Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com

Al punto, sin spoilers, ni textos pretenciosos: Far Cry 5 es por mucho, el mejor Far Cry que ha tenido la saga hasta la fecha. Sí. Leyeron bien. El mejor. ¿Superior que Far Cry 3 y Far Cry 2? Oh, sí. Mil veces superior que era hasta ayer, el mejor título de la franquicia. Se dice fácil, pero no lo es. Un largo camino de construcción de personajes, entornos dinámicos, jugabilidad adictiva, personajes carismáticos, un imponente y cautivante mundo abierto cargado de detalles que fácilmente nos consumirá las 40 horas de juego sin haber recorrido un 1/4 del mapa, un apartado gráfico de antología de esos que quitan el aliento y enamoran con pequeños detalles, una banda sonora que no podrás sacar de tu cabeza una vez dejas el juego, una historia cruda y madura, y un cuarteto de villanos que nos dejarán sin palabras, son parte de una formula profundamente elaborada que convierte a Far Cry en una compra obligatoria para cualquier  amante de las buenas historias al resumir su impresionante final en siete palabras, sencillas, pero realmente poderosas: Far Cry es una-jodida-obra-maestra. Sí. Lo es. Una jodida obra maestra. Con todas sus letras.


Así que si usted, querido lector(a), tenía alguna duda sobre si valía o no la pena comprar Far Cry 5 en su día de lanzamiento, permitame darle un sincero y sentido consejo: corra a comprarlo ya. Sí. Corra. Vaya a disfrutar una exquisita muestra de pasión y amor por los videojuegos que nos regala hoy Ubisoft. Aproveche esta semana de descanso para sumergirse en un salvaje mundo abierto a la espera de ser conquistado y sea parte de una de las más gratas experiencias que la industria de los videojuegos puede regalarnos. ¿Por qué decimos esto? Lo explicamos en nuestro análisis de Far Cry 5 en Revista Level Up.

Far Cry 5: el arte de renovarse o morir


Vamos a dejarlo claro. Lo que Ubisoft ha hecho es grande. Muy grande. Es de agradecer el giro que ha tomado la compañía en los últimos dos años al renovar sus franquicias estrellas con cariño, pasión y detalles. Fuimos testigos de lo que hizo en Assassin's Creed Origins. Disfrutamos a granel de la forma en que giró el camino de Rainbow Six Seige y ahora lo vemos manifestado en Far Cry, tras dos entregas que parecían condenar a la franquicia a un camino de repeticiones que se han roto de golpe para regalarnos la mejor entrega de la saga hasta la fecha. ¿Su estrategia? Libertad absoluta. Tomar lo mejor de un sistema narrativo y jugable que nos entrega el control y ritmo de la historia en nuestras propias manos, al permitir al jugador(a) moverse libremente por todo el mapa del juego (una vez hayamos completado el respectivo prólogo) y escoger el destino que queramos para ir liberando a Hope County del terrible mal que les azota, según nuestro mejor criterio y conveniencia.


Sin limites o restricciones. El futuro de esta especie de estado extremo religioso se encuentra en nuestras manos. Ya sea yendo hacia el norte, hasta las montañas de Whitetail, que están controladas por Jacob Seed, un psicótico ex-militar que cree con todas sus fuerzas en su encomienda divina de 'sacrificar al debil por el bien de la manada'. O bien dirigiéndose al sureste, por la zona del río Henbane, controlado por la bella y mortal manipuladora Faith, hermana de auto-proclamado Mesías que ha convertido a un pueblo tranquilo en una salvaje y brutal dictadura. Incluso, podremos optar por dirigirnos directamente Holland Valley, donde John Seed, hermano menor de Joseph se ha convertido en un bizarro 'Juan El Bautista' en el todos los incrédulos del mensaje de salvación deberán purificar sus almas, por el agua o las armas. Uno tras otro, los haremos caer. Por aire, mar y tierra. Hasta derrotarlos y hacer que el líder de La Puerta del Edén, el despiadado Joseph Seed, pague por todos y cada uno de sus pecados.


