Las grandes compañías de la
industria tecnológica como Microsoft, Apple, Samsung y Nokia siempre han
tratado de lanzar ideas innovadoras que buscan revolucionar el mercado pero no
siempre lo han logrado, en más de una ocasión sus dispositivos duraron más en
la etapa de producción que en las manos de los usuarios.
Hace algunos años, con la
idea de destronar al reconocido iPod de Apple, Microsoft desarrolló la idea de
posicionarse con un reproductor de medios digitales para máquinas con Windows
llamado Zune. La incompatibilidad con los demás sistemas operativos como Mac y
Linux, además de la ausencia de una tienda propia en su lanzamiento llevaron a
la muerte al dispositivo.
La empresa se negaba al
fracaso, incluso desarrolló un diseño mejorado en el Zune HD para atraer la
atención del público, sin embargo no logró ganar la batalla ante la manzana
mordida que generó para la temporada navideña del 2008 US$ 3.370 millones,
mientras que Microsoft solo alcanzó US$ 85 millones.
Nokia intentaba abarcar
otros nichos, incluso creyó que podría posicionarse en la cima del mercado de
las consolas portátiles. A través del N-Gage, un dispositivo que fusionó una
videoconsola con un teléfono móvil le ofreció al público la posibilidad de
ejecutar emuladores capaces de funcionar en modo multijugador gracias a la
conexión Bluetooth, y la oportunidad de
instalar diversidad de programas como navegadores GPS.
Una de las mayores quejas
que obtuvo constantemente la compañía se relacionaba al acceso de la tarjeta
MMC, aunque fue diseñado como si fuera un Pendrive, el usuario tenía que apagar
el dispositivo y sacar la batería para poder cambiar el juego.
Años después rediseñaron la
consola y eliminaron la radio y el reproductor MP3 que incluía, para
concentrarse en su objetivo principal: el público gamer. El N-Gage QD presentó
la opción de “Hot-swap” para que el usuario sacara la tarjeta MMC sin tener que
apagar el gadget, pero aún así no logró su objetivo.
Antes que Cisco lograra consolidarse en el mercado
de los routers, switches, hubs y se adentrara en la aventura del cloud
computing pensaron que el éxito se encontraba en otra vertiente. En medio de un evento en San Francisco, California,
la empresa mostró a Umi, el dispositivo capaz de realizar videollamadas en HD directamente
desde un salón, sin embargo su alto costo de US$600 y pago mensual de US$25 asustó
a los posibles usuarios que preferirían utilizar los beneficios del VoIP (Voz
sobre Protocolo de Internet, por sus siglas en inglés)
Antes que las tabletas se convirtieran en una
tendencia, Microsoft presentó el Viewsonic V110 Airpanel Smart Display para que
los usuarios tuvieran la oportunidad de acceder a sus ordenadores de forma
inalámbrica de largas distancias que no sobrepasaran los 150 metros.
Se basó en una pantalla táctil de 15 pulgadas, un
procesador Intel de 400 MHz, 32 MB de ROM, 64 MB de RAM y 802.11b inalámbrico,
además de un concentrador inalámbrico para la conexión a la PC, no obstante por
la falta de concesión de licencias los dispositivos no podían trabajar de forma
independiente, además que solo podía conectarse a un ordenador a la vez.
Y como si fuera poco, el usuario no contaba con la
posibilidad del streaming de video y debía pagar cerca de US$1000 para
obtenerlo.
Mientras las tabletas intentaban enamorar a la
industria, Blackberry buscaba la manera de no quedarse atrás para conquistar este nicho
del mercado y lanzó el PlayBook de 7 pulgadas. El dispositivo no contaba con
acceso a Internet ni al 3G, y se limitaba al uso del BlackBerry
Messenger, calendario y libreta de direcciones.
Al terminar el primer año del gadget en el mercado, la compañía registró pérdidas de casi US$500 millones y batalló con las críticas
enfocadas en el sistema operativo QNX. Ya para el 2012 la versión OS 2.0 del dispositivo
contaría con la actualización del software que le permitiría ir más allá de las
aplicaciones nativas y explorar en el mundo de Android, sin tener resultado
alguno.
Aunque Apple sigue predominando el mercado de las
tabletas al inicio la historia fue diferente. Cuando lanzó el Newton
MessagePag, dispositivo de mano para la asistencia personal facilitaba el envío
de faxes, el almacenamiento de contactos y la toma de notas con un lápiz
óptico, pero sus ventas no lograron levantarse en los cinco años que se
encontró disponible.
Las funciones de escritura fueron desarrolladas
para correr en el sistema operativo Newton, pero presentó un motor inexacto que
no logró imitar la forma natural de la caligrafía humana a través de las bases
de datos de palabras y fue ahí donde se presentó el gran inconveniente del
producto.
Así como estos dispositivos la lista de los que no
tuvieron suerte es enorme, tal y como le sucedió al Virtual Boy, la Palm PRE,
el Google TV y el Sony Mylo, por nombrar algunos, pero cabe resaltar que las
tendencias con las que contamos actualmente en wearable devices, dispositivos
móviles y tecnologías como cloud computing se deben gracias a estas caídas.
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