso yendo tan lejos como salvar el día en más de una ocasión. Ella incluso encuentra tiempo para sacarse los zapatos. ¡Para que tengas, Jurassic World!

Nación Secreta es el antídoto perfecto para tiempos llenos de secuelas decepcionantes, reinicios y remakes-reiniciados (Fury Road es la excepción obvia). Volviendo a hacer equipo con el director Christopher McQuarrie (Jack Reacher), Cruise lleva su equipo en otra aventura trotamundos de Austria a Marruecos a Londres, nunca tiene miedo de subir la apuesta cuando se trata de escenas de acción, pero lo más importante, tomando cada escena con un guiño y una sonrisa. Durante la última década, Misión: Imposible se ha convertido en la nueva-vieja saga de James Bond.

El theme de la saga se sigue reinventado y no se detiene, siempre con fuerza y nostalgia.

No es que haya nada malo con el nuevo Bond. Las películas de Daniel Craig son fantásticos (en su mayor parte) por derecho propio, pero hay un elemento de diversión que falta. Hay más risas en la primera media hora de Rogue Nation que los que hay en la totalidad de los de la era Craig gracias a la gran interacción entre el jefe de la CIA Hunley (Alec Baldwin) y Brandt, y los estilos de comedia confiables de Pegg. Cruise mismo proporciona alivio cómico durante una pelea de alto en las vigas de un teatro de ópera, molesto por no tener la suerte a su favor. Otro momento tiene lugar justo antes de una persecución de coches que no me atrevo a contar más de la cuenta.


El aspecto más sorprendente de Nación Secreta es la forma en que se siente contenida sin salirse de la espectacularidad fina y equilibrada. Vivimos en una época donde no menos de una docena de edificios deben venir derrumbarse durante un clímax de acción, por lo general sumadas con un doble número de explosiones. Qué gratificante es que McQuarrie eligiera cosas diferentes en la saga para mantenerlo fresca. Él sabia con que tipo de "estilo" encarar la saga, o encarar por lo menos de la manera sujeta a lo que Palma, Woo, Abrams, Bird, fueron capaces de hacer en su momento. 

Ese fue su beneficio. La impresión que deja es que sabia muy bien cuando introducir algo ingenioso, guiños a las antiguas entregas, e inclusive guiños a la serie. Todo ellos sin agotar o caer en evidencia. La cantidad de restricciones que se muestra en los 20 minutos finales de la película es positivamente impactante; recordemos que hubo una decisión post-producción para quitar escenas y agregar otras, eso demuestra que a veces está bien volver y juguetear en algo ya completo para mejorarlo.


Misión Imposible: Nación Secreta es la mejor película de acción que llega a los cines luego del gran paso de Max Rockatansky, por lo que es la mejor película de acción del 2015, con mucho. Suficiente no se puede decir acerca de las secuencias de acción antes mencionados; que realmente tienen que ser vistas. Es un testimonio del trabajo incansable de Tom Cruise, que se niega a dormirse en los laureles cuando se trata de una franquicia que es básicamente de él. Uno sólo puede imaginar lo que tiene bajo la manga para la próxima entrega, y por mi parte no puedo esperar para averiguarlo.

Calificación final: Level 7 - Entretenimiento de calidad, recomendación de la casa

***
Matías Olmd - Escritor asociado, diseñador gráfico y fiel seguidor del Caballero de la Noche. Director de la revista argentina Dragster Wave y autor del blog  "Seven of Lucks". Apasionado del fútbol, el cine y los video

1 Comentarios

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  1. No sabia que ya se habia estrenado. Me he perdido todas las películas de este año :(
    Espero no perderme esta.

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