[Opinión] Cuarentena, depresión y RPG's: mi experiencia con Stardew Valley

Ah... La cuarentena. Este tiempo de aislamiento no opcional que nos ha cambiado la rutina a la mayoría, y nos ha sacado de nuestra zona de confort. El COVID-19 se ha convertido en la pandemia más moderna, y no sabemos con certeza cuándo podemos considerar que esto ha terminado.

Para las personas con algún padecimiento mental como yo, el aislamiento puede empeorar nuestra realidad. En mi caso concreto, fui diagnosticada con ansiedad y depresión hace más de 10 años, un diagnóstico que me ha permitido entender mejor por qué la vida no siempre es felicidad y alegría, pero que me ha hecho al mismo tiempo más consciente de cómo me pueden afectar todos aquellos aspectos de mi vida que no puedo controlar. Y sobra decir que la pandemia es algo que está muy por encima de mi control.

Por eso justamente, como método de catarsis, busco actividades en las que si puedo ejercer control y es aquí donde entran los videojuegos, concretamente los RPG's (role-playing game, o juego de roles en español), que por su naturaleza constructiva, de narración y en donde construimos nuestra propia historia, representan una forma perfecta de escapar de la cotidianidad que muchas veces puede volverse abrumadora. ¿Estoy diciendo con esto que los videojuegos son una cura para la ansiedad o la depresión? No, ni siquiera cerca. Solamente cuento mi experiencia personal, acerca de cómo esta modalidad de juego me ha servido para encontrar un escape en estos días de cuarentena. Y si a esto le sumamos evidencia científica, podemos encontrar cómo recientes estudios demuestran que los videojuegos producen en nuestro cerebro la activación del "centro de recompensas", razón por la cual nos ayuda a generar serotonina. (El estudio se encuentra disponible aquí)

De entre los muchos RPG's que nos ofrece el mercado, mi elección personal fue Stardew Valley (life simulator). Un juego independiente, sencillo y que nos recuerda a la tecnología antigua por su programación estilo 8-Bits, en donde el protagonista tiene la tarea de retomar la granja en ruinas que le dejó su abuelo antes de morir y convertirla en un paraíso para la siembra, el cuidado de los animales, la construcción de edificios y de, en general, una vida tranquila en un pueblito rural. ¿Qué es cibernético? Si. ¿Qué no corresponde a la realidad? Me queda claro y nunca lo he dudado. Pero después de más de 4 meses de teletrabajo y viviendo prácticamente sola, se vuelve una alternativa a los pensamientos recurrentes y las noticias turbias. Me he dado la creatividad para crear granjas muy bonitas, sembrar diferentes cultivos por las 4 estaciones ficticias del juego, tener un múltiple número de animales y ¡hasta casarme! 

¿Y por qué los RPG's estilo life simulation contrarrestan bien con estos padecimientos? Bueno, desde mi conocimiento puedo decir que es por una mezcla de factores: la posibilidad de avanzar al propio ritmo del jugador, la creatividad que se puede desarrollar, el hecho de que generalmente están libres de acciones violentas y que más bien ofrecen al jugador experiencias emocionalmente estimulantes. Dentro de esta lista podemos encontrar el ya mencionado Stardew Valley (mi recomendación personal), Garden Paws, Slime Rancher, o si preferimos algo más oscuro, el mismo Graveyard Keeper. Otro juego que es famoso por sus características anti-depresivas pese a no ser exactamente un RPG es Animal Crossing. Aquí podemos leer más acerca de cómo ha funcionado como terapia para la depresión.

Mi conclusión es que pese a que un videojuego nunca reemplazará la terapia humana ni la compañía social, no tiene tampoco ningún sentido desechar una alternativa que puede ofrecernos una luz y una ayuda en medio de tiempos inciertos.

Finalmente, aprovecho este espacio para recordar a los lectores que pedir ayuda siempre será la opción correcta, y que en tiempos de pandemia, las líneas telefónicas 1322 y 911 están disponibles.

¡Un abrazo!