El capítulo 3 de la primer temporada de Stranger Things, “Todo está bien”, inició con fuerza, dándonos un vistazo del terrible destino de Barb y al mismo tiempo un primer vistazo del Upside Down. Así de una buena vez, cualquier duda de si Eleven es aquello que raptó a Will Byers deberían quedar formalmente claras.
A la mañana siguiente la acción se divide entre la casa de los Byers, donde Jonathan encuentra a su madre hablándole a las luces; y la casa de los Wheeler, en donde los chicos intentan encontrar qué hacer con Eleven, en especial “armas” con las cuales puedan defenderse de quienes la persiguen a ella y por supuesto, del Demogorgon. Aunque Dustin parece ser un pésimo maestro jedi.
Por su parte, Hopper viaja a las instalaciones del Laboratorio de Hawkins, y aunque el principio tuvieron algunos problemas para entrar, logró convencer al administrador del lugar, incluso para revisar las cintas de seguridad en caso de que algo se les hubiera pasado por alto. Aunque Hopper logró notar que la grabación que le mostraron no coincidía con la del día que les hicieron creer que vieron. Esto los guiará a buscar en recortes de periódicos, información sobre el laboratorio, encontrando una oscura seguida de casos en los que el lugar se había involucrado en secuestros, experimentos y el MKUltra.
Mantener a Eleven quieta en el sótano durante todo el horario escolar parecería una misión complicada, por lo que la niña a la primera señal de quietud en la casa, aprovecha para explorar los alrededores, de ponerse cómoda. En estas, enciende el televisor y buscando algo entretenido tropieza con un comercial de Coca Cola, el cual lanza un segundo recuerdo de su tiempo en el laboratorio. En el mismo consigue con éxito aplastar una lata del refresco, aunque sufre un leve sangrado posterior.
A continuación veríamos el inicio de uno de los elementos más iconicos de esta serie, las luces de navidad de Joyce. La madre está convencida de que el hijo intenta comunicarse con ella por medio de la luz, así que usará la mayor cantidad de bombillas que tiene a su disposición, y aunque tuvo que ir a la tienda nuevamente a adquirir una cantidad industrial de bombillas de navidad, al final pudo cubrir prácticamente toda su casa.
Más tarde, Joyce recibiría la visita de Karen Wheeler. Mientras las madres hablan de la situación, Holly, la pequeña hija de Karen, es atraída por las luces hasta la habitación de Will, la cual estuvo a punto de convertirse en una experiencia peligrosa para la niña.
Por su parte, en la escuela, Nancy comienza a notar la ausencia de Barb, a pesar de que ni Steve o sus amigos parecen preocuparse. Muy cerca de allí, los niños deben soportar a los matones que les siguen la pista, y que de paso les lanzan un guiño al llamarlos “Perdedores”, y es que hasta el buscar una roca para la resortera que sea una “asesina de monstruos” pareciera ser una referencia decente a It.
El grupo de Steve confrontó a Jonathan, a quién habían descubierto en el cuarto oscuro revelando las fotografías del día anterior, las cuales eran bastante comprometedoras. Su cámara termina siendo destruida, pero Nancy consigue observar la fotografía de Barbara, llevándose las partes en las que los amigos de Steve la habían roto.
Un tercer y espeluznante recuerdo acude a Eleven, cuando estando a fuera de la casa espera a los chicos en el punto que habían acordado. Un gato se acerca a ella y eso basta para revivir un nuevo experimento a cargo del Dr. Brenner. El propósito del mismo es confuso, de si Eleven debía hacer daño al gato o controlarlo, pero ante la negativa o incapacidad de la muchacha, es llevada a un cuarto oscuro a rastras, pero el miedo y la rabia funcionan como combustible en Eleven que termina asesinando con sus poderes a los dos guardas que pretendían encerrarla.
El clímax del capítulo comienza a formarse cuando los chicos y Eleven hacen su búsqueda por Will, ella los guía – torpemente a los ojos de Lucas – hasta la casa de Will. Más la discusión es interrumpida por las patrullas de la policía y ambulancias que pasan a toda velocidad. Los chicos siguen la comitiva en sus bicicletas, hasta llegar a la zona de risco, donde fue encontrado el cuerpo de un niño al cual parecen identificar como Will. Tanto es el dolor que hasta el mismo Mike se vuelve en contra de Eleven, a quien le reclama que ella les dijo que todavía estaba con vida.
Mientras esto sucede, Joyce, recibe una advertencia por medio de las luces de navidad de que debía correr, y es así como desde la pared el Demogorgon ingresa a su casa, la madre no espera mucho y echa a correr para luego encontrarse con su otro hijo, Jonathan, mientras las patrullas ya regresan a su casa para darle oscuras noticias. Así, nada está bien.
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