Y créanme. Lo hará. Porque el mayor mérito que tiene Far Cry 5 es regalarnos un villano de alta categoría, el mejor hasta la fecha de la saga, uno de esos antagonistas que uno ama odiar con todas sus fuerzas. Un maldito sociópata de extrema religiosa de esos que uno teme y respeta en partes iguales. Capaz de generar incertidumbre en cada una de sus acciones, pero al mismo tiempo, lograr que podamos entender en la profundidad cada una de ellas. Su virtud reside sin duda en superar con creces todas las expectativas puestas sobre sus hombros y consagrarse como uno de esos villanos que uno jamás podrá olvidar y convertirá el título en una cacería personal. Pero, para llegar a él, tenemos que armar primero nuestra propia resistencia. De la misma forma en que ocurría en Ghost Recon Wildlands, cada una de las regiones deberá ser 'liberada' del agobio impuesto por los hermanos Seed antes de ir contra el jefe de turno y posteriormente, tras eliminar a cada uno de los tres hermanos, tener la oportunidad de encargarnos del líder de la secta.


Esto abre un mar de posibilidades entorno a la libertad y aprovechamiento de un mapa que rebosa de detalles, coleccionables, desafíos y secretos por descubrir. Porque ahora no solo contaremos con una amplia gama de armas y habilidades que sabe jugar con la evolución del personaje, al eliminar el sistema de experiencia para acceder a nuevas armas, sino que las plantea por defecto y nos permite ir mejorando a nuestro antojo a través de acumulación de puntos que se generan al cumplir con una serie de desafíos de asalto (matar con cada arma o de cierta manera), mundo (distancia recorrida con el traje aéreo, por ejemplo), pistoleros a sueldo (las muertes realizadas por nuestros aliados) y caza (desde los animales despellejados hasta peces capturados), lo que impulsa a invertir una buena cantidad de horas en exploración de un mapa que se hace enorme, pero nunca agotador, ya que las ansias de exploración por descubrir ese mundo salvaje y vivo a la espera de ser conquistado, sigue ahí, incluso una vez que haya dejado el control a un lado, añorando regresar con prontitud para recorrer hasta el último rincón del mundo que se nos ha entregado. Y esto solo lo logra un juego de mundo abierto perfectamente equilibrado.

El equilibrio entre una cautivante historia y una jugabilidad adictiva


Porque más allá de lo exquisito y fluido de su apartado gráfico, uno que brilla con luz propia en cada momento del juego y no deja de impresionar el empeño que han puesto hasta en el más pequeño de los detalles (algo que notamos al dejarse llevar por el lanzallamas y visualizar la forma casi perfecta en que el fuego se propaga expansivamente de un lado a otro a través de estructuras, hierbas, vehículos, enemigos y demás objetos que se van consumiendo lenta y poderosamente), la realidad es que el mayor mérito de Far Cry 5 se encuentra en un ajustado y perfecto equilibrio. Sin importar la cantidad de misiones, coleccionables, retos de caza y zonas por liberar (son más de 150 misiones secundarias, 80 coleccionables, 120 retos de caza directos y más 100 representantes de la resistencia que podremos rescatar y reclutar para que peleen a nuestro lado) es de agradecer que Far Cry 5 nunca se convierta en un título aburrido y pesado.


Los personajes secundarios que acompañan nuestro camino son lo suficientemente interesantes como para querer cada cierto tiempo, detener la marcha y entablar una conversación entorno a su pasado. Asimismo, el aprovechamiento de sus recursos es algo que será vital en la forma en que queramos plantear cada una de nuestras estrategias para ir recuperando el territorio. Si queremos apostar por la caza abierta y reconocimiento del territorio, Boomer -nuestro fiel perro guardián-, nos permitirá identificar a las bestias del campo y enemigo a cientos de metros. Si deseamos apostar por el sigilo, Grace Armstrong -una francotiradora y una ex marine de los EEUU-, será decisión correcta. No obstante, si el sigilo no es lo nuestro, también podremos echar mano de Nick Rye con su avioneta bombardera y Adelaide Drubman con su helicóptero, mientras nosotros vamos por nuestra cuenta, en otro vehículo o a pie, destrozando todo lo que se ponga por delante.


