Por José Manuel Agüero.

Veinticinco años han pasado desde que la serie de libro-juegos “Fighting Fantasy”, se forjara en Gran Bretaña para coronarse como el referente de este género (juego de mesa o ficción interactiva, poco importa la verdad).  Un género tan singular pero amado por una versión infantil mía, que vivió inmersa en los volúmenes de “Choose your own adventure”, “D&D Endless Quest” y “Star Challenge”.

Sería conveniente ahora, contarles qué es un libro-juego, aquellas novelas cuya secuencia es seleccionada por el lector para completar una historia de forma exitosa, a veces tan simple como escoger una acción y desplazarse a la página indicada, otras veces con la ayuda de un lápiz y dado para calcular los resultados de las batallas y otras, eran juegos de rol en solitario (por ej: los libro-juegos de El Señor de los Anillos).



Podría decirles también, porqué mi versión infantil los amaba, esos libros donde él era el aventurero, el que guiaba la expedición, el que no se rendía y mantenía las hojas dobladas y los ojos pegados de tanto leerlos una y otra vez hasta que finalmente, lograba no morir en el intento. También podría hablarles sobre el resurgimiento de este género con nuevos libros, de autores tan celebrados como Steve Jackson (el papá de Games-Workshop, por aquello); o adaptaciones fieles como las que hacen los australianos de Tin Man Games a los clásicos libros de aventura en los que nos incluyen los dados y sonidos digitales.

Mejor aún, les hablo sobre la adaptación de un libro-juego clásico de la saga de “Fighting Fantasy” (una sub-saga que no está dentro de la numeración principal), “Sorcery” y cómo en su adaptación la gente de Inkle nos da una experiencia completamente diferente que prueba que la tableta es capaz de elevar este libro clásico a una nueva vida.



La sub-saga de “Sorcery”, está contenida en 4 volúmenes, los primeros dos han sido publicados en iOS, el primero en Android y se espera pronto el lanzamiento en conjunto de la tercer entrega. Debo añadir que “Sorcery” cuenta con las ilustraciones de John Blanche, otro ícono y superestrella de Games Workshop, artista gráfico quién con su plumilla daría el aspecto duro, caricaturesco y tan particular de los universos de Warhammer y Warhammer 40,000.

Mas en esta versión, hay que alabar a la gente de Inkle, encargados de tomar un tomo clásico e ir más allá de una simple adaptación del libro con dado virtual, sonidos y simulación de páginas; es un libro que saltó de las páginas y nos metió en un mundo fantástico y peligroso pero lleno de situaciones jocosas. Empezamos la aventura como muchas otras con sueños de grandeza, un soldado recién escogido para salvar a su pueblo que debe abrirse camino donde otros elegidos han fallado antes y asirse con la corona del reino para reinar y proteger a los suyos.




Surcamos un mapa exquisitamente detallado por el cartógrafo de fantasía Mike Schley y a través de un ingenioso sistema hechizos, las situaciones se pueden resolver de formas casi infinitas, puedo pelear, huir, convertirme en un gigante, hacerme invisible, poner a bailar a monstruos o tantas otras situaciones que conforme la historia se va tejiendo, nuestra atención se absorbe, los minutos pasan, las horas dan y nos olvidamos de lo que teníamos que hacer, solo queremos saber qué será lo que pasa a continuación.

Lo que pasa a continuación será una decisión personal, no hay tiros de dados, sino un simple pero elegante sistema de batalla donde decidimos gastar toda la fuerza o aguantar hasta que el oponente se descuide y damos un tiro de gracia.



Hay dioses a los que rezar, puede que un elefante nos sonría y mande la fuerza necesaria cuando las raciones se nos acaban o que un mono se ría pero no quiera ayudarnos. Lo sorprendente de la adaptación, fue elevarlo a uno mar de posibilidades, ya no son caminos lineares que podemos ir escogiendo, sino que el sistema de batalla combinado con el libro de hechizos y las diversas opciones, dan para tener los mismos encuentros y que sean asuntos completamente diferentes y esto es el éxito, la flexiblidad que el libro no posee y solo un cerebro de computador bien programado podría presentarnos.


El juego atrapa, desafía y convence; uno de esos pocos que nos dedicamos en conquistarlo y tan pronto se termina lo comenzamos de nuevo, porque tal vez esta vez, decida no matar al ninja para convertirlo en mi compañero de viaje. De momento, no queda más que decir, que aún espero en Android los otros tres volúmenes, pero a diferencia de otras series que retomo cuando salga la nueva iteración esta vez seguiré jugando el mismo juego tantas veces como pueda.


***
José Manuel Agüero Fernández - Administrador de empresas, pintor de miniaturas y escritor de poesía en su blog personal. Amante de los juegos de mesa y vídeo, desde hace diez años demuestra juegos de mesa al público en distintos medios. Participa como organizador de área en Playcon.

1 Comentarios

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  1. ¡Interesantísimo!
    Los librojuegos han vuelto con enorme potencia, y se están escribiendo y publicando nuevos proyectos, para niños y para adultos. Salen adelante crowdfundings, se hacen ponencias...
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    Un saludo y gracias por tu granito de arena :o)

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