Por Pablo Vargas.

¿Recuerdan los episodios especiales de nuestras series favoritas durante los 80's y 90's? Aquellos famosos episodios en el que todos los personajes que habían salido en la serie, más un selecto grupo de estrellas invitadas hacían su aparición estelar -en medio de los aplausos y sonrisas cómplices del público-, en un condensado de 45 minutos que respiraba pura diversión, cariño y nostalgia. Pues bien, esa es precisamente la sensación que nos ha quedado tras disfrutar de más de 50 horas de juego de World of Final Fantasy, un J-RPG clásico con un estilizado apartado gráfico que se percibe de principio a fin como un sentido -y bien logrado-, homenaje a lo mejor de la mítica saga de Square Enix


Porque desde el primer momento en que tomamos el control de los gemelos Lann y Reynn, -quienes han perdido la memoria y no saben bien donde se encuentran al inicio de nuestra aventura-, el juego nos lleva a través de un viaje épico de corte clásico japonés que une los estilos de Yasuhisa Isumizawa en esos pequeños personajes cabezones que recuerdan a los primeros títulos de la saga en su modo "chibi" y el estilizado arte de Tetsuya Nomura empleado en Kingdom Hearts para representar a los personajes en su modo "normal", mezclándose de forma precisa con un remozado sistema de combates tradicionales por turno (ATB) para irnos abriendo paso a través de calabozos y en el que tendremos la posibilidad de capturar y entrenar los monstruos (o mirage) que nos vayamos encontrando en nuestra aventura.


Esto último abre un amplio abanico de posibilidades que rápidamente se convierte en una tarea bastante adictiva, lo que hará que nos perdamos durante horas en el sistema interno de capturas de nuevos y particulares monstruos clásicos de la saga como Shiva, Omega, Ifrit o Diablo que aparecerán durante nuestra aventura, una historia sencilla y a ratos lineal que no deja de ser entretenida; esto gracias a un particular sentido del humor que envuelve a los personajes principales y que por momentos se mueve en clave de autoparodia, regalándonos una serie de momentos delirantes que no pensamos detallar para evitar arruinar la experiencia completa, pero que garantizamos sacará más de una sonrisa o carcajada a los más fieles seguidores de la saga.


Asimismo, la estructura narrativa -centrada en capítulos-, nos llevará a través de diferentes lugares que resultaran bastante familiares y encontrarnos de nuevo con Cloud, Tifa, Rydia, Squall, Tidus, Yuna, Lightning y otros que integran una interminables personajes y enemigos más emblemáticos de la saga que harán su aparición especial conforme vayamos avanzando en nuestra aventura, que contará con una serie de espectaculares secuencias en modo anime que nos decepcionarán a los seguidores más veteranos de la saga; todo esto gracias a su espectacular apartado visual en modo kawaii que se une a la perfección una serie de hermosos escenarios y personajes bien diseñados que iremos desbloqueando a modo de invocación y que podremos usar en los modos de ataque clásico (con los respectivos diseños y controles tradicionales de la saga) y otro más simple (configuración rápida de accesos directos a través de botones) que permitirá la aceleración de los combates, increíblemente exagerados y espectaculares en partes iguales.


Estos combates serán complementados con los Mirage que vayamos capturando en nuestra travesía, siendo una de las tareas más adictivas que nos encontremos en el juego y en que fácilmente nos consumiremos por horas sin darnos cuenta, por lo divertido de su proceso que es imposible no comparar con Pokémon -nos enfrentamos a ellos, los debilitamos y con un "prismárium" son capturados para formar parte de nuestra selección de batalla-, llegando incluso a "evolucionar" a través del tablero mirágicol del juego que nos permitirá crear diferentes combinaciones, como que un mirage de naturaleza de fuego aprenda hechizos de agua o curación en el modo batalla.


Lo llamativo del proceso será que habrán diferentes tamaños de mirage, pequeños, medianos y grandes que serán más fáciles o difíciles según nuestro propio tamaño o la fuerza de nuestras combinaciones actuales, lo que unido al regreso del sistema de combate continuo para los más puristas será un verdadero delirio, por las altas dosis de fan service que encontrarán en cada una de las descripciones de los mirage que vayamos capturando, obsesionándonos con recorrer cada esquina del mapa por completar nuestro "fantasydex". Lamentablemente, esta particular característica que apunta a lo más alto del juego, es quizás también uno de sus mayores limitantes, al encontrarnos con un serios problemas de diseños en los pueblos pueblos, resultando por momento demasiado pequeños y lineales para los más curtidos en el saga, algo que se suman lamentablemente a una dificultad casi inexistente que perjudica una buena historia y una jugabilidad bastante adictiva e interesante.


No obstante, sería injusto decir que dichos fallos empañan completamente la experiencia de juego, que se al final se ve compensada con un buen número de actividades por realizar, como los son retos del coliseo que nos mantendrán entretenidos durante varias horas, sin dejar de lado lo espectacular de los viajes astrales, pequeñas historias centradas en el desbloqueo de los personajes clásicos de la saga, que nos permitirán combatir con una selecta gama de jefes finales que resultan siendo parte también de las fortalezas del título, logrando que podamos invertir perfectamente más de 70 horas en el juego casi sin darnos cuenta, logrando el objetivo final de mantenernos enganchados a un título que es imposible no recomendar por lo variado de su propuesta y sentido homenaje a una gran saga en su 30° aniversario.


Porque al final del camino, como en esos especiales de televisión de los 80's y 90's que lograban mantenernos pegados a la pantalla entre risas, lágrimas y emociones encontradas, World of Final Fantasy; cumple su propósito de ser más que un simple título que calme las ansias entre Final Fantasy XV y el remake de Final Fantasy VII, dotando al juego de una atmósfera propia que rinde tributo a lo más destacado de su legado, logrando que tras ver los créditos finales del juego, no podamos evitar dejar escapar una sonrisa cargada de nostalgia por todos los años que hemos disfrutado de una gran saga y que este pequeño e interesante título nos ha hecho revivir de principio a fin. 

Lo bueno

+ Un sentido homenaje que no decepcionará a los fieles seguidores de la saga.
+ Su remozado y estilizado apartado gráfico es lo más J-RPG que un Final Fantasy puede ser.
+ El adictivo sistema de captura de mirates nos deparará horas de juego a granel.
+ El amplio sentido de humor del juego y fan service será un deleite para los más veteranos de la saga.
+ La selecta galería de héroes y villanos es como un grato especial ochentero de nuestra serie favorita.

Lo malo

- Escenarios lineales que restan potencial a una divertida historia.
- La dificultad es baja y no supone un gran reto para los más veteranos de la saga.

Calificación final: Level 7 - Entretenimiento de calidad, recomendación de la casa

***
Pablo Vargas - Ingeniero industrial. Director y fundador de Revista Level Up. Autor de la novela “El Hombre de la Rosa Negra” (ULACIT, 2009), el microrrelato “Un café para celebrar” (Editorial Costa Rica 2012) y el blog "Rincón de un escritor". Actualmente se encuentra trabajando en su nueva producción "Nueve minutos para la media noche" y escribe regularmente en los blogs de la casa de 89decibeles, la revista IT Now y el periódico 'La República'.

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