Por Carlos Alvarado. 
Doce mil quince años antes de presenciar el tiránico gobierno de Pagan Min sobre las tierras del Himalaya, existía una zona llena de prosperidad y peligros en Europa central llamada Oros, alguna vez habitada por los Wenja en busca de paz y avance. Así es como Ubisoft Montreal nos invita a una experiencia innovadora en su ya emblemática serie Far Cry. En esta ocasión diez mil años antes de Cristo, cuando los mamuts corrían libres por nuestro planeta y el canibalismo era una de las tantas amenazas presentes en las salvajes tierras de Europa Central.


Ubisoft es veterana en decorar la historia de la humanidad, dos de sus entregas más exitosas lo demuestran: Far Cry y Assassin's Creed. Pero, para una compañía que ha manejado sus mecánicas de una manera sólida en épocas como la revolución francesa, nace una pregunta al arriesgarse de esta manera: ¿vale la pena el viaje de Far Cry a un pasado extremadamente primitivo? Es hora de tomar sus lanzas y flechas ya que explorar Oros no es una tarea sencilla, pero una en la cual encontraremos un tesoro que nos llevará a conocer, de una manera íntima y grandiosa, el viaje personal del ser humano y su constante lucha por sobrevivir.

Bienvenidos a Oros


La historia es sencilla: nuestro personaje recorre la tierra de Oros en busca de su tribu perdida, los Wenja. Punto. Sencilla, pero la verdad funciona. La gran realidad es que las historias en los juegos de Far Cry se  han convertido en cierta crítica alrededor de los medios dedicados a los videojuegos, en ciertos puntos alabada, en otros no tanto, dejando en ciertos críticos un sin sabor que se ve expresado en sus calificaciones. Creo que este no es el acercamiento ideal a los juegos de Far Cry ya que la historia sencilla debería ser considerada como parte de las mecánicas implícitas de la saga. No se trata de encontrar la historia más fascinante y profunda, Far Cry siempre se ha tratado de exploración, descubrimiento y supervivencia; y en estas tres Far Cry Primal excede las expectativas.


La tarea de Takkar, nuestro personaje, es la de encontrar a los distintos miembros de la tribu Wenja, perdidos o distribuidos en grupos alrededor de Oros, rescatándolos de amenazas como animales salvajes o de captores con distintos motivos. Los Wenja reconocen a los de su tribu por las pulseras en sus brazos y ciertos miembros importantes le brindarán a Takkar nuevas habilidades y  opciones para gastar sus skill points y convertirse en un mejor cazador, domador de bestias o simplemente aumentar el número de su población Wenja.


El tono sangriento y tenso que encontramos en las entregas anteriores de Far Cry se nota en cada esquina de Oros; si en Far Cry 3 exploramos el tema de la trata de humanos y la tortura, en Far Cry Primal tendremos esas experiencias, pero involucrando canibalismo y animales salvajes. Recordemos que Primal se ubica en una época en la cual el ser humano no era el más apto para encontrarse en la cima de la cadena alimenticia. Los culpables de estas ciertas masacres son dos grupos que en cierto punto, antes del comienzo de nuestra travesía, casi logran erradicar a los Wenja: los canibales Udam y los guerreros del fuegoIzila.

Nuevas tendencias junto a mecánicas primitivas


Si alguna vez has probado un Far Cry, en materia de jugabilidad, encontrarás un terreno muy familiar. Los típicos outposts por capturar, cacería, recolección para forjar armas, movimientos sigilosos, ataques sorpresivos, los ya esperados viajes psicotrópicos y un sin fin de sitios fascinantes por descubrir, son unos de los cuantos elementos que regresan a Far Cry Primal. Pero en un mundo gobernado por WitchersFallouts y Scrolls, una entrega nueva de Far Cry siempre ha de competir a favor de estándares de gameplay muy bien marcados, y ofrecer experiencias que los jugadores exigen con cada nueva tendencia. Primal logra obtener muchos elementos de otras entregas de manera exitosa, en ocasiones lo hace muy sutilmente, en otras, no tanto:


Uno de los puntos más destacables de Far Cry Primal es su adaptación a las necesidades actuales, impuestas en el camino por grandes juegos de mundo abierto como lo son The Witcher 3: Wild Hunt y Skyrim, pero para complementar la imitación de ciertas mecánicas de otros juegos con éxito, como las de construir nuestra aldea poco a poco o el sexto sentido de cazador, también ofrece nuevas y refrescantes experiencias como la manera en que agregamos opciones a nuestro Skill Tree, invitando nuevos e importantes miembros a la aldea y un sistema de crafting más puro, rápido y convincente.


Quizá una de las mecánicas más fascinantes y útiles es la de convertirnos en el Beast Master. Con esta habilidad podemos recorrer Oros al lado de distintas bestias, cada una con características diferentes para cada ocasión, ya sea un ataque sorpresivo o una aniquilación sigilosa. En muchos casos también tenemos que aprender a controlar bien nustra ave, ya que de esta manera podemos explorar el camino por delante desde un punto de vista aereo, calculando nuestros movimientos en tierra aun más cuidadosamente, ya que con el búho podemos marcar  enemigos Udam, Izilas o bestias que podrían sabotear nuestra exploración y localizar puntos de interés.


Y aunque Primal repite el sistema de puntos de experiencia, y dentro del árbol de habilidades encontramos versiones algo variadas de las que ya estamos familiarizados en pasadas entregas (doble asesinatos, revelar hierbas en el mini mapa, y expandir nuestro radio de exploración, son unos cuantos ejemplos) es siempre destacable cuando una saga continúa fiel a sus predecesoras, manteniendo y construye afinidad con sus distintos seguidores.

Conclusiones


Far Cry Primal es un buen ejemplo de cómo un mundo tan vivo puede darle el tono a una historia sencilla pero apasionante. Siempre es una satisfacción conocer cuáles medidas pueden tomarse a la hora de sobrevivir. Quizá el morbo está muy presente en las entregas de Ubisoft Montreal, pero eso no quiere decir que una obra maestra no pueda estar detrás de tanta realidad y crueldad, The Revenant lo comprueba en el séptimo arte. Existe un morbo que se utiliza para enfatizar la supervivencia, y hablando del mamut en el cuarto, a todos nos gusta un poco de ese morbo, ¿no es cierto? 

Este último título de la saga excede en mucho de lo que sus predecesores bajaban en calidad conforme avanzaban en tiempo e historia. El tono y la fluidez del juego son constantes, al igual que el instinto de sobrevivir, hasta lograr pavimentar el futuro de la humanidad, diez mil años atrás, piedra por piedra.

Valoración final...

+ Historia sencilla pero adecuada a la época, complementada por personajes singulares y un mundo abierto hermoso, vivo y amenazante.
+ Mecánicas familiares que se adaptan perfectamente a Oros y un sistema de skills familiar e innovador al mismo tiempo.
+ Convertirnos en el Beast Master puede ser una de las mecAnicas más gratificantes de esta entrega.
- Los veteranos de Far Cry podrían encontrar un tono más pasivo y repetitivo.

Calificación final: Level 7 - Entretenimiento de calidad, recomendación de la casa

***
Carlos Alvarado - Comunicación (Relaciones públicas / Cine y entretenimiento). Se especializa en la gestión de medios digitales, fundador de El Gaymer. De pequeño quería ser Link y entrenador Pokémon... todavía quiere alcanzarlo.

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