Por Moisés Mora.
“Cuando habló a los 15 meses de haber nacido dijo: Aquí
está tu Luffa papá.”
John Carmack II es digámoslo
sin tapujos, un genio, que con su retraída personalidad y sus incesantes
investigaciones logró amasar una fortuna estratosférica. Sin embargo, no es
fortuito que el John Lenon de los
videojuegos (como es llamado por los medios) tenga un Ferrari en su garaje o
que tenga una empresa de cohetes espaciales en hibernación, conozcamos un poco
su historia. Nuestro personaje de hoy es sin duda alguna una personalidad que
merece estar en nuestra selección.
Nacido el 21 de
agosto de 1970 y oriundo de Kansas, Carmack siempre se caracterizó por su interés
en las áreas matemática y de programación. Su pasión lo hizo sentirse excluido
durante su época escolar. Aunado a su inteligencia sobresaliente Carmack amaba jugar Dungeons & Dragons, tanto que creaba
sus propias reglas para hacer el juego más divertido, sumado a ello, el propio John ha reconocido que la inspiración
para Doom nació un día que jugaba Dungeons & Dragons, inspirado en la
pregunta de qué pasaría si de repente un conglomerado de demonios
invadiera el lugar donde estaba desarrollándose
la historia.
Donde todo comenzó
Ya en su época
universitaria (y luego de ser ascendido a una escuela de genios en donde se les
enseñaba a programar) estudiaría programación durante poco menos de dos
semestres en la Universidad de Kansas,
sin embargo abandonaría sus estudios entre otras razones porque entró a
trabajar a Sofdisk, en donde
conocería al que fuera su compañero de emprendimientos: Jhon Romero.
Luego de crear
desde cero el primer motor gráfico de la historia en 3D y desarrollar los
juegos: Hovertank one y Catacomb 3-D, Carmack y Romero (Lennon y McCartney de los videojuegos) deciden fundar su propio estudio: Id Software. En dicho estudio
realizaran hazañas que luego serán del gusto de muchos videojugadores
(especialmente de PC), al punto que con estos dos diseñadores inicia el
incipiente mundo del E-sport.
Los inicios de la genialidad en 3D
Antes de hablar
de los juegos desarrollados por Carmack
es necesario hacer énfasis en un aspecto que lo caracterizaría y lo convertiría
en una celebridad dentro de la comunidad, y es que, si hacemos memoria, Carmack es lo más parecido a un Gabe Newell antiguo, su filosofía era
crear videojuegos para el disfrute de las personas. Esta creación creía nuestro
desarrollador, afloraría y mejoraría en tanto quienes quisieran hacer juegos
tuvieran acceso a las herramientas necesarias para crearlos. Por ende
creía que el software libre era una muy buena herramienta y así lo hizo, el
motor gráfico que desarrolló para Doom
era de libre distribución y esto dio pie a varios clones del juego (de hecho
los primeros FPS fueron considerados Doom clones) lo que indica lo influyente de su trabajo.
Dichos
clones (que no eran otra cosa que mods
del primer Doom y dentro de los
cuales encontramos Heretic, Hexen e incluso Duke Nukem) buscaban aprovecharse primordialmente de dos pilares
que constituían al juego: su motor gráfico y su popularidad. Ahora bien esta
tendencia no era exclusivamente culpa de los desarrolladores, Doom se nutría de contenido que
generaba la comunidad (los ahora conocidos mods)
y además fue el primero en utilizar el juego en red (donde había que llevar la
computadora y un cable LAN para conectarse en las partidas multijugador).
El glorioso inicio de un género
Ahora bien Carmack también trabajó y creó otro
género: Los First Person Arena, esto
mediante el desarrollo de Quake, en
donde los jugadores en su modo multijugador eran “encerrados” en una arena y
debían enfrentarse. Dichas mecánicas luego inspirarían juegos como Counter Strike, además de esto
recordemos que el motor que se utilizó en varios de sus juegos fue utilizado
luego en Half Life y Medal of Honor.
Es importante
recordar que Carmack es un
filántropo (incluso Bill Gates
quedaría en ridículo si se comparara con Carmack
en este sentido), además de eso durante su tiempo libre creaba cohetes hasta
tener su propia empresa: Armadillo
Aerospace (primera empresa privada en tener la licencia de NASA para impulsar viajes turísticos
fuera del planeta) que por el momento como citamos anteriormente está en
período de hibernación. En agosto de
2013 decide dejar la empresa que fundó y unirse a las filas de Oculus VR como director de tecnología,
para desarrollar juegos que aprovecharan al máximo las capacidades de la
Realidad Virtual, y que inclusive le valió críticas y demandas por parte de Id Sofware.
Para finalizar Carmack se separaría de Romero (este último desarrolló Daikatana juego al que no le fue nada bien ni en ventas ni en críticas) ya que sus visiones de lo que debería ser su
empresa y filosofía de vida distaban mucho, para ello nadie mejor que Carmack
para decírnoslo:
“Romero quería un imperio, yo hacer
buenos programas”
Nota: Para conocer más
acerca de la interesante vida de este desarrollador véase: “Masters of Doom: How two guys created an
empire and transformed pop culture”
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