Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com.

Continuamos con nuestro especial diario de Sagas Legendarias que marcaron la historia de los videojuegos, repasando su legado, desarrollo y datos interesantes. Hoy hablamos de Final Fantasy III, la joya perdida en Occidente:

Final Fantasy III: el clásico perdido que marcó el camino de una leyenda


Final Fantasy III es uno de esos títulos que marcaron un antes y un después en la saga. Lanzado originalmente para el Famicom en Japón en 1990, fue durante muchos años el gran ausente en Occidente. A diferencia de sus predecesores, esta entrega no solo amplió el universo narrativo de la serie, sino que también sentó bases jugables que se volverían estándar en futuros títulos.

La historia gira en torno a cuatro huérfanos del pueblo de Ur que, tras un terremoto, descubren un cristal de luz que les encomienda restaurar el equilibrio del mundo. Esta premisa, sencilla al principio, se va expandiendo hasta revelar una lucha entre la luz y la oscuridad, con enemigos que van desde poderosos hechiceros hasta entidades cósmicas como la Nube de Oscuridad.


Uno de los aportes más importantes de Final Fantasy III fue la introducción del sistema de trabajos, o "Job System". A diferencia del primer juego, donde elegías una clase fija para cada personaje, aquí podías cambiar de trabajo a lo largo del juego. Esto permitía una personalización estratégica profunda y añadía un valor rejugable enorme.

Cada trabajo tenía habilidades exclusivas. El ladrón podía abrir cerraduras sin llaves y robar en combate, el dragón usaba el icónico comando "Saltar", y los invocadores podían llamar a poderosas entidades mágicas, introduciendo así las famosas invocaciones a la serie. Esta fue la primera vez que se vio a criaturas como Ifrit, Shiva o Bahamut en acción.


Técnicamente, FFIII era un portento para su época. Con un cartucho de 512 KB, uno de los más grandes de la Famicom, aprovechaba al máximo las capacidades de la consola. Las batallas por turnos ganaban dinamismo, los efectos visuales eran más elaborados, y los escenarios mostraban una mayor complejidad que los dos títulos anteriores.

El desarrollo fue igualmente épico. El programador principal, Nasir Gebelli, tuvo que regresar a EE. UU. por problemas de visa, por lo que el equipo entero viajó a Sacramento para terminar el juego allí. Fue el último título en el que Gebelli trabajó con Square, cerrando un capítulo importante de la era 8-bit.

Durante muchos años, Final Fantasy III fue un misterio para los fans fuera de Japón. El remake para Nintendo DS de 2006 no solo modernizó los gráficos y la narrativa, sino que por fin hizo accesible esta joya al resto del mundo. Desde entonces ha sido porteado a múltiples plataformas, incluyendo Steam, iOS, PSP y consolas actuales gracias a la colección Pixel Remaster.


A pesar del tiempo, Final Fantasy III sigue siendo un título esencial. Su combinación de historia clásica, innovación mecánica y dificultad bien medida lo convierten en una experiencia inolvidable. No solo es una pieza de historia del RPG japonés, sino una clase magistral de diseño para los amantes del género.

Y ahora, a modo de bonustrack, les dejamos algunos datos curiosos en el Dato Level Up: 

1. Fue uno de los primeros RPGs en tener invocaciones dobles: Aunque se introducen las invocaciones por primera vez, FFIII tiene una curiosidad: las invocaciones (Summons) tienen dos efectos diferentes según quién las use. Los Invocadores usan una versión poderosa, mientras que los Magos Evocadores lanzan versiones más débiles. Esto fue una forma de experimentar con el poder de las invocaciones antes de estandarizarlas en futuros juegos.

2. Se pensó en incluir un sistema de decisiones morales: Durante las etapas tempranas de desarrollo, el equipo consideró un sistema que permitiría al jugador tomar decisiones que afectaran el mundo y los personajes. Sin embargo, se descartó por limitaciones de memoria y tiempo. Aun así, ciertos elementos del guion conservan la intención de que el jugador sienta el peso de sus acciones.


3. Hay trabajos secretos que requieren esfuerzo extra para desbloquear: Además de los trabajos estándar, FFIII incluye varios trabajos ocultos que solo pueden obtenerse completando ciertas tareas específicas. Uno de ellos es el Sage (Sabio), una de las clases más poderosas, accesible solo al final del juego, lo que incentivaba la exploración y el compromiso a largo plazo.

4. Fue el primer Final Fantasy con un "Mundo Oscuro" como zona final: La mazmorra final, conocida como el World of Darkness, introdujo por primera vez la idea de una dimensión paralela o final más allá del mapa principal. Esta mecánica se repetiría en títulos como FFV (con el Interdimensional Rift) o FFVI (la Torre de Kefka).


5. El diseño original de los personajes fue del legendario Yoshitaka Amano: Aunque los gráficos del juego eran muy básicos, el arte conceptual fue desarrollado por Amano, quien estableció el tono visual de la serie. Sus ilustraciones para FFIII incluyen versiones detalladas de los cuatro huérfanos, los jefes del juego y las invocaciones, y muchas de ellas se usaron décadas después en reediciones y material promocional.

Mañana GTA III, el juego que lo cambió todo.

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