Nuevamente, libertad absoluta y opciones infinitas. Sumamos a esto el regreso de la modalidad de búsqueda tesoros que arrojarán una serie de armas especiales, recompensas económicas, talentos para invertir y materiales para fabricar nuestros propios explosivos o 'medicamentos'. Cada escondite, es un reto distinto en el que se fomenta la investigación desde distintos prismas. Un ejemplo interesante de esto lo encontramos en la primera parte del juego en la que debemos acceder a una base secreta que está bajo el agua. Para llegar hasta ella, debemos subir a una torre con nuestro gancho, visualizar el objetivo (un muelle que se encuentra a unos 200 metros de distancia). Una vez ahí, disparamos a una ventana con el rifle de francotirador y entramos desde la tirolina por la ventana recién abierta; ahí debemos activar un sistema hidráulico que despeje el agua de la zona -cuya llave se encuentra en un barco cercano que está bajo el agua-, recoger la llave, restaurar la energía eléctrica (y evitar electrocutarse en el proceso) para poder digitar una clave -que encontramos en el camino-, en el panel digital que abre la puerta a la guarida, lo que activa una alarma y hace llegar refuerzos enemigos a los que debemos aniquilar antes de recoger nuestro tesoro. En resumen: complejidad, diversión y gratas recompensas.


Para llegar a esa conclusión, hay que detenerse a leer las notas en el camino, hablar con personajes y analizar la zona para saber cómo dar con el botín. Y sí. El premio vale la pena. Cada escondite nos brinda una enorme cantidad de dinero, nuevas armas y tres puntos de talento que ocuparemos para mejorar nuestras habilidades. Y esto es algo que agradecemos a Ubisoft, el sistema del juego es tan variado e interesante que a pesar de contar con la posibilidad de acortar distancias económicas con lingotes de oro que se obtienen mediante micro-pagos, la realidad es que el sistema interno del título es lo suficientemente balanceado para nunca echarlos de menos. A través de la exploración perse del juego, la caza, el saqueo de los cuerpos enemigos, cumplimiento de desafíos, venta de pieles y materiales recolectados, el factor dinero nunca es un problema a lo largo de nuestra aventura. Un poco de cariño en las tareas secundarias y aprovechamiento de las múltiples opciones de mundo abierto, y podremos fácilmente hacer una buena cantidad de dinero que nos permita comprar todo el arsenal que necesitamos, y darnos de paso algunos lujos, como lo es la posibilidad de adquirir un bombardero de la Segunda Guerra Mundial para impartir justicia desde el cielo con clase y estilo.


Esto mismo aplica al modo de personalización de nuestro personaje, que elude la opción de imponernos un personaje base, sino que nos da la opción de elegirlo a nuestro gusto e irle personalizando desde el corte de cabello hasta los guantes que usa para machacar enemigos. Mismo principio han empleado en las armas y vehículos. Podremos adquirir mirillas láser, silenciadores para nuestras armas tácticas o de asalto, cargadores extra y pinturas de camuflaje para nuestras armas, sin dejar de lado la posibilidad de comprar lanchas rápidas para recorrer los salvajes ríos de Montana, vehículos de transporte rápido o reforzados con torretas de ataque, helicópteros de transporte, aviones caza bombarderos y 'mulas' 4x4 para trasladarnos rápidamente. También podremos promover a nuestros acompañantes con nuevos talentos, equipamientos especiales y habilidades natas que impulsen más bajas enemigas, pasando de ser meros accesorios a armas mortales que darán hasta la vida por salvarnos. Y todo de forma natural y fluida.



Por ejemplo, en nuestro caso, salvamos a una NPC llamada Sharon Wolfe cuando estaba siendo trasladada a un matadero. Al salvarla, el juego nos deja contratarla (sin costo alguno, dicho sea de paso). Conforme avanza la aventura, sus diálogos cambian contando detalles más personales al ganarnos su confianza. Esto genera más habilidades en el campo de batalla. Sharon corre a auxiliarnos al caer heridos en el combate, recoge armas, materiales y municiones por nosotros, establece diálogos diferentes con cada compañero secundario, y mejora su puntería con el tiempo al ir incrementando sus estadísticas personales. Resultado: ella ha matado a la fecha a más de 200 enemigos, recolectado más de 500 armas para nosotros y salvado la vida en más de 100 ocasiones. Y es un NPC cualquiera. Si la cambiamos por otra(o) el resultado es completamente forma diferente y posee su propia evolución en historia y habilidades. Nuevamente. Posibilidades infinitas.

El modo arcade: un mundo abierto lleno de posibilidades


El ejemplo anterior es una pequeña muestra del mimo que Ubisoft ha puesto en los detalles más ínfimos. Desde el modo historia, el diseño de personajes, la búsqueda de tesoros y la vasta exploración disponible, todo respira pasión por los videojuegos. Y esto es algo que notamos a plenitud en las posibilidades que otorga el modo Arcade, una destacada plataforma interna del juego que abre un mundo de oportunidades para disfrutar por cientos de horas fuera de la historia principal, otorgando al jugador desde una máquina de arcade de esas de antaño, el acceso a una cantidad ilimitada de contenido creada por Ubisoft -o los propios usuarios-, que se ve reflejada en increíbles mapas de asalto, historias de búsqueda y caza recompensa, hordas de enemigos por eliminar o recorridos en universos paralelos que parecen sacados de un capítulo de 'La Zona Desconocida' que nos engancharán de principio a fin, ya sea en modo solitario o cooperativo.


Y es que a pesar de no estar siempre disponible el modo multijugador durante el desarrollo de este análisis -previo al lanzamiento del juego oficial-, la cantidad de horas invertidas en el Arcade fue exuberante. Su sistema de progresión interno que suma puntos por cumplimiento de objetivos o desafíos (matar a 40 enemigos con un lanzallamas o 50 mano a mano) nos permite subir de niveles y por cada nivel subido, habrán puntos de talento y dinero para utilizar en el modo historia. Lo que aumenta la re-jugabilidad de cada nuevo mapa y escenario destacado, pero también impulsa nuestro lado creativo facilitarnos un modo editor de escenarios, aprovechando el material que podemos crear con otras sagas, como 'Assassin's Creed IV: Black Flag' o 'Watch Dogs', y conservando los progresos de la historia, para ganar nuevos puntos de talento o dinero que podremos invertir en el juego, logrando que el título se mantenga siempre fresco e interesante.


No obstante, donde el juego suma con creces es su modo cooperativo. Porque a pesar de poder pasarnos toda la historia sin necesidad de un sólo acompañante más que los NPC's y personajes secundarios anteriormente, también tendremos a nuestra disposición la posibilidad de disfrutar tanto del modo historia (como el arcade) al lado de un amigo(a), incrementando las dosis de adrenalina que el juego ya nos brinda por defecto. De la misma forma en que ocurría en The Division o Ghost Recon Wildlands, esta nueva entrega de Far Cry nos permite compartir nuestro juego con un amigo(a) e invitarle a formar parte de nuestro universo, acompañándonos en la aventura en modo estrategia y sigilo, o también simplemente dejando salir nuestro lado más salvaje e ir juntos a por todos los sectarios de la Puerta de Edén en un frenesí de acción, pólvora y efectos espectaculares. Again. Un mar de posibilidades en el que nosotros definimos nuestro propio destino.

"Free at last! Free at last! Thank God Almighty. We are free at last!"


Si alguien me hubiese dicho que Far Cry 5 superaría con creces a cualquiera de sus entregas anteriores, creo que miraría a esa persona con recelo. Pero, tras completar su modo historia, disfrutar de cada detalle que Ubisoft nos ha regalado y presenciar por mucho, uno de los mejores finales que la franquicia nos ha brindado, no me queda ninguna duda de que estamos ante una obra que pasará a la posteridad en la industria de los videojuegos. Porque al final del camino, Far Cry 5 no sólo es uno de los mejores títulos de la franquicia o uno de los mejores títulos del 2018; Far Cry 5 es uno de los mejores exponentes de su generación.

Porque tal y como lo señalábamos al inicio de este análisis, su historia, personajes, jugabilidad, apartado gráfico, banda sonora, modo arcade, espectacular mundo abierto, sensación de libertad extrema y brillante elenco de villanos convierte a lo nuevo de Ubisoft en una compra obligatoria para cualquier amante de las buenas historias y un must-to-have que no podemos dejar pasar. Una exquisita experiencia que vale la pena disfrutar y a la cual les invitamos encarecidamente, le den una oportunidad.

Calificación final: Level 8 - Clásico moderno, de revisión obligatoria